El camino de la eliminación de Chile rumbo a Qatar 2022

La generación dorada que conquistó dos Copas América de manera consecutiva se volvió a quedar por fuera de la Copa del Mundo

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El jugador chileno Arturo Vidal parece lamentar la derrota 2-0 ante Uruguay que dejó a su selección eliminada del Mundial de Qatar en el último partido de la eliminatoria sudamericana, en el Estadio San Carlos de Apoquindo, Santiago, Chile, 29 de marzo, 2022. REUTERS/Marcelo Hernández
El jugador chileno Arturo Vidal parece lamentar la derrota 2-0 ante Uruguay que dejó a su selección eliminada del Mundial de Qatar en el último partido de la eliminatoria sudamericana, en el Estadio San Carlos de Apoquindo, Santiago, Chile, 29 de marzo, 2022. REUTERS/Marcelo Hernández

Mientras el TAS continúa deliberando para dar la última palabra sobre el caso Byron Castillo, la selección de Chile aún tiene muchas preguntas por responder luego de quedar fuera de la Copa del Mundo de Qatar 2022. En una eliminatoria convulsa, dirigida por dos entrenadores (Reinaldo Rueda inició el proceso, pero tras su renuncia asumió Martin Lasarte), la Roja se mostró incapaz de dar con ese timonel que le permitiera desplegar su mejor juego.

Los números de Chile en la pasada eliminatoria son un golpe de realidad rotundo: cinco victorias, cuatro empates y nueve derrotas en 18 partidos disputados. Convirtió apenas 19 goles, empatados con Perú como el tercer peor ataque, y de los cuales cinco fueron convertidos por Alexis Sánchez, el máximo goleador de su selección en este proceso. La Roja también acabó la eliminatoria como la tercera peor defensa (empatada con Paraguay), recibiendo un total de 26 goles.

Pero ¿Quién fue el responsable de que Chile se quedará por fuera? ¿Byron Castillo? ¿Los entrenadores? ¿Una generación dorada entrada en años? ¿Los directivos del fútbol chileno? Lo averiguaremos a continuación.

Rusia 2018 y las peleas internas

El caso de Chile es particularmente dramático, pues su ‘generación dorada’, la misma que los hizo ganar dos Copas América de forma consecutiva en 2015 y 2016 ante la Argentina de Lionel Messi, y dejó testimonio de su buen juego durante la Copa del Mundo de Brasil 2014; no ha participado en un certamen orbital desde entonces. En las Eliminatorias de Rusia 2018 perdieron su cupo en la última fecha tras su derrota con Brasil y tras el llamado ‘pacto de Lima’ que clasificó a Colombia y Perú a expensas del combinado austral.

A raíz de esta eliminación se produjo una pelea interna entre el volante y capitán de la Roja, Arturo Vidal, y el guardameta Claudio Bravo, en la que se culparon mutuamente por la eliminación. Cuando Reinaldo Rueda asumió la dirección técnica en 2018, este conflicto continuaba latente, y aunque su mediación permitió que ambos líderes del vestuario arreglaran sus diferencias, esto no se vio reflejado en la cancha.

El ciclo Rueda

El técnico colombiano Reinaldo Rueda. EFE/ Miguel Gutiérrez/Archivo
El técnico colombiano Reinaldo Rueda. EFE/ Miguel Gutiérrez/Archivo

Las primeras dudas frente al trabajo de Reinaldo Rueda se vieron durante la Copa América de 2019, celebrada en Brasil. En el certamen llegaron hasta las semifinales donde fueron eliminados por Perú. En ese duelo en particular quedó claro que el juego ofensivo que implantaron en Chile los procesos de Marcelo Bielsa, Jorge Sampaoli, y que todavía se vio con Juan Antonio Pizzi durante el proceso de Rusia 2018, no se veía reflejado con el colombiano al mando.

Esas dudas se volvieron certezas en el comienzo de las eliminatorias, el 8 de octubre de 2019. Una derrota con Uruguay como visitante (con controversia arbitral de por medio), fue seguida por un empate a dos tantos con Colombia que le ganó críticas especialmente fuertes a Rueda, pues en vez de buscar una ventaja más amplia en el marcador optó por retroceder sus líneas y aguantar los ataques del visitante. Esto le permitió a Falcao García anotar el gol de la igualdad para Colombia en los últimos minutos de juego y le hizo ceder a Chile puntos muy valiosos como local. Aunque dieron indicios de enderezar el camino con una victoria sobre Perú en Santiago, sufrieron una inesperada e histórica derrota en Caracas ante Venezuela (la primera de la Roja ante este rival en las Eliminatorias) que hizo del ambiente alrededor de la selección algo absolutamente insostenible.

