El trágico accidente en el que murió Pedro Infante: así luce actualmente el lugar en donde falleció ‘El ídolo inmortal’

El 15 de abril de 1957 marcó uno de los momentos más desoladores para el pueblo mexicano, cuando Pedro Infante, el aclamado ídolo del Guamúchil, falleció en un trágico accidente aéreo en un barrio de Mérida, Yucatán.

La noticia de su muerte resonó en todo México, dejando un vacío irreparable en el corazón de sus seguidores. El Noticiero Mexicano realizaría una cobertura emotiva de su fallecimiento con las palabras: “Pedro nuestro amado Pedro, se ha confirmado ha muerto”, sumiendo en un hondo silencio a la nación que observaba el solemne adiós de uno de los pilares de la Época de Oro del cine mexicano en un monumental funeral.

A días de su aniversario luctuoso número 67, más de uno se ha interesado en la historia detrás del ídolo de México, cómo el conocer cómo luce actualmente el lugar donde sufrió el accidente que le arrebató la vida, en medio de fuertes rumores y teorías que aseguraban todo se había tratado de un atentado. Pues este histórico espacio con el tiempo se volvió un tributo para recordar y rememorar a un ídolo que sigue trascendiendo en generaciones y el tiempo.

En Mérida, el recuerdo de Infante es palpable a través de un busto dorado y un letrero conmemorativo en el lugar del accidente, que honra no solo a Infante sino también a Víctor M. Vidal, Marciano Bautista, Ruth Rosell Chan y el menor Baltazar Martín Cruz, quienes compartieron su destino aquel fatídico día.

Una placa, colocada en septiembre de 1993, narra el suceso, mientras que el cercano Parque ‘Pedro Infante’ alberga una estatua y citas del actor, perpetuando su legado.

Ubicación: el sitio ahora histórico y nostálgico se encuentra en las calles 54 sur y 87 de Mérida, en la esquina se encuentra una tienda de abarrotes llamada La Socorrito.

La desolación se apoderó de sus seres queridos en el momento del velorio; las lágrimas y rezos envolvían la atmósfera mientras la madre de Infante expresaba su inmenso dolor.

La comunidad artística, incluyendo a figuras como Cantinflas, El Indio Fernández, Aceves Mejía, el boxeador Ratón Macías, Irma Dorantes y la Tacita, se congregó en un último tributo, evidenciando la profunda huella que Pedro Infante había dejado en el ámbito cultural mexicano.

Pedro Infante, quien había alcanzado el estatus de superestrella por sus contribuciones al cine y la música, recalaba en la memoria colectiva como el emblema de la canción ranchera y romántica. La tragedia de su muerte, surcando los cielos como copiloto de la C-87 Liberator Express, y la misteriosa ausencia de sus restos, solo han alimentado los mitos en torno a su persona, consolidando aun más su posición como leyenda indiscutible de México.