Diego Toni: “La televisión no está muerta, lo que hay que hacer es ponerla en un escala real”

Diego Toni, en su charla con Teleshow

“Fue un año difícil. La industria no logró escapar a la situación del país y viene arrastrando desde hace bastantes años un cambio de paradigma que tratamos de venir sobrellevando”, dice Diego Toni, abriendo el juego con Teleshow, dispuesto a realizar un análisis profundo de la televisión.

“Salimos del procedimiento de crisis”, afirma el gerente de Programación de Canal 9, convencido de las necesidades urgentes de un reordenamiento del medio. “La industria, y el canal en particular, están fuera de escala. Vos vas al canal y el edificio es una manzana, y de la manzana usas el 35, el 40%”.

“Arranco con el espacio físico para no arrancar con otras cosas”, explica, seguro de que la industria está sobredimensionada, que los canales de televisión hoy son una herramienta de compañía que requiere de un dinamismo absoluto. “Yo no soy empresario, por lo cual no me quiero poner en el lugar del empresario, pero sí soy parte del negocio y la televisión está perdiendo oportunidades de crecer más rápidamente. Eso nos ayudaría a todos”.

“Hay gente que plantea que la televisión se muere. La televisión no está muerta, la televisión está más viva que nunca. Lo que hay que ponerla es en una escala real”, explica Toni, apelando a la necesidad urgente de incorporar tecnología.

—Cuando hablamos de escala real, ¿estamos hablando de eliminar puestos de trabajo o de reconfigurarlos?

—No, reconfigurar los puestos de trabajo. Hay mucho más trabajo del que había hace un par de años. Se hacen muchas más ficciones que las que el mundo cree. Se hace para las plataformas VOD y se van a seguir haciendo. En noviembre y diciembre arranca la nueva plataforma de Disney. Está arrancando la plataforma de Amazon. Están Flow, Movistar y Netflix, que desde hace un tiempo ya está produciendo en la Argentina. Lo que hay que hacer es reordenar el negocio en lugar de estar aplicando metodologías de la década del 70, de que si no me dan lo que quiero lo único que hago es ir a tocar un bombo y tirar cohetes en la puerta de las productoras y los canales. No es la solución. La solución es sentarse a discutir el negocio que viene, a acompañar los cambios y a crear un convenio laboral de trabajo que nos ayude a todos. Me da impotencia saber que tenemos la posibilidad de crecer.

—¿Las limitaciones vienen de la mano de los sindicatos?

—Claramente las limitaciones vienen de la mano de los sindicatos, pero no quiero tampoco poner foco en los sindicatos. Hay todo un sistema, los sindicatos o el SATSAID (Sindicato Argentino de Televisión Servicios Audiovisuales Interactivos y de Datos) no están fuera de la Argentina. Es una visión muy personal: los sindicatos están cómodos como están, con convenios de la década del 70, como es el caso del SATSAID. Pero no podemos seguir discutiendo quién maneja una Live View cuando nos presentaron unas herramientas que generan contenido virtual que parece Disney y lo hacés dentro de un estudio. Todavía estamos discutiendo una tecnología que salió hace seis años ¿cómo vamos a incorporar esto?. Al no reorganizar a la gente, no ubicar a cada una de las personas donde hay que ubicarlas hace que la industria cada vez siga teniendo una carga que los empresarios no pueden sostener.

—Aclaremos de que estamos hablando cuando mencionás una Live View: se trata de una forma mucho más simple de ir a cubrir exteriores.

—Con una cámara y una persona. Antiguamente lo cubría un móvil siete personas.

—Hay que buscar cómo hacer que esas siete personas no pierdan su trabajo.

—Lo que hay que hacer es reconvertir esas siete personas a cámaras Live View. ¿En qué gana el espectador con eso? Es simple y sencillo: en mayor cobertura. Donde antes iban siete personas a cubrir una nota hoy pueden ir siete personas con distintas herramientas a cubrir siete momentos diferentes.

—Te hago preguntas concretas: ¿cómo tenés que hacer vos hoy si querés cubrir una manifestación con un drone?

—Cubrirla con un drone es una complicación muy grande. Tenés que tener un permiso, tenés que tener un piloto de drone a cargo del drone y tenés que tener un cámara a cargo de la cámara del drone; las dos cosas se mueven juntas. No es un helicóptero, que suben dos personas y una maneja la cámara, el otro maneja el helicóptero. Un drone es una unidad de cámara con el sistema que vuela. Tenés que tener tres o cuatro personas para hacer eso, más allá de la persona que lo traslada.

—Si tenés un columnista de cualquiera de los programas que va a ver un estreno, está con su celular y ve a Susana Giménez, ¿le puede hacer una nota?

—No, no lo puede hacer. La nota se la podés hacer; la realidad es que después no la podés editar. Porque después los editores no te editan ese material porque no está hecho con una cámara del SAT.