4 puntos de 12 posibles en los primeros cuatro partidos, ubicados en el sexto lugar y una falta de ideas alarmante en la cancha, se sumaron al frecuente cuestionamiento por parte de la prensa chilena a la gestión del entrenador colombiano, que no se ajustaba al perfil metódico y obsesivo que caracterizaba a Bielsa y Sampaoli. Esto derivó en su partida el 31 de diciembre de 2020, tras confirmarse su contratación para dirigir a la selección Colombia en reemplazo de Carlos Queiroz. El sustituto de Rueda en la Roja sería el uruguayo Martín Lasarte.

El ciclo Lasarte

Martín Lasarte, el sustituto de Rueda a partir de la fecha cinco de las Eliminatorias
Martín Lasarte, el sustituto de Rueda a partir de la fecha cinco de las Eliminatorias

Con la llegada de Lasarte existía la esperanza de que el rumbo de Chile mejorara en las siguientes fechas. El gran punto a favor del uruguayo estaba en los éxitos que obtuvo con la Universidad de Chile durante su paso por el club entre 2014 y 2015. Su gran punto en contra, por otro lado, era su inexperiencia en procesos de selección nacional.

Las cosas parecieron mejorar para Chile luego de vencer por 2-0 a Paraguay en Santiago y empatar sin goles en sus visitas a Ecuador y Argentina. Sin embargo, el final de la primera rueda volvió a sembrar dudas, sobre todo con el empate que cedieron como locales ante Bolivia por un gol. A ese encuentro le siguieron derrotas como local ante Brasil y ante Colombia en Barranquilla.

Estos reveses hicieron que el partido del 7 de octubre de 2021 contra Perú en el Estadio Nacional de Lima fuese definitivo en sus aspiraciones para la clasificación, pues tenían que recuperar al menos una parte de los puntos que cedieron como local en las fechas anteriores. Pero el cuadro inca se mostró intratable y superó con autoridad a la Roja por 2-0, dejándolos en una situación muy comprometedora. Ni siquiera la victoria en Santiago ante Venezuela por 3-0 hizo que las aguas se calmaran.

La irregularidad continuó siendo la seña de identidad de Chile en la parte final, pues una victoria ante Paraguay en el estadio Defensores del Chaco de Asunción fue seguida de una nueva derrota como local, esta vez ante Ecuador por 2-0 que prácticamente sepultó sus posibilidades de clasificación. Con 12 puntos por disputar y un calendario difícil, la suerte ya estaba echada. Una victoria ante Bolivia en La Paz invitó parcialmente a la ilusión, pero las derrotas ante Argentina, Brasil y Uruguay (esta última en Santiago) sellaron la eliminación de una Chile incapaz de hacer respetar su localía, de sumar puntos en los partidos de visitante donde más obligado estaba, y que dependía en exceso de las individualidades de Alexis Sánchez o Ben Brereton Diaz, o del liderazgo de Arturo Vidal, Gary Medel y Claudio Bravo, ante la ausencia de una idea de juego clara.

Flojo rendimiento ante los equipos que lo superaron

Brasil, Argentina, Uruguay, Ecuador, Perú y Colombia fueron las selecciones que superaron a Chile en la tabla de posiciones. En los enfrentamientos contra ellos, el balance final fue de una victoria (ante Perú como local), tres empates (ante Argentina, Ecuador y Colombia) y ocho derrotas. Esos números son un fiel reflejo del bajo nivel y de las pocas ideas mostradas por los jugadores y ambos entrenadores durante todo el proceso eliminatorio. Por si fuera poco, cedieron puntos contra equipos por debajo de ellos en la tabla, como ocurrió con Bolivia y Venezuela, que resultaron definitivos en su eliminación.

