Ausencia de AMLO por Covid puso a prueba a las “corcholatas”; quién salió mejor librado, según Riva Palacio

El columnista consideró que los días de recuperación del presidente fueron una oportunidad para poner el reflector en los posibles presidenciables

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Ebrard, Sheinbaum y López Hernández tuvieron que desempeñar sus funciones sin el cobijo de AMLO durante sus días de reposo. (Cuartoscuro)
Ebrard, Sheinbaum y López Hernández tuvieron que desempeñar sus funciones sin el cobijo de AMLO durante sus días de reposo. (Cuartoscuro)

Se cumplió una semana —de días hábiles— sin que Andrés Manuel López Obrador participe en las actividades oficiales que su cargo como presidente contempla debido a su reciente contagio de Covid-19.

Tanto el mandatario como los integrantes de su gabinete han asegurado que, durante su recuperación, AMLO ha estado al pendiente de los acontecimientos en el país, pero su ausencia no sólo significó que se alejara de las apariciones públicas, sino que fue una oportunidad para que la y los aspirantes a relevarlo demostraran sus capacidades.

De acuerdo con el columnista Raymundo Riva Palacio, la momentánea —y repentina— salida de López Obrador de la escena pública dirigió los reflectores a las “corcholatas” que buscan llegar a la Presidencia en 2024: Adán Augusto López Hernández, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.

El secretario de Gobernación fue el encargado de representar al presidente en las conferencias matutinas de Palacio Nacional. Sin embargo, en palabas del periodista mencionado, aunque “le regalaron el escenario, le quedó grande”.

El secretario de Gobernación encabezó las conferencias en representación de AMLO. (REUTERS)
El secretario de Gobernación encabezó las conferencias en representación de AMLO. (REUTERS)

Lo anterior, debido a que a pesar de ser el primer designado para sustituir a AMLO durante su ausencia, no logró apaciguar las incertidumbres y especulaciones que la contingencia sanitaria en Palacio Nacional desató.

“Apareció en la mañanera desinformado y pendenciero, confuso y contradictorio. En el momento que debía mostrar su temple, generó inestabilidad”, fue como Riva Palacio calificó el desempeño de López Hernández.

Por otro lado, el también analista político consideró que esta eventualidad, en lugar de encaminar la atención a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, la presencia de esta se opacó.

La noticia de la primera gira de Sheinbaum Pardo por Estados Unidos, en la que se reunió con migrantes mexicanos y participó en la Cumbre de las Ciudades de las Américas, quedó “en segundo plano”. Desde la perspectiva del columnista, todo se debió a que no tuvo, en esta ocasión, ningún impulso de AMLO. “Sin el helio que le inyecta López Obrador no puede volar”.

Finalmente, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, a pesar de ser “el más lejano de las querencias del presidente”, fue quien aprovechó una oportunidad inigualable ante la situación.

No fue necesario para él encabezar al gobierno ni tener una gira de trabajo, pues una visita a Tabasco tuvo el significado suficiente para salir bien librado de la momentánea desaparición de López Obrador.

El 25 de abril, dos días después de que se hiciera público el contagio del titular del Ejecutivo Federal, Marcelo Ebrard compartió en redes una fotografía en la que apareció junto a Beatriz Gutiérrez Müller durante el evento que ella encabezó: el Fandango por la Lectura.

Sin que hubiera un motivo verdadero para que el canciller acudiera a la celebración cultural en Tabasco, Gutiérrez Müller lo invitó y eso, en consideración de Riva Palacio, fue un “haz de luz altamente significativo”.

“Ebrard prácticamente no hizo nada, pero lo que sí hizo tiene un valor incalculable. La fotografía con Gutiérrez Müller, la esposa del presidente de los símbolos, fue un mensaje, pero, ¿para quién?”, planteó el periodista.

En conclusión, la columna de Riva Palacio publicada en Eje Central determinó que esta fue una oportunidad más para que los posibles presidenciables pusieran sobre la mesa sus aptitudes de cara a la sucesión presidencial sin cobijo alguno de AMLO. Sin embargo, cuando llegue el momento será él quien “decidirá a quién quiere como sucesor”.