—¿Y vos la podés poner al aire?

—No. Tienen todos unos mecanismos que vos requerís de personal. Es lo que estamos peleando. Ese es el gran problema: la tecnología avanza y nosotros nos quedamos con un convenio laboral de la década del 70. Eso es lo que nos hace perder oportunidades riquísimas de crecimiento. Además, el negocio se diversificó tanto que hoy cuando la persona de comercial va a ver a un cliente, el cliente no tiene el único ofrecimiento de la televisión abierta: tiene un abanico de productos muy importante. Estás peleando en cada frente algo diferente. Lo que nosotros estamos planteando es incorporar la tecnología. Si vos encontrás a Susana Giménez en la puerta de un teatro y le podés hacer una nota con una cámara, que la puedas hacer y la podamos pasar. No le estás quitando el trabajo a nadie: el cámara está, lo que no estaba es en ese momento. Eso se hace complejo. Igual, con la buena voluntad de la gente y con gente que entiende la situación, se está empezando a poder hacerlo, a cuentagotas. Hay gente joven con la cabeza un poco más abierta.

—¿Cuánto te importa el rating hoy?

—El rating para el mercado es importante. No tiene la misma importancia que tenía en los últimos años. La medidora (Kantar Ibope Media) tiene una gran deuda con la industria. El minuto a minuto y los resultados no te dan una herramienta para poder trabajar con tranquilidad y con responsabilidad. Se quedaron con un instrumento muy obsoleto tratando de medir un público que cada vez es más dinámico y no lo pueden localizar.

—Explicame.

—La medidora dice que el encendido cada vez es menor, y la realidad es que el encendido cada vez es mayor. Los televisores se compran y se encienden. Después, hay que ver dónde se encienden. Se encienden con consolas de juegos, se pueden encender en plataformas VOD como Netflix, Flow o lo que fuera. Por lo cual, es inverso a lo que te dice IBOPE.

—¿Qué no estás dispuesto a hacer por rating?

—Muchas cosas. Y como productor, he hecho muchas cosas de las que me arrepiento.

—¿Por ejemplo?

—Le he permitido a la Hiena Barrios, en algún programa de Susana Roccasalvo y (Carlos) Monti, que la corriera por un estudio. Después obviamente lo hemos parado, no llegó a nada importante ni a nada mayor. Era otro contexto, otra Argentina. Pero sí, hay cosas de las que me arrepiento que no volvería a hacer.

Diego Toni adelanta en exclusiva las novedades en la pantalla de El Nueve

—Estamos atravesando como sociedad un momento histórico respecto de cómo encarar ciertos temas y luchar contra el machismo. Hay un recorrido que todos estamos haciendo desde los medios de comunicación. Y eso es muy importante.

—Es parte de la formación de todos, es parte del crecimiento de una sociedad, y los medios tienen que acompañar eso. Tenés la responsabilidad de tomar medidas que no te gustan, pero las tenés que tomar, si no estaríamos en la época de la rueda de piedra.

—Les tocó hace poco desvincular a Guillermo Pardini, no sé si fue una decisión del canal, de la productora o del programa.

—Era un hecho juzgado. Yo no puedo hablar de la vida privada de nadie que no conozca en profundidad y mucho menos de la de Guillermo, que ha sido un excelente profesional, una persona impecable de la que no tengo absolutamente nada para decir. Llegado el momento de un hecho juzgado por la Justicia, de un fallo judicial contundente, la productora habló seriamente con él, y él lo entendió y actuó en consecuencia. Tuvo la nobleza de renunciar al Martín Fierro, a APTRA, porque entendía que iban a tomar la misma medida.

—Vos trabajaste con Pardini en distintas situaciones, uno con tantos años en la industria va compartiendo en distintos momentos, y pienso en la situación del Teto Medina o lo que pasó con Ariel Rodríguez Palacios.

—Vas viviendo distintas situaciones en distintas épocas de tu vida con un montón de gente que tiene dificultades, que le pasan cosas, y a veces aguardás a la Justicia, por ejemplo, en el caso de Ariel. Lo hablamos con él, no fue un hecho de las características de las de Guillermo, fue una cuestión más de trabajo y de una interpretación de maltrato laboral (respecto a Geraldine Neumann). Entiendo que las partes se pusieron de acuerdo por intermedio de la Justicia, por lo cual ese tema finalizó al poco tiempo. El tema del Teto, hasta donde yo conozco, fue un tema con una enfermedad, con un problema de adicción, tratamos de ayudarlo. Sigue siendo parte del staff del canal, no vemos ninguna razón por el momento de apartarlo, de correrlo de nada. Acompañamos una situación de una persona que tiene una dificultad, que él mismo ha reconocido, hidalgamente. Entendemos que hay víctimas, que hay denuncias, esperaremos el fallo de la Justicia.

—¿Hay que entender caso por caso cómo proceder?