Problemas de la renovación

Ben Brereton Díaz fue el más destacado entre las caras nuevas de la Roja durante la Eliminatoria. El proceso de recambio generacional fue uno de los grandes responsables de la eliminación de Chile
Ben Brereton Díaz fue el más destacado entre las caras nuevas de la Roja durante la Eliminatoria. El proceso de recambio generacional fue uno de los grandes responsables de la eliminación de Chile

El proceso de 2022 coincidió con un momento generalizado en el que los países de Conmebol se planteaban el inicio de un recambio de los grandes referentes futbolísticos de las dos eliminatorias anteriores. Sin embargo, la pandemia de covid-19 hizo que, en buena parte de los países, esta renovación no se concretara de inmediato ante la imposibilidad de organizar los tradicionales Sudamericanos sub-20. También se sumaron denuncias sobre la forma en que se había desatendido el proceso formativo en muchos países de la región. Chile no fue la excepción, viéndose casos como el de Cobreloa, que optó por usar dinero originalmente destinado para sus equipos juveniles para sostener al primer equipo en este difícil momento.

Sin embargo, ya en 2015 se veían síntomas de que los procesos formativos de Chile pasaban por dificultades. En un artículo del diario La Tercera publicado ese año se hizo énfasis en la situación, luego del pobre desempeño de su selección sub-17 en el Sudamericano celebrado en Paraguay. Se enumeraron hechos como la falta de competitividad en las divisiones menores, o cierta tendencia a centralizar la formación de futbolistas en Santiago.

De ese artículo se rescatan las declaraciones de Alfonso Garcés, encargado de reclutar jugadores para las divisiones juveniles de la Universidad Católica, que señaló el poco seguimiento de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) a estos procesos:

“Desde la ANFP nos pidieron listas sin ir a ver a los jugadores. Fue muy poco el seguimiento real que se hizo y eso propicia que se pierdan jugadores (...) en este país lo que hace falta es uno o varios invernaderos en los que se cuiden las plantitas y se estén formando constantemente jugadores”

Palabras similares expresó José Sulantay, técnico de la selección chilena en sub-17 y sub-20, considerado como uno de los grandes artífices de la ‘generación dorada’:

“No se viaja a regiones. Es un hecho. A lo más, se llama por teléfono. En Chile hay muchos jugadores con talento innato, pero hay que conducirlos. De lo contrario, no pasan de ser ‘pichangueritos’ (...) En provincias somos artesanales y eso se traduce en que los jugadores tienen baches en su formación que se notan cuando uno los elige para las selecciones”

El resultado de esta situación claramente desatendida por la ANFP es que no solo la Roja, sino los clubes sufren por no contar con jugadores suficientemente capacitados para responder a las expectativas y logros de su generación dorada. Eso se refleja en el poco protagonismo de los clubes chilenos en las competiciones continentales que, a su vez, profundiza los problemas estructurales del fútbol chileno. Al tener cada vez menos roce internacional, se invierte cada vez menos en la confección de las plantillas de sus equipos, pues sus expectativas en la Conmebol Libertadores o la Conmebol Sudamericana son más modestas con cada año que pasa.

Tras concretarse su eliminación el pasado 29 de marzo con la derrota en condición de local ante Uruguay por 2-0, el entonces entrenador de la Roja, Martín Lasarte, señaló en rueda de prensa que buena parte del problema de la selección chilena durante todo el proceso estuvo en la incapacidad para concretar un recambio generacional que respondiera a las expectativas dejadas por Sánchez, Vidal, Bravo, Medel y compañía:

“Seguimos hablando de la ‘generación dorada’ y no hablamos de la generación que viene. ¿Por qué? Porque está complicado encontrar futbolistas de recursos físicos, técnicos, de recursos morfológicos, pero hay que seguir buscando”

Como no podía ser de otra forma, la gestión de la ANFP también quedó en entredicho tras dos eliminaciones consecutivas de la Copa del Mundo. Su presidente, Pablo Millad, asumió su responsabilidad, y señaló que la caída del nivel futbolístico en el torneo local es una de las causas principales por las que el recambio no se tradujo en una clasificación:

“Esto es un fracaso para mí como presidente y para el fútbol chileno. Aquí somos responsables todos. Nuestro fútbol a nivel internacional es bastante bajo. Hemos aportado muy pocos jugadores a Europa en los últimos 5 años y eso se traduce también en el rendimiento de nuestra selección”

Con el nombramiento del argentino Eduardo Berizzo como nuevo seleccionador en mayo pasado, Chile afrontará con incertidumbre las eliminatorias rumbo al mundial de 2026, pero con la clara necesidad de encontrar una identidad de juego que, por lo menos, se ajuste a las características de los jugadores que vienen.

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