Odontólogo vinculado con la fuga de Aída Merlano contó detalles del caso: “Fui a hacer una sonrisa y me dañaron la mía”

El profesional de la salud aseguró que su vida cambió desde ese día y se convirtió en “un infierno”, pues se llegó a decir que fue cómplice de la excongresista, hoy detenida en Venezuela

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Fotos: Instagram | Edición: Infobae Colombia

Luego de que Aída Victoria Merlano Manzaneda, hija de Aída Merlano Rebolledo, fuera condenada por ser cómplice en la fuga que emprendió su madre el 1 de octubre del 2019 y utilizar a su hermano menor para el hecho, habló de manera pública Javier Cely, el odontólogo que atendía la excongresista aquel día.

En una entrevista que brindó para el programa de entretenimiento ‘Lo sé todo’, el médico mencionó que, sin saberlo, aquel día su vida cambiaría para convertirse en un “infierno”, pues desde entonces la Fiscalía General de la Nación lo investigó para determinar si había sido cómplice del delito.

Luego de eso, Cely mencionó que estuvo en un tratamiento psiquiátrico porque para él “no fue nada fácil” verse involucrado en un proceso judicial como ese, pues la angustia fue su compañera durante estos casi tres años.

En cuanto a la lucha que libró para demostrar su inocencia y de la cual salió bien librado, Javier Cely dejó saber que, además de su fe en Dios, todo fue resultado del profesionalismo de su abogado, Sergio Ramírez, quien emprendió una estrategia de defensa basada, inicialmente, en que el juez excluyera todos los videos tomados al interior del consultorio porque se habían vulnerado los derechos a la intimidad.

Las razones para condenar a Aída Victoria Merlano

Al referirse a la situación de la joven influenciadora, el juez aseveró que el uso de la soga y guantes por parte de su mamá, se dio después de que fueron adquiridos con mucho tiempo de antelación: “En esa medida, lo que se advertía era un acuerdo de coautoría”.

Este es el argumento que considera como demostrativo para hablar de una coautoría de Aida Victoria y no de una mera complicidad con su mamá, pues “diferente es si el objeto de reproche hubiera consistido en haber distraído la atención de la guardiana para favorecer la fuga”.

Otro de los elementos clave en el juicio contra Aída Victoria estuvo en el testimonio de la guardiana encargada de custodiar a su madre, quien manifestó en sus declaraciones que no vio nada inusual en el estómago de la excongresista. Esto debido a que una de las hipótesis de cómo se produjo la fuga era que la soga, los guantes y una peluca irían colgando en su abdomen.

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