Este fue el día que rompió todos los récords de lluvia en la CDMX, según la UNAM

La capital mexicana ha experimentado precipitaciones de hasta 159.51 milímetros en un solo día

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El aumento de lluvias extremas
El aumento de lluvias extremas en la Ciudad de México se vincula al cambio climático global. (Jesús Avilés)

La Ciudad de México registró en junio de 2025 uno de los periodos con mayores niveles de lluvia, con un promedio de 337 millones de metros cúbicos de agua en 30 días, casi el doble de la media histórica desde 1968, explicó la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada.

Esta situación provocó el lunes 2 de junio el colapso de los sistemas de drenaje en distintos puntos de la ciudad, generando afectaciones en la red de transporte público y la circulación vial.

A pesar de los altos niveles de lluvia, datos recogidos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indican que ni siquiera las intensas lluvias del mes pasado rompieron un récord en particular: el del día con más lluvia dentro de la CDMX.

Las autoridades capitalinas destacaron que el lunes 2 de junio los valores acumulados de lluvia alcanzaron entre 53.5 y 84.5 milímetros, lo que representa un nivel atípico en el Valle de México pero no el récord en el Valle de México.

En la Ciudad de México,
En la Ciudad de México, los umbrales de lluvias extremas se superan con mayor frecuencia en años recientes. (Cuartoscuro)

La UNAM apuntó que de acuerdo con registros históricos de precipitación acumulada diaria, la capital mexicana ha experimentado precipitaciones de hasta 159.51 milímetros en un solo día.

El máximo de lluvia histórica para la Ciudad de México se registró el 4 de febrero de 2010, fuera de la temporada habitual de lluvias, por lo que se le considera un caso atípico.

Especialistas de la máxima casa de estudios apuntan que en la región del Valle de México se presentan en promedio una o dos precipitaciones extremas por año en que superan los 50 mm acumulados en 24 horas.

Por las fuertes lluvias e inundaciones, el agua sale de la red de drenaje en Coacalco, Edomex Crédito: (Periódico Izcalli/Facebook)

Por qué las lluvias se han vuelto extremas

Durante las últimas décadas, distintos análisis y reportes han demostrado un incremento tanto en la frecuencia como en la intensidad de las lluvias extremas en la Ciudad de México, fenómeno que se observa también en otras regiones del planeta.

Estudios regionales y trabajos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) vinculan esta tendencia con el calentamiento global generado por actividades humanas, tales como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y otras fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero.

Debido a las fuertes precipitaciones, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, informó acerca de estas precipitaciones que afectaron a varias alcaldías de la capital del país. Crédito: X/@ClaraBrugadaM.

La relación entre el cambio climático y el aumento de eventos de precipitación extrema obedece a mecanismos físicos bien estudiados.

Por un lado, a medida que las temperaturas promedio globales se elevan, la atmósfera retiene más vapor de agua, lo que incrementa el potencial para lluvias más intensas cuando las condiciones favorecen la condensación y precipitación.

Por otro lado, esta dinámica contribuye a una mayor incertidumbre y variabilidad en los patrones de lluvia, lo que puede traducirse en periodos prolongados de sequía alternados con lluvias muy intensas en cortos intervalos.

Para México en particular, las proyecciones sobre la frecuencia y magnitud de lluvias extremas todavía presentan elevadas incertidumbres.

El concepto de “lluvia extrema” varía dependiendo del régimen regional de precipitaciones: lo que en una zona es un evento excepcional, en otra puede considerarse habitual.

Por ello, la medición y análisis recurrente de datos meteorológicos en cada región sigue siendo fundamental.

El caso de la Ciudad de México es ilustrativo, pues si bien los umbrales de eventos extremos han sido rebasados con mayor frecuencia en años recientes, cada episodio debe evaluarse según el contexto histórico y local para poder atribuirlo o no al cambio climático.