La región de Europa donde nació la palabra ‘Spa’: un refugio termal entre impresionantes paisajes y bonitos pueblos

Entre manantiales termales, bosques centenarios y hoteles de calma refinada, la región invita a detener el tiempo y reconectar cuerpo y mente

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Thermes de Spa, en Valonia
Thermes de Spa, en Valonia (Visit Valonia).

El reloj parece ir más despacio en el corazón de Valonia, donde los bosques, los pueblos de piedra y las aguas termales han convertido esta región belga en sinónimo universal de bienestar. Lejos del ruido de las grandes capitales y del ajetreo del dúia a día, Valonia guarda el secreto de un arte de vivir que sedujo a reyes, aristócratas y viajeros ilustrados desde hace más de tres siglos. Aquí el simple hecho de “tomar las aguas” adquirió tal relevancia que la ciudad de Spa dio nombre a la palabra global que, hoy, significa placer, salud y relax.

De hecho, fue en la ciudad de Spa donde la aristocracia europea del siglo XVIII acudía para sumergirse en manantiales curativos y encontrar alivio bajo las bóvedas de vapor. Este pasado ilustre se ha adaptado al siglo XXI, pero su espíritu permanece intacto en lugares como los Thermes de Spa. Situado en una colina con vistas al bosque, el complejo termal combina piscinas de agua termal, hidroterapia avanzada y tratamientos que fusionan técnicas ancestrales con la medicina más innovadora. Integrado en el conjunto Great Spa Towns of Europe y reconocido por la Unesco, este espacio conecta historia y actualidad en una experiencia para todos los sentidos.

A escasos kilómetros, el Château des Thermes de Chaudfontaine ofrece otra versión del lujo relajado: en el interior de un castillo decimonónico, brota un manantial natural a 37 °C que alimenta una variedad de saunas, hammams y zonas de masajes aromáticos, en un entorno donde diseño, discreción y naturaleza invitan al descanso más absoluto.

Naturaleza y calma en las Ardenas

Château des Thermes de Chaudfontaine,
Château des Thermes de Chaudfontaine, Valonia (Visit Valonia).

El bienestar en Valonia no termina en las termas. La naturaleza arbolada de las Ardenas regala oxígeno, silencio y rutas que atraviesan ríos, colinas y densos bosques. Una de las experiencias más buscadas es la del forest bathing o baño de bosque, una terapia de origen japonés que propone caminar despacio y entregarse a la contemplación para reconectar con los sentidos. En el Parque Natural de Hautes Fagnes-Eifel, el punto más alto de Bélgica, pasarelas de madera conducen al visitante por turberas milenarias, entre niebla y tranquilidad casi mística.

A la entrada de la reserva, el Domaine des Hautes Fagnes suma alojamiento, spa y una propuesta de gastronomía saludable basada en productos locales. Aquí se ofrecen clases de yoga al amanecer, recorridos termales y menús diseñados para el equilibrio y la energía, ampliando las posibilidades para quienes buscan un retiro integral de salud y naturaleza. Pero esto no es todo, pues la hostelería de bienestar en Valonia apuesta por lo íntimo y sostenible.

El balneario de aguas azul turquesa que es de los más impresionantes del mundo: sus aguas proceden de un acuífero a 2.000 metros de profundidad.

El WellNE5T de Namur, por ejemplo, es un hotel boutique de seis habitaciones, piscina cubierta, sauna infrarroja y vistas prodigiosas al valle de la Mosa. Se trata del nuevo “lujo tranquilo”: ambientes recogidos, trato personal y máximo confort para escapadas en pareja o estancias cortas donde todo invita a la desconexión real. Por su parte, el Dolce La Hulpe Brussels, enclavado en el Bosque de Soignes cerca de la capital, sorprende con su Spa Cinq Mondes, donde los masajes ayurvédicos conviven con exfoliaciones balinesas y baños florales. El complejo se encuentra rodeado de robles antiguos y senderos, ideales para los que deseen caminar entre la naturaleza antes o después de cada tratamiento.