La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tiene nuevo abogado general. El rector Enrique Graue Wiechers nombró este martes para dicho cargo al Mtro. Hugo Alejandro Concha Cantú.

En la Sala Justo Sierra de la Rectoría, Graue señaló que Concha Cantú tiene una gran responsabilidad para estar en el cargo e indicó que estará para servir a la Máxima Casa de Estudios.

Por su parte, el licenciado en Derecho por la UNAM y maestro en Relaciones Internacionales por The Johns Hopkins University, de Estados Unidos, expresó sentirse muy honrado y se comprometió a servir a la Universidad Nacional, y todas las entidades que forman parte de ella, con toda su capacidad y espíritu auriazul.

Concha Cantú hizo un amplio reconocimiento a su antecesor, Alfredo Sánchez Castañeda, quien por su parte agradeció al rector Graue la oportunidad de trabajar a favor de la UNAM y dijo sentirse satisfecho de la labor realizada por todo el sistema jurídico universitario en este tiempo.

Desde 1994 ha sido investigador de la UNAM en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), así como del Centro de Estudios de México, Fundación Ortega y Gasset, en la Universidad Pompeu Fabre, Barcelona.

Sobre su carrera profesional, también fue en 1994 asesor de la Procuraduría General de la República (PGR), subdirector de Asuntos Internacionales en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y asesor del abogado general de la UNAM entre 1995 y 1996.

Asimismo, fue asesor del presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el 2000 y 2002; y consultor externo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en 2000.

De abril del 2008 hasta junio de dicho año estuvo a cargo de la Secretaría Ejecutiva del Instituto Federal Electoral y de octubre de 2005 a enero de 2010, fue director ejecutivo de Capacitación Electoral y Educación Cívica.

El nombramiento se da en medio del escándalo de Yasmín Esquivel, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), quien es investigada por el plagio de una tesis de licenciatura que presentó en el año 1987, pero que un año antes el alumno Édgar Ulises Baez Gutiérrez presentó un texto con características similares.

Cabe mencionar que la UNAM no puede ofrecer mayores detalles en torno a los avances de la investigación debido a una suspensión provisional que ganó la ministra ante un Tribunal Colegiado en la Ciudad de México.

Según el equipo de abogados de la ministra, el amparo busca garantizar su presunción de inocencia, en tanto no se resuelva si cometió o no plagio; sin embargo, la universidad impugnó la suspensión provisional.

Al respecto, Concha Cantú señaló el pasado 17 de febrero en entrevista para Nmás que Esquivel Mossa alegó la “inconstituonalidad” de los lineamientos del Comité Universitario de Ética como medida para detener el estudio para dictaminar de manera técnica si existe o no plagio y de qué tipo, así como que la UNAM debía de abstenerse de pronunciarse al respecto, lo que calificó como “censura”, un “despropósito” y una “exageración”.

Además, luego de que El País difundió que la ministra también copió 209 páginas de las 456 de su tesis de doctorado en la Universidad Anáhuac y que su abogado, Alejandro Romano, replicó al periódico que “las omisiones en las citas de autores son descuidos, pero jamás una forma de plagio”, el nuevo abogado escribió en su cuenta de Twitter que su defensa utilizó “un argumento tramposo que busca confundir”.

“El Código Penal Federal no define el plagio, simplemente tipifica un delito, cuando se comete un plagio de obra completa y se publica. El concepto alude al uso de palabras, textos o ideas de otros, como si fueran propias”, publicó.