Al contrario de lo que se creía, Ómicron BA.2 no sería más leve, según el científico Eric Topol

El experto estadounidense avaló un estudio que asegura que la subvariante se asocia con una mayor cantidad de síntomas y más interrupciones de las actividades diarias que BA.1

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“Si bien la variante Ómicron tiene menos probabilidades de provocar una enfermedad grave en comparación con la variante Delta, sigue provocando enfermedades graves en algunas personas” (Reuters)
“Si bien la variante Ómicron tiene menos probabilidades de provocar una enfermedad grave en comparación con la variante Delta, sigue provocando enfermedades graves en algunas personas” (Reuters)

Uno de los aspectos de la aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2 que llevó calma a la comunidad científica y a la población en general fue el dato de que causan una enfermedad más leve que las anteriores, en gran medida porque llegaron cuando ya las vacunas están en circulación y han probado una gran protección ante cuadros graves.

Y si bien la capacidad de transmisión de Ómicron es mucho mayor que sus predecesoras y Ómicron BA.1 se volvió dominante en cada país donde se hizo presente, la gravedad de los cuadros que provoca hizo que se la considerara como menos dañina que las anteriores variantes.

Ahora, con la aparición de BA.2, el epidemiólogo australiano y exfuncionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Adrian Esterman aseguró que todo indica que esta subvariante “puede ser tan infecciosa como el sarampión”. El profesor dijo que es un 40% más transmisible que la variante original del SARS-CoV-2.

Y tras resaltar que tendría un número de reproducción básico (R0) de alrededor de 12, destacó que “eso significa que si se deja que se propague sin control, cada persona infectada se lo transmitirá a una docena más”. “Esto haría que la subcepa sea cinco veces más infecciosa que el virus Wuhan original y una de las enfermedades más contagiosas conocidas por la ciencia”, insistió.

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Al explicar su teoría, el profesor Esterman ahondó: “El número de reproducción básico (R0) para BA.1 es aproximadamente 8,2, lo que hace que R0 para BA.2 sea aproximadamente 12. Esto lo acerca bastante al sarampión, la enfermedad más contagiosa que conocemos”.

El número R0 es el número promedio de personas que cada paciente BA.2 podría infectar, si no hubiera inmunidad en una población (alta cobertura de vacunación) o cambios de comportamiento. Sin embargo, la mayoría de los científicos dicen que no hay motivo para preocuparse por la variante, debido a que “los casos que provoca son tan leves como el Ómicron original”.

Ahora, una reciente publicación del sitio medRxiv, cuyos autores pertenecen a la Escuela de Salud Pública del Imperial College London, dio cuenta de que, “contrariamente a la percepción de que las variantes recientes se han vuelto cada vez más leves, Ómicron BA.2 se asoció con informes de más síntomas, con una mayor interrupción de las actividades diarias que BA.1″.

Del trabajo se hizo eco en su cuenta de Twitter el prestigioso científico Eric Topol, fundador y director del Scripps Research Translational Institute, profesor de medicina molecular y vicepresidente ejecutivo de Scripps Research de Estados Unidos, quien instó a no perder el foco de atención en la lucha contra el SARS-CoV-2.

La subvariante es cinco veces más infecciosa que el virus Wuhan original y una de las enfermedades más contagiosas conocidas por la ciencia (Getty)
La subvariante es cinco veces más infecciosa que el virus Wuhan original y una de las enfermedades más contagiosas conocidas por la ciencia (Getty)

“La infección por el virus SARS-CoV-2 se asocia con una amplia gama de síntomas. El estudio Evaluación en tiempo real de la transmisión comunitaria -1 (REACT-1) ha estado monitoreando la propagación y la manifestación clínica del SARS-CoV-2 entre muestras aleatorias de la población en Inglaterra desde el 1 de mayo de 2020 hasta el 31 de marzo de 2022″, publicaron los autores del trabajo citado por Topol. Y agregaron: “Mostramos cambios en los perfiles de síntomas asociados con las diferentes variantes durante ese período, con un menor informe de pérdida del sentido del olfato y el gusto para Ómicron en comparación con las variantes anteriores, y un mayor informe de síntomas similares a los del resfriado y la gripe, controlando el estado de vacunación”.

Para la doctora Leana Wen, médica de urgencias y profesora de política y gestión sanitaria en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington, “si bien la variante Ómicron tiene menos probabilidades de provocar una enfermedad grave en comparación con la variante Delta, sigue provocando enfermedades graves en algunas personas”. “Además, incluso una enfermedad leve puede ser muy desagradable y provocar malestar, faltar al trabajo y no poder cuidar a los miembros de la familia durante días -sostuvo-. También podría infectar a otras personas, y existe la posibilidad de que los síntomas sean de larga duración”.

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