La sociedad iraní, al límite por la crisis económica y múltiples desafíos

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Aydin Shayegan

Teherán, 15 dic (EFECOM).- Nima, un ingeniero informático de 41 años, es uno de los jóvenes iraníes que dice vivir en una “preocupación constante”, y asegura: “Siento que cada día me hundo más” por la continua subida de precios de bienes básicos ante la depreciación de la moneda nacional, que tiene un efecto directo sobre la inflación.

“Cada día estamos peor”, cuenta a EFE el ingeniero, que dice que, a pesar de que él y su esposa trabajan, apenas pueden cubrir sus gastos esenciales.

“Con lo que ganamos solo nos alcanza para pagar el alquiler y comer, y eso que no tenemos hijos, sino, sería imposible vivir”, relata con angustia.

Los datos del Centro Nacional de Estadísticas de Irán son alarmantes. El índice de precios al consumidor de los hogares, entre octubre y noviembre, llegó a 417,5 puntos, lo que representa un incremento del 3,4 % en comparación con el mes previo y un aumento del 49,4 % respecto al mismo periodo del año anterior.

Los incrementos de precios más pronunciados se han dado en el sector alimenticio, con una inflación interanual del 66,2 %. Las frutas y frutos secos (con una subida del 108,3 %) y el pan y los cereales (del 100,2 %) han registrado las mayores alzas en un año.

El presidente de la Unión Nacional de Productos Lácteos, Ali Ehsan Zafari, afirma que el precio de la leche cruda ha aumentado cerca de un 60 % en cinco meses, por lo que alerta de que unos 40 millones de personas de la clase baja de la sociedad ya no pueden consumir productos lácteos.

“Este incremento equivale al aumento registrado en el precio de la leche a lo largo de los últimos 50 años”, declaró en una reciente entrevista con la agencia ILNA.

Hamid, propietario de un supermercado en el centro de Teherán, comenta a EFE que en el último mes ha tenido que devolver una tercera parte de los productos lácteos que le han surtido las fábricas, “porque la gente no compra y se caducan en la tienda”.

El ministro de Economía iraní, Ali Madanizadeh, reconoció la semana pasada que “la situación está muy mal”.

Este continuo aumento de precios de productos ocurre después de que, en septiembre pasado, fueran restauradas las sanciones de la ONU contra Irán por su programa nuclear, las cuales se han sumado a las ya impuestas por Estados Unidos desde 2018.

En este panorama, el rial ha registrado una continua depreciación y este sábado llegó a cotizarse a 1.280.000 por cada dólar, lo que significa una pérdida del 19 % de su valor en un mes.

“El sueldo ya no vale nada. Cada semana, por no decir diario, suben los precios”, comenta Fariba, una contable de 38 años que calcula minuciosamente cada compra para llegar a fin de mes.

Según datos del Banco Mundial, el 35 % de los 85 millones de iraníes vive por debajo del umbral de pobreza, en un país donde el salario mínimo equivale a unos 100 dólares mensuales.

“Agotamiento colectivo”

Las dificultades económicas no llegan solