Israel Vallarta vacaciona en Tamaulipas a casi 20 años del montaje en el caso Cassez-Vallarta

Tras pasar 20 años en prisión sin sentencia, Israel Vallarta Cisneros fue visto este fin de semana en el Centro Histórico de Tampico, pero acompañado igualmente de su esposa, la activista Mary Sainz. Con semblante tranquilo, sonriente y en evidente ánimo de celebración, Vallarta caminó por la Plaza de Armas, saludó a curiosos y mostró su credencial del Instituto Nacional Electoral (INE) recién obtenida después de su salida del Penal del Altiplano, en el Estado de México.

En medio de fotografías y saludos recogidos por medios locales, Vallarta declaró sentirse fascinado por la ciudad y agradeció el apoyo que recibió durante los años en los que luchó por demostrar su inocencia.

El recorrido por la ciudad tamaulipeca marca el primer viaje público de Vallarta tras su liberación, luego de que el pasado 1 de agosto una jueza federal del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Penal en Toluca lo absolviera de los delitos de secuestro, delincuencia organizada, privación ilegal de la libertad y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército.

Durante años, Vallarta denunció haber sido víctima de tortura y manipulación judicial, así como de la aplicación desmedida de la prisión preventiva, que lo mantuvo en la cárcel sin sentencia durante casi dos décadas.

Sin embargo, la Fiscalía General de la República (FGR) anunció que apelará la resolución absolutoria. El fiscal Alejandro Gertz Manero sostuvo que existe una “obligación moral y jurídica” de defender a las seis víctimas que lo señalaron por secuestro y que, aún, hay aspectos pendientes por esclarecer en el expediente.

En rueda de prensa frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), anunció que presentó denuncias contra Luis Cárdenas Palomino, antiguo coordinador de Inteligencia de la extinta Policía Federal (PF), así como contra otros funcionarios vinculados a su caso. Aunque originalmente el expediente se ha enfocado en tortura, Vallarta aclaró que busca que se agreguen más delitos conforme avance la investigación.

Sobre esa misma línea, expresó igualmente su intención de solicitar una reparación del daño proporcional al tiempo que estuvo privado de su libertad:

“Nada más lo justo. No quiero que me den de más, pero tampoco que me den menos”. Agregó que esta batalla simbólica debe contribuir a limpiar su nombre y el de su familia.

Aunque libre, Vallarta afirmó que su lucha continúa, pues su familia sigue incompleta. Su hermano Mario y su sobrino Sergio, detenidos desde hace años en relación al mismo caso, aún no han sido liberados. Aseguró que exigirá la misma justicia que obtuvo para él, pues considera que han sido víctimas de las mismas irregularidades y torturas