Así se beneficia el cerebro de quienes corren regularmente

Un estudio de la Universidad de Arizona comparó la conectividad funcional de varios adultos jóvenes y encontró grandes diferencias

Compartir
Compartir articulo
La actividad física es fundamental para una vida saludable (iStock)
La actividad física es fundamental para una vida saludable (iStock)

Una investigación de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, encontró grandes diferencias en el cerebro de los adultos jóvenes que realizan actividad física regularmente y quienes llevan una vida más sedentaria.

El estudio, realizado a través de imágenes de resonancia magnética, concluyó que la mente de los corredores de carreras de resistencia tienen mayor conectividad funcional.

Las áreas del cerebro donde vimos más conectividad en los corredores son también las áreas que se ven afectadas a medida que envejecemos

Es decir que poseen mayores conexiones entre distintas regiones del cerebro, incluida la corteza frontal, zona importante para las funciones cognitivas como la planificación, la toma de decisiones y la capacidad de cambiar la atención entre tareas.

El informe publicado por la revista Frontiers in Human Neuroscience ayuda a conocer más beneficios que genera correr regularmente, ya que no sólo afecta a la parte física del cuerpo humano, sino también al funcionamiento del cerebro.

LEA MÁS: 

Aquarunning: cinco beneficios de correr en el agua

Un dispositivo convierte las ondas cerebrales en música

"Una de las cosas que impulsaron esta colaboración fue que ha habido una proliferación reciente de estudios, en los últimos 15 años, que han demostrado que la actividad física y el ejercicio pueden tener un impacto beneficioso en el cerebro", aseguró David Raichlen, quien participó en la investigación de la Universidad de Arizona.

Por su parte, otro de los investigadores, Gene Alexander, contó: "Las áreas del cerebro donde vimos más conectividad en los corredores son también las áreas que se ven afectadas a medida que envejecemos", aunque también explicó que aún resta definir si la actividad física puede de alguna manera prevenir enfermedades que afectan la conectividad funcional, como el Alzheimer.