El crimen que conmueve a Nueva York: una embarazada de 35 años fue apuñalada hasta morir

La policía sospecha que se trata de un caso de violencia doméstica. Jennifer Irigoyen era agente inmobiliaria y tenía un hijo de 12 años que no se encontraba con ella en el momento del homicidio

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Jennifer Irigoyen tenía 35 años y un embarazo de cinco meses. La policía busca a su novio.
Jennifer Irigoyen tenía 35 años y un embarazo de cinco meses. La policía busca a su novio.

El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) busca al hombre que asesinó a una mujer de 35 años embarazada de cinco meses, luego de arrastrarla fuera de su apartamento, mientras ella gritaba "¡Va a matar al bebé! ¡Tiene un cuchillo!". El homicida apuñaló repetidas veces a Jennifer Irigoyen en el abdomen, el pecho y el cuello. El NYPD investiga el ataque como un episodio de violencia doméstica y busca al novio.

La mujer quedó al pie de las escalares de su casa en Queens, desangrándose, tras el ataque.
La mujer quedó al pie de las escalares de su casa en Queens, desangrándose, tras el ataque.

Parte de los hechos quedaron registrados en las cámaras de seguridad del edificio. La embarazada, una agente inmobiliaria de Ridgewood, en Queens, junto al límite con Brooklyn, fue arrastrada los tres pisos desde su residencia hasta el vestíbulo, donde quedó junto a su pequeño perro, a la 1 de la madrugada del lunes.

La policía investiga el hecho como un caso de violencia doméstica.
La policía investiga el hecho como un caso de violencia doméstica.

El vecino Maurice Roman Zereoue escuchó los gritos de Irigoyen y otra persona, dijo a The New York Post. Al abrir la puerta vio a un hombre con la cabeza cubierta por una capucha, con un objeto metálico en las manos. "Lo vi arrastrarla por las escaleras", agregó. Zerenoue le pidió a su novia que llamara al número de emergencias mientras él bajaba hasta el vestíbulo del edificio del 6080 de Myrtle Avenue.

"Estaba al pie de las escaleras, desangrándose", describió. "Tenía un perrito a su lado, un carlino, creo. Tenía las patitas tapadas por las sangre". La hemorragia también le impedía hablar a Irigoyen, ya que se atragantaba. "Le pregunté '¿Sabes quién era?'", dijo Zerenoue al periódico. "Y ella asintió una y otra vez. Yo le decía: 'Aguanta, aguanta, ya vienen a ayudarte'".

Los paramédicos atendieron a Irigoyen y la llevaron al Hospital Wyckoff, donde la mujer murió.

Las cámaras de seguridad del edificio muestran el momento en que el asesino sale corriendo del lugar. "¿No cree usted que si a su novia la apuñalaran usted iría a la policía y preguntaría qué pasó?", dijo un oficial de NYPD al Post. "Bueno, él no se ha acercado a nosotros", agregó sobre el novio. "Sin dudas, es un sospechoso potencial".

Irigoyen vivía allí desde hacía un año y era una persona tranquila, describió la portera, Lisa Ramos. Tenía un primer hijo, de 12 años, de otra relación, pero el padre del niño no es un presunto implicado.

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