‘Cónclave’, la ficción en la que un cardenal mexicano lucha por ser reconocido como el nuevo Papa

Dirigida por Edward Berger y basada en la novela homónima de Robert Harris, Cónclave gira en torno a uno de los procesos más enigmáticos y reservados de la Iglesia Católica, la elección de un nuevo papa, un ritual que culmina con la emblemática señal del humo blanco en la Capilla Sixtina.

Aunque se trata de una obra de ficción, el autor se basó en eventos y dinámicas reales del Vaticano para construir una narrativa que mezcla intriga política, secretos y reflexiones sobre el poder. El personaje principal, el cardenal británico Lawrence, interpretado por Ralph Fiennes, es el decano del Colegio Cardenalicio y el encargado de dirigir el cónclave. A lo largo de la película, Lawrence se enfrenta a un dilema moral y a un misterio que amenaza con desestabilizar los cimientos de la Iglesia cuando, en un giro inesperado, el cardenal mexicano, Vincent Benítez, interpretado por Carlos Diehz, llega al cónclave con un documento que revela que fue nombrado en secreto (in pectore) por el papa fallecido.

La película cuenta con un elenco destacado que incluye a Stanley Tucci y John Lithgow, quienes dan vida a otros cardenales involucrados en el proceso de elección. Además, Isabella Rossellini interpreta a Sor Agnes, una monja encargada de supervisar la Casa Santa Marta, donde los cardenales residen durante el cónclave. Aunque su papel es aparentemente secundario, dicho personaje ofrece una reflexión sobre la estructura patriarcal de la Iglesia y la marginación de las mujeres dentro de esta institución, pues Sor Agnes, a través de su silencio y observación, aporta una perspectiva crítica sobre las dinámicas de poder en el Vaticano.

En la película, el proceso de elección del nuevo Papa evidenció las profundas divisiones ideológicas dentro de la Iglesia. Por un lado, el Cardenal Bellini, identificado como un líder liberal y progresista, representaba una visión más abierta y adaptada a los tiempos modernos. En el extremo opuesto, el Cardenal Tedesco, conocido por su postura ultraconservadora, defendía la idea de que la Iglesia había cedido demasiado ante las corrientes contemporáneas. En medio de estas dos posturas, el Cardenal Tremblay emergía como un estratega político cuya lealtad parecía estar más orientada hacia sus propios intereses que hacia una ideología específica.

A medida que el proceso avanza y las votaciones se acumulan sin llegar a un consenso, comienzan a surgir escándalos que sacuden la aparente solemnidad del cónclave. Uno de los favoritos, el carismático cardenal Adeyemi (Lucian Msamati), se ve obligado a abandonar la contienda tras la filtración de una relación amorosa de su juventud con una monja, convertida ahora en un escándalo sexual. Por su parte, se revelan los intentos de Tremblay por manipular la elección comprando votos. Incluso Tedesco, pese a su influencia, pierde el respaldo de sus aliados más cercanos tras pronunciar un discurso incendiario que incita a una cruzada contra el Islam, dejando en evidencia su intransigencia.

Al final de la película, tras su elección, Benítez confiesa al cardenal Lawrence que nació con órganos sexuales femeninos, aunque siempre se ha identificado como hombre. Este giro inesperado lo convierte, simbólicamente, en el primer papa intersexual de la historia, lo que plantea profundas preguntas sobre identidad, inclusión y el futuro de una Iglesia que enfrenta presiones para reformarse.

En este contexto, Benítez adopta el nombre “Inocencio”, un gesto cargado de significado que representa pureza, pero también la intención de liderar desde la empatía, el diálogo y la reconciliación, marcando un nuevo capítulo en la historia del Vaticano.

Aunque en el filme no se define el tiempo de espera entre la salida del último Papa y el inicio de la elección, en la vida real el proceso comienza entre 15 y 20 días después de la muerte o renuncia de un pontífice, un periodo establecido para permitir que los cardenales viajen desde diferentes partes del mundo hasta Roma. Cuando esto sucede, todos los cardenales menores de 80 años tienen derecho a votar, y cada uno recibe una iglesia titular en Roma durante su estancia.

El cónclave se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, donde los cardenales permanecen completamente aislados del mundo exterior hasta que se elige un nuevo papa. La votación, conocida como escrutinio, sigue un protocolo estricto: papeletas escritas a mano, rondas múltiples —hasta cuatro por día— y quema de las papeletas tras cada ronda. El humo que emerge de la chimenea indica si se ha llegado a una decisión: negro si no hay consenso, blanco si hay nuevo papa.

Aunque Cónclave no fue filmada dentro de la Capilla Sixtina debido a las restricciones del Vaticano, el equipo de producción recreó con gran detalle los espacios sagrados en un set construido especialmente para la película, lo que permitió captar la atmósfera de aislamiento, tensión y solemnidad que caracteriza al proceso real.

Gracias a ello, la película muestra con realismo dramatizado cómo los cardenales discuten en privado, forjan alianzas y enfrentan dilemas de conciencia. Escenas como las conversaciones nocturnas entre personajes en escaleras o habitaciones apartadas reflejan, aunque de forma ficticia, las dinámicas de poder, las tensiones personales y las estrategias políticas que podrían influir en una decisión de tal magnitud.

Para quienes deseen adentrarse en esta intrigante historia, ‘Cónclave’ está disponible en Prime Video en Latinoamérica desde el viernes 18 de abril.

Amazon Prime, de la empresa multinacional estadounidense Amazon, es un programa basado en el pago de membresías para adquirir servicios de streaming de películas y música, productos y acceso a librerías virtuales como Kindle.

En el caso de las películas, el servicio de streaming ofrece dos planes distintos de suscripción en México: 99 pesos al mes u 899 pesos al año. Además, los nuevos usuarios pueden acceder a una prueba gratuita de 30 días, con la posibilidad de cancelar en cualquier momento.