La innovación que antecede a una gran idea

Apenas 2 de cada 10 ideas de negocio continúan funcionando y siendo rentables luego de los dos años de vida. Los factores son múltiples

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La calidad del diseño y
La calidad del diseño y la experiencia del usuario no implican linealmente al aumento de tasa de éxito del producto (Foto: Pexels)

Suena duro, pero es la realidad: a la hora de delinear un nuevo producto y/o servicio, es altamente posible que lo que estés pensando fracase. La similitud entre una idea buena y una mala idea es que al principio ambas parecen exitosas. Por eso, es necesario dimensionar la importancia del concepto de experimentar temprano y barato antes de construir algo que nadie necesita.

En los productos digitales podemos asegurar que la calidad del diseño y la experiencia del usuario no implican linealmente al aumento de tasa de éxito del producto en cuestión.

Apenas 2 de cada 10 ideas de negocio continúan funcionando y siendo rentables luego de los dos años de vida. El resto, muere. ¿Por qué? Los factores son múltiples: obsolescencia tecnológica, cambios de tendencia, falta de anticipación o reacción frente a las dinámicas del mercado y, por sobre todas las cosas, no contar con usuarios para nuestro producto.

Es por eso que decidimos aplicar nuestra experiencia y reforzar nuestro conocimiento en la estrategia aplicada al negocio de esos productos digitales que, más adelante, construimos.

Organizar y testear la idea de negocio

Para poder visualizar integralmente todas las aristas de la idea de negocio utilizamos la herramienta Business Model Canvas, que nos permite desglosar las tres grandes áreas que necesitamos para que nuestra idea funcione:

Si cubre un deseo o necesidad real de un conjunto de personas

Si se puede construir

Si es viable económicamente

Pero una vez realizado este ejercicio, seguimos estando lejos de asegurar que contamos con una buena idea. Toda la información inicial que surge son simplemente hipótesis, basadas muchas veces en nada más que la propia intuición y un par de conocidos que aseguran “yo compraría ese producto”.

Para corroborar que vamos por buen camino, el siguiente paso es comenzar a experimentar rápido y barato para corroborar nuestra hipótesis: ¿estamos solucionando un problema real? ¿Las personas pagarían por solucionarlo? ¿Tengo los medios y la tecnología para construirlo?

Hay cientos de experimentos que permiten validar una o varias hipótesis. De acuerdo al caso, se utilizan uno y una seguidilla de varios. Cuanto más información se recopile, más seguros estamos de que vamos por buen camino.

Resultados

Trabajar e iterar el modelo de negocio en base a datos nos permite bajar muchísimo el riesgo al proyecto, fortaleciendo la propuesta y maximizando el retorno. Esta tarea la hacen pocas consultoras especializadas. Nuestro distintivo es que nosotros hacemos esa tarea, además de todo el trabajo posterior de construcción de productos digitales.

Lograr ejecutar nuevas ideas de negocio que puedan competir con los servicios o productos actuales es un desafío enorme, pero puede llevarse adelante con la confianza de saber que estamos construyendo algo que los usuarios necesitan, que se puede construir y que pagarían por utilizarlo.