La vitamina clave para combatir el hígado graso que retrasa la fibrosis y reduce la inflamación

Este nutriente esencial puede marcar la diferencia gracias a la protección que brinda a las células hepáticas

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Esta vitamina puede complementar tratamientos
Esta vitamina puede complementar tratamientos médicos y cambios de estilo de vida en el manejo del hígado graso no alcohólico. (Foto: Infobae México/ Jesús Aviles)

Como sabemos el hígado graso es una de la condiciones de mayor prevalencia tanto en México como en el mundo.

Por esta razón es importante conocer cuales son las herramientas que tenemos para combatirlo y ayudar a revertirlo en sus primeras etapas, cuando aún es posible evitar que derive en cirrosis.

En este sentido, existe un nutriente clave que ha demostrado tener un impacto positivo en el combate de dicha condición, principalmente debido a su elevado contenido de antioxidantes.

Nos referimos a la vitamina E y aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre sus propiedades para la salud hepática.

La acción de esta vitamina
La acción de esta vitamina contribuye a retrasar la progresión de la fibrosis en el hígado graso no alcohólico. (Foto: Infobae México/ Jesús Aviles)

Los importantes beneficios que brinda la vitamina E para el combate del hígado graso

Como mencionamos, incrementar el consumo de este nutriente, pueden tener un impacto real en el combate del hígado graso gracias a los siguientes beneficios:

  • Acción antioxidante: La vitamina E neutraliza los radicales libres en el organismo. Esto ayuda a proteger las células hepáticas del daño causado por el estrés oxidativo, un factor clave en la progresión del hígado graso no alcohólico.
  • Reducción de la inflamación: Diferentes estudios han mostrado que la vitamina E contribuye a disminuir la inflamación en el hígado. Al reducir los procesos inflamatorios, se puede limitar el avance de la enfermedad y mejorar la función hepática.
  • Mejoría en los niveles de enzimas hepáticas: El consumo controlado de vitamina E puede favorecer la disminución de las transaminasas, enzimas que suelen elevarse ante daño hepático. Niveles estables de estas enzimas se asocian con una mejor salud del hígado.
  • Favorece la resistencia a la insulina: La vitamina E puede contribuir a mejorar la resistencia a la insulina, un problema común en personas con hígado graso. El control de la insulina facilita la reducción de la acumulación de grasa en el hígado.
  • Retraso en la progresión de la fibrosis: La acción antioxidante de la vitamina E puede ayudar a limitar el daño en los tejidos hepáticos, lo que resultaría en una menor formación de fibrosis o cicatriz en el hígado.
  • Seguridad en pacientes sin diabetes tipo 2: La evidencia sobre los beneficios de la vitamina E es más concluyente en personas con hígado graso no alcohólico que no padecen diabetes tipo 2, según algunas investigaciones clínicas.
  • Apoyo a tratamientos médicos y cambios de estilo de vida: El uso de vitamina E no sustituye otras intervenciones, pero puede aportar beneficios adicionales cuando se combina con dieta, ejercicio y seguimiento médico.
En caso de pensar en
En caso de pensar en el uso de suplementación con vitamina E esto debe realizarse bajo prescripción profesional, ya que su uso indiscriminado puede tener riesgos para la salud.(Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo obtener vitamina E de la dieta para combatir el hígado graso

La mejor manera de obtener los beneficios de la vitamina E es a través de la dieta mediante el consumo de alimentos de origen vegetal y algunos productos de origen animal. Los principales alimentos ricos en vitamina E son:

  • Aceites vegetales, como el de germen de trigo, de girasol, de oliva y de maíz.
  • Frutos secos, especialmente almendras, avellanas, nueces y semillas de girasol.
  • Verduras de hoja verde, entre ellas la espinaca y el brócoli.
  • Aguacate.
  • Cereales integrales.
  • Mango, papaya y kiwi.
Los frutos secos son una
Los frutos secos son una de las principales fuentes naturales de vitamina E. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La incorporación regular de estos alimentos en la dieta favorece el aporte adecuado de vitamina E, que puede contribuir a proteger la salud del hígado cuando se combina con una alimentación equilibrada, actividad física y supervisión médica.

En algunos casos se puede pensar en recurrir a la suplementación; sin embargo, no se aconseja hacerlo sin indicación profesional, ya que el exceso de vitamina E puede causar efectos adversos en personas con hígado graso.