—Cada caso. Y hace días nos sorprendíamos con el hijo de Fabián Veppo (el periodista Eugenio Veppo), con quien trabajé también y era una persona encantadora. Gente a la que conozco y que le pasan cosas, lamentablemente. Vos te ponés desde un lugar y la verdad que lo lamentás mucho por las víctimas, lo lamentás mucho por él. A todos nos pasan, nos ocurren cosas. Sin quitar y sin sacarle el foco a las víctimas.

—Te preguntaba recién qué no harías por rating, y me decís que varias cosas. Últimamente, Mirtha Legrand se disculpó en reiteradas oportunidades, arrancando con aquel episodio con Natacha Jaitt.

—Mirtha se reconoce inicialmente como una persona muy competitiva, con un grado de interés muy importante sobre el rating. No puedo juzgar de qué manera trabaja; pero ella lo reconoce, lo he escuchado.

—Mirtha es un emblema en la televisión.

—Absolutamente.

—¿Qué hacés vos con un conductor si le pregunta lo que le preguntó Mirtha a Mario Massaccesi?

—Podés sentarte a charlarlo, pero eso de que bajan los directivos de una compañía a decirle a una persona lo que tiene que decir o lo que no tiene que decir, es irreal. Yo no lo viví, gracias a Dios, no lo aplico porque no pasa, no pasa en el 9 y no creo que pase en ningún medio. Y mucho menos a Mirtha. Son cosas que pasan en un vivo. Hubo como una secuencia, una seguidilla de situaciones desafortunadas en las que entendió y pidió disculpas. Pidió disculpas por lo que le dijo al Presidente, pidió disculpas por lo de Jaitt. Fue pidiendo disculpas. Esta Mirtha que vemos hoy es la Mirtha en competencia con Andy, no es la misma Mirtha fuera de la competencia.

—¿Te gusta la pantalla que tenés hoy?

—Sí. Todavía hay que seguir trabajándola, pero sí, estoy conforme. De lunes a viernes, con algunas pinceladas, vamos a continuar con los mismos formatos. Estamos contentos con ellos. Fueron creciendo y son todos jóvenes, tienen espacio para crecer todavía más. Con la tarde estamos muy conformes y muy contentos. Cuando cambiamos el formato de negocio, hace ya dos o tres años, y salimos de las novelas las levantamos con 0.9 de promedio, muy difícilmente llegaban al punto, y hoy estamos en 2.5 puntos, casi 3 puntos de promedio en la tarde, es muy positivo.

—Beto Casella sigue firme.

—Beto es la figura del canal, olvidate.

—Ya confirmado en 2020.

—20, 21, 22, 23... Aparte, tenemos una relación personal de muchos años.

—Se vienen cambios en el fin de semana.

—Para el último trimestre se viene Diego Pérez con un programa del estilo ómnibus. La idea es hacer un programa federal. Hay ahí un espacio que por el momento no se está explotando, la TV Pública es la que más lo explota casi por obligación y les va muy bien con los festivales durante el verano. Hay un programa que están terminado de grabar Felipe Pigna y Karina Mazzocco. Tiene la característica de aprovechar el archivo del canal, que es muy rico, muy importante. De hecho el canal lo está aprovechando como negocio. Por ejemplo, las series de (Carlos) Monzón y de Sandro usaron muchas entrevistas que tiene el canal, históricas. Y dijimos: “¿Por qué no aprovecharlo nosotros también?".

—¿Cómo va a ser?

—Cada capítulo es una persona. Monzón, Susana, (Alejandro) Romay, la vida de distintas personalidades de la Argentina o del mundo. En determinados momentos nos detenemos y Pigna abre una ventana y le da un contexto a esa situación. Por supuesto, Susana Roccasalvo. Y a partir de ahí empezamos a rearmar todo el fin de semana.

—¿Y Combate?

—Quisimos relanzar Combate conjuntamente con LaFlia porque entendíamos que tenía una experiencia en ese tipo de realities mucho más rica que la que podíamos aportarle nosotros. Lamentablemente el proyecto es muy ambicioso y lo tuvimos que postergar para marzo o abril de 2020.

—Charlamos una vez al año con los referentes de la industria y venís cumpliendo los objetivos que nos contás. ¿Qué tengo que esperar para el año que viene?

—La idea es seguir con las mismas figuras. Fundamentalmente el fin de semana, y con la incorporación urgente de nuevas tecnologías. Esperemos que empecemos a sentarnos todos en una mesa y empezar a dialogar con un convenio laboral más acorde al 2020 o al 2030 que a 1970. Las formas del 70 del caprichito, me paro en la puerta de las productoras, de los canales, hago ruido, eso no soluciona nada. Ni asusta a los empresarios ni convencen a los trabajadores. Todos saben que es parte de un circo es innecesario. Hay que sentarse en una mesa y trabajar seriamente. Menos bombo y más trabajo. Eso es lo que necesitamos.

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