Perro callejero robó un peluche, la gente cooperó para compárselo, video se viralizó y le dio un final feliz

El acto de generosidad por parte de los presentes logró cambiar el destino de un can que solo buscaba compañía

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El perro que 'robó' un
El perro que 'robó' un peluche en centro comercial, encontró un nuevo hogar.

Thor, el perro callejero que acaparó la atención en redes sociales por llevarse un peluche de una tienda de Yucatán ubicada dentro del centro comercial Las Américas, ha sido adoptado tras conmover a miles de personas.

La reacción masiva que generó su historia se tradujo no solo en apoyo económico espontáneo de desconocidos que quisieron costearle el objeto, sino también en una oportunidad de dejar atrás su vida en las calles.

Ahora, Thor ha comenzado un proceso de adaptación en el hogar de Allan, quien acudió a su encuentro tan pronto como vio el video que desencadenó el fenómeno viral. Aunque, sorpresivamente, esa no era la primera vez que intentaba rescatarlo de las calles.

Proceso de adopción y adaptación

El animal había tomado un
El animal había tomado un peluche de los estantes. Foto: (Redes sociales)

Según el relato del adoptante para una entrevista con un medio local, el rescate de Thor en realidad requirió varios intentos. El primer encuentro ocurrió en un club deportivo, donde decidió llevarlo a casa, sin embargo, esa misma noche, el ejemplar escapó del domicilio.

“Yo siempre traigo en la cajuela del carro un poco de alimento. Entonces, con eso lo atraje, lo llevé a casa. En la noche salí a una posada y cuando regresé en la madrugada me había roto la ventana y el biriñaque y se escapó”, relató.

El joven detalló que solo logró recuperarlo tras rastrear la información compartida en redes sociales y luego de largas horas buscándolo en la colonia Las Américas y sus alrededores, hasta que finalmente el perro aceptó acompañarlo de nuevo a casa.

Respecto al icónico peluche, el hombre confesó que no logró recuperarlo, pues al reencontrarse con el canino, el objeto ya había desaparecido; aunque no se sabe realmente lo que sucedió, se cree que alguien pudo haberlo sustraído.

Por otro lado, el nombre Thor, según relató el joven en un video publicado en la cuenta @thor.con.sushermanos, hace justicia al carácter del perro: “Soy muy travieso, tiré los cristales, me eché el miriñaque y me perdí”.

Allan habilitó el perfil de Instagram mencionado para compartir información sobre los progresos del animal y mantener contacto con quienes siguieron su caso desde el principio.

Las imágenes que iniciaron la cadena de solidaridad muestran a Thor adentrándose en una tienda del centro comercial, eligiendo su peluche y, acto seguido, saltando y corriendo con el juguete entre los dientes.

Pronto, una empleada trató de recuperar el objeto, sin embargo, quienes lo vieron en el lugar reunieron dinero para pagar el peluche y asegurar que el animal pudiese disfrutar de su nueva compañía.

Un final feliz gracias a la comunidad

El gesto solidario de clientes convirtió el momento en viral. Crédito: redes sociales

Según el propio adoptante, la convivencia no ha estado exenta de desafíos, pues el perro arrastra hábitos de vida callejera que dificultan la integración con otras mascotas del domicilio.

Ante dicho escenario, se encuentran en marcha acciones de acompañamiento profesional en adiestramiento canino, con el objetivo de favorecer una convivencia armónica. De lograrse estos avances, la adopción se consolidará de manera definitiva.

De acuerdo con información difundida en Facebook por la agrupación Esterilizando Patitas, Thor tiene una cita programada para valoración veterinaria y baño en estética en la clínica Mattscota este lunes 29 de diciembre, y si su estado general lo permite, le realizarán la cirugía de esterilización para asegurarle un futuro más sano.

En general, la suma de esfuerzos de la comunidad resultó esencial para el conmovedor desenlace; desde quienes aportaron para comprarle el peluche, hasta quienes colaboraron en la viralización del video.

Así, la historia de Thor, que se vio marcada por gestos tan sencillos como la generosidad de pagar un peluche, terminó con la adopción definitiva.