Isaías Espinoza “Chef en proceso” habla por primera vez sobre la verdad detrás de su salida de MasterChef Celebrity

Isaías Espinoza salió de MasterChef Celebrity Generaciones 2025, pero su salida no pasó desapercibida. Aunque quedó fuera de la competencia, el cariño del público y la conexión que logró con la audiencia lo convirtieron en uno de los favoritos de esta temporada.

Su eliminación dejó a muchos con la boca abierta. Las redes sociales se llenaron de mensajes, memes, videos y fotos editadas por fans que no podían creer que él se fuera tan pronto. Algunos hasta lo empezaron a ver como un símbolo de atracción, algo que ni él mismo se esperaba.

“Recibí un cariño bien, bien cañón”, dijo Isaías en una entrevista que le hizo Antonio Betancourt para este programa de Azteca, todavía sorprendido por la cantidad de apoyo que recibió después de salir del programa.

Isaías decidió ver el episodio de su eliminación en Monterrey, rodeado de su familia y amigos. No les contó antes que saldría, ni siquiera a su mamá. Quería que lo vivieran en el momento, sin anticiparse a la tristeza.

“No quería que se decepcionaran desde antes”, explicó. Grabó sus reacciones y las guarda como un recuerdo especial.

Las expresiones de sorpresa y enojo no se hicieron esperar. “¿Qué? ¿Es neta?”, fueron algunas de las frases que se escucharon cuando vieron el capítulo. Aunque algunos de sus amigos del programa no pudieron estar presentes, le mandaron muchos mensajes de ánimo. Para Isaías, eso es lo que más valora: las amistades verdaderas que nacieron durante la competencia.

Él mismo reconoce que cometió errores en el reto de eliminación. La masa de sus garnachas no salió bien. Fue un fallo técnico que, según las reglas, justificaba su salida. Uno de los factores que influyó fue una sugerencia de los chefs: usar manteca en la masa. Isaías nunca lo había hecho antes y decidió intentarlo en ese momento clave. No funcionó.

Antes de eso, tomó una decisión que pudo haber cambiado su destino. Se bajó del balcón, donde estaba a salvo, para cocinar en un reto. Lo hizo porque quería seguir aprendiendo y no solo mirar desde arriba. Se lo propuso directamente a Dani, quien tenía el pin de inmunidad. Luego, la edición del programa hizo parecer que Rafa había decidido bajarlo, pero Isaías aclaró que él se ofreció primero y en privado.

Durante el reto del mole, otro momento complicado, Isaías tardó en entender la dinámica. Tenía que pedir ayuda a los chefs, pero no lo hizo a tiempo. Escogió a Herrera, experto en ese platillo, pero al final no aprovechó bien los cinco minutos de apoyo. Ese error, más la presión y los nervios, le jugaron en contra.

Desde el inicio, Isaías quiso competir sin dar motivo a sospechas de favoritismo. Por eso, aunque los chefs le tenían cariño, él mantenía cierta distancia para que lo evaluaran con objetividad. Siempre respetó sus comentarios, incluso cuando le exigían más que a los demás.

Algunos lo criticaron por no pedir ayuda, pero él dice que no fue por orgullo, sino por tratar de resolver solo y demostrar que podía. En el reto del mole, Chef Herrera incluso le dijo que parecía arrogante por no pedir apoyo. Isaías no lo vio así, pero aceptó la crítica y siguió adelante.

Aunque ya está fuera, no cierra la puerta a un posible regreso. Si se abre una oportunidad de repechaje y es justa, volvería sin pensarlo. Todavía tiene muchas ganas de cocinar y cree que su historia en MasterChef no ha terminado.

Sobre la posibilidad de ser juez en el futuro, Isaías lo ve como algo que podría pasar más adelante. Le gustaría, pero también cree que aún tiene mucho por aprender. Para él, ese rol requiere mucha preparación y experiencia.

Lo que pasó después de su eliminación no lo esperaba. Las redes lo llenaron de cariño, bromas, memes y hasta lo pusieron en un lugar inesperado: el de símbolo atractivo del programa. Isaías decidió compartir todo ese contenido y agradecer a quienes lo apoyaron. “No me imaginé que la gente me fuera a querer así”, confesó.

En un programa lleno de competencia, estrés y retos, él logró algo que pocos consiguen: una conexión genuina con la gente. Y eso, para él, vale más que cualquier trofeo.

Isaías salió de la cocina de MasterChef, pero se llevó algo mucho más valioso: el respeto de los chefs, la admiración del público y una red de amigos que lo apoyan dentro y fuera del programa.

Dice que seguirá cocinando, aprendiendo y buscando nuevas oportunidades. Si regresa al programa, será con más experiencia y el mismo entusiasmo. Y si algún día se sienta del otro lado, como juez, lo hará con la misma honestidad que lo caracterizó como participante.

Por ahora, su historia sigue cocinándose a fuego lento. Y hay muchos que esperan con ganas el próximo capítulo.