¿Por qué tu mascota sacude la cabeza y cómo identificar a tiempo la otitis?

Un movimiento repetitivo en perros y gatos puede ser una advertencia silenciosa de problemas en los oídos, cuya detección temprana es clave para evitar complicaciones dolorosas que afectan su salud y bienestar general

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La otitis en mascotas es
La otitis en mascotas es una inflamación del canal auditivo que puede provocar dolor intenso y pérdida de audición si no se detecta a tiempo.

Un gesto tan simple como sacudir la cabeza de manera insistente puede ser la forma en que un perro o un gato está tratando de comunicar que algo no anda bien. Aunque muchos tutores lo interpretan como un comportamiento sin importancia, lo cierto es que puede ser un síntoma temprano de otitis, una de las afecciones más frecuentes en la salud auditiva de los animales de compañía.

Una enfermedad común pero subestimada

La otitis en mascotas consiste en la inflamación del canal auditivo y, aunque puede comenzar como una molestia leve, con el tiempo puede provocar dolor intenso, cambios de comportamiento e incluso pérdida parcial o total de la audición si no recibe el tratamiento adecuado.

Este problema afecta especialmente a animales con orejas largas, abundante pelaje o predisposición a alergias. En gatos, suele asociarse también a problemas dermatológicos. El riesgo aumenta cuando hay acumulación de humedad en los oídos tras baños, paseos bajo la lluvia o días de playa.

“Durante el baño, el agua que queda atrapada en el canal auditivo crea un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y hongos, lo que incrementa el riesgo de infección. Por ello, es esencial secar cuidadosamente las orejas y también las áreas interdigitales, como las patas”, explica la veterinaria Cecilia Padilla, especialista en dermatología y medicina felina.

Sacudir la cabeza y rascarse
Sacudir la cabeza y rascarse de forma insistente son signos comunes de otitis que deben ser evaluados por un veterinario.

Factores que desencadenan la otitis

Las causas más habituales de la otitis incluyen:

  • Alergias ambientales o alimentarias, que generan inflamación en la piel y los oídos.
  • Parásitos, como los ácaros, que son frecuentes en gatos jóvenes.
  • Bacterias y hongos, que se desarrollan fácilmente en ambientes húmedos.
  • Cuerpos extraños, como espigas de pasto que quedan atrapadas en el canal auditivo.

Cada caso puede ser distinto y, por ello, los especialistas recomiendan no automedicar ni aplicar tratamientos caseros. Un diagnóstico veterinario permite identificar la causa exacta y establecer el tratamiento más adecuado.

Señales de alarma que no deben ignorarse

La otitis puede pasar desapercibida en sus primeras etapas, pero existen ciertos comportamientos que sirven como advertencia. Entre los signos más comunes se encuentran:

  • Sacudidas frecuentes de la cabeza, como intento de aliviar la incomodidad.
  • Rascado insistente de las orejas, a veces acompañado de quejidos.
  • Mal olor o secreciones oscuras, amarillentas o con apariencia cerosa.
  • Dolor al tocar la zona, que se manifiesta con quejidos o rechazo.
El mal olor y la
El mal olor y la presencia de secreciones oscuras en los oídos son indicadores claros de infección auditiva en animales de compañía.

Estos síntomas no deben considerarse simples molestias, ya que indican que existe un proceso inflamatorio o infeccioso que requiere atención médica.

Consecuencias de no tratar la otitis a tiempo

Lejos de ser un problema pasajero, la otitis puede afectar directamente la calidad de vida del animal. El dolor crónico puede hacer que el perro o el gato se muestre irritable, pierda el apetito o reduzca sus actividades habituales. Además, cuando la infección avanza hacia el oído medio o interno, el riesgo de pérdida de equilibrio y de audición se incrementa.

En casos graves, la inflamación puede volverse recurrente y requerir tratamientos prolongados con antibióticos, antifúngicos o incluso cirugía correctiva.

Importancia de la atención profesional

La especialista Cecilia Padilla enfatiza que intentar resolver el problema en casa con gotas sin receta o limpiezas improvisadas puede ser contraproducente. “Intentar tratar la otitis en casa puede empeorar la infección e incluso dañar el tímpano; un diagnóstico profesional permite contar con un tratamiento más efectivo y personalizado, de acuerdo con cada caso”, sostiene.

El abordaje médico puede incluir medicamentos tópicos, antibióticos orales, antifúngicos o productos para el control de parásitos, siempre ajustados al origen del problema.

El tratamiento profesional de la
El tratamiento profesional de la otitis en perros y gatos puede incluir antibióticos, antifúngicos y productos tópicos según la causa identificada.

Prevención: la mejor herramienta

Aunque no todas las otitis pueden evitarse, existen medidas que reducen considerablemente el riesgo:

  • Secar bien las orejas tras baños o juegos en el agua.
  • Mantener revisiones veterinarias periódicas, especialmente en razas predispuestas.
  • Controlar alergias con dietas específicas o medicación recomendada.
  • Revisar el canal auditivo después de paseos por el campo para descartar espigas o cuerpos extraños.

Además, la higiene debe realizarse con productos diseñados para uso veterinario, evitando remedios caseros que pueden alterar el pH del oído y favorecer la proliferación de microorganismos.

Un llamado a los tutores responsables

Detectar a tiempo las señales de otitis puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y una complicación grave. Observar de cerca el comportamiento de la mascota, prestar atención a pequeños cambios y acudir al veterinario ante la primera sospecha son pasos esenciales para garantizar su bienestar.

Los especialistas insisten en que la clave está en la prevención y la detección temprana, de modo que un gesto aparentemente inocente, como sacudir la cabeza, no se convierta en el inicio de una larga y dolorosa enfermedad.