Aunque el género de terror es considerado por muchos como un género menor, en los últimos años hemos tenido cantidad de ejemplos los cuales reafirman que este, es mucho más que sustos y posesiones diabólicas.; y que dentro de sus discursos se puede encontrar historias realmente interesantes. Tal es el caso de esta película, El teléfono negro (The Black Phone), que aborda la violencia y el maltrato infantil desde un ángulo crudo y algo diferente.
Dirigida por Scott Derrickson y basada en un cuento de Joe Hill, el hijo de Stephen King, aquí, viajaremos a un pequeño pueblo en la década de los 70, que está siendo acechado por un secuestrador de niños, y tanto la comunidad como la policía están en su búsqueda; pero en realidad no tienen la menor idea de quién es, ni de a dónde está llevando a los niños.
Un día, Finney Shaw, de 13 años, es también secuestrado por este hombre y llevado a un sótano que parece, también será su destino final. Sin embargo, pronto recibirá ayuda por parte de las almas de aquello niños que han muerto a manos del secuestrador.
Una de las pequeñas cosas que llama la atención de esta película es la violencia tan explícita en la cual está hundidos estos personajes. Las peleas que hay entre los niños y los abusos por parte de los adultos se muestra de forma frontal, revelando sin tapujos una realidad en la que lamentablemente viven muchos menores. Además, cabe recalcar que es muy poco común que en este tipo de películas, con un carácter más comercial, se muestre la violencia de una forma tan directa.
La trama de El teléfono negro se experimenta de una forma triste y dolorosa, ya que si bien, el secuestrador es la figura en la que se deposita la crueldad en su máximo potencial, él representa los síntomas; pero en realidad, el pueblo completo es la enfermedad. Una situación que nos deja reflexionando como audiencia, no solo sobre la manifestación final de la violencia, sino qué es realmente lo que la origina.
Es ahí es donde radica la inteligencia y el discurso de esta producción, que si bien lleva al público a un objetivo muy claro, que es ver a Finney librarse de las garras de este hombre, o por lo menos intentarlo; también tiene algo que decir a cuanto a la condición de la sociedad, y cómo esta violencia aplicada de forma rutinaria afecta física y psicológicamente a los personajes.
En cuanto al aspecto de terror, El teléfono negro plantea muy bien las bases y la lógica que combinan lo real con lo sobrenatural, de tal forma que esta idea de tener a los espíritus ayudando al niño a planear su escape hace perfecto sentido.
El teléfono negro se lanzó en la pantalla grande el pasado mes de junio en gran parte de Latinoamérica y todavía se encuentra en cartelera. Y ha sido calificada como una de las mejores películas de terror en los últimos 5 años, además de que ha tenido buena recepción de la crítica. Mason Thames, Madeleine McGraw e Ethan Hawke son sus personajes principales.
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