La playa de Asturias rodeada de acantilados que parece una piscina natural: está en la desembocadura de un río y es ideal para ir en familia

Este arenal regala uno de los paisajes más impresionantes de Asturias cuando sube la marea y durante el verano ofrece infinidad de actividades

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La playa de Poo en Asturias

Con sus más de 200 playas, Asturias se alza como uno de los destinos más impresionantes de España para el verano. Esta región destaca por su rico patrimonio natural, pues su litoral es el menos urbanizado del país, mostrando así paisajes maravillosos protagonizados por sus imponentes acantilados. Es por ello que es conocida como la Costa Verde y sus playas y pueblos marineros atraen cada año a miles de turistas que buscan descubrir y disfrutar todos sus rincones.

Playa de Poo, en Asturias
Playa de Poo, en Asturias (Adobe Stock).

Uno de los más singulares se ubica muy cerca de Llanes y más que una playa parece una piscina natural de agua salada situada en plena costa. Estamos hablando de la playa de Poo, un paraje único en Asturias que regala uno de los paisajes más impresionantes de la región cuando sube la marea. Además, es uno de los arenales más seguros para el baño, siendo un destino común para familias y amigos que buscan disfrutar de un día de lo más placentero.

Un paisaje de ensueño

Lo más curioso de la playa de Poo no es la típica imagen del mar abierto, sino que sobre la mayoría de la extensión arenosa resulta imposible divisar el Cantábrico. Esto se debe a la singular desembocadura del pequeño río Vallina, que ha dado forma a un estuario sinuoso y caprichoso donde el mar solo se asoma durante la marea alta, llenando la laguna salada que caracteriza este lugar. Además, el entorno inmediato de la playa está rodeado por acantilados de poca altura cubiertos de vegetación exuberante.

Playa de Poo, en Asturias
Playa de Poo, en Asturias (Adobe Stock).

La combinación del verdor del norte y la silueta del cauce bajo crea un paisaje que resulta único en la cornisa cantábrica. Pero no solo la vista hacia el mar cautiva a quien se acerca; al dar la espalda a la playa, las cumbres nevadas de los Picos de Europa irrumpen en el horizonte, formando una estampa imposible de confundir y que embelesa durante buena parte del año. A nivel medioambiental, la playa de Poo está integrada en el Paisaje Protegido de la Costa Oriental de Asturias, un espacio de gran valor ecológico.

Igualmente, la zona alberga una variedad de especies animales que la convierten en un pequeño paraíso para los observadores de aves y entusiastas de la naturaleza. Resulta frecuente ver a ejemplares de ánade real, gallineta, rascón europeo o la escurridiza polluela pintoja entre los juncos de la laguna. En cuanto a las especies marinas, el cormorán moñudo y el paíño europeo surcan los cielos y descansan entre las rocas, completando así el mosaico biológico del entorno.

Servicios y comodidad para el visitante

Playa de Poo, en Asturias
Playa de Poo, en Asturias (Adobe Stock).

Durante los meses veraniegos, especialmente entre junio y septiembre, la playa de Poo ofrece un nivel de servicios orientado a la seguridad y el bienestar del visitante. Hay socorristas y vigilancia diaria, así como un puesto de primeros auxilios. Los usuarios cuentan con duchas de agua dulce tras el baño, limpieza diaria y varias papeleras para el mantenimiento del espacio. Además, su acceso es bastante sencillo, ya que cuenta con un par de aparcamientos en sus alrededores. La oferta de alojamiento y gastronomía en la zona complementa la experiencia. Muy cerca de la arena existen dos pequeños hoteles con sus respectivos bares y restaurantes, donde degustar la cocina asturiana en un entorno relajado.

A su vez, las opciones de ocio en la playa de Poo van mucho más allá de tomar el sol o darse un baño. Muchos visitantes aprovechan los senderos cercanos para realizar rutas a pie o en bicicleta, descubriendo así los rincones más bonitos de la Costa Oriental de Asturias, como acantilados, bosques de ribera y miradores con vistas de vértigo. El contacto directo con el mar tiene otras variantes. Las aguas tranquilas del estuario convierten la zona en el lugar ideal para practicar snorkel junto a las rocas, permitiendo observar los fondos marinos y la vida subacuática en su máximo esplendor. Además, hay empresas locales que organizan salidas en kayak y paddle surf, ideales para los que buscan aventura o una nueva perspectiva de este enclave privilegiado.

La pequeña playa rodeada de acantilados y coronada por un castillo que es una de las más bonitas de Girona.

Cómo llegar

Desde Oviedo, el viaje es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por las carreteras A-64 y A-8. Por su parte, desde Santander, el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora por la vía A-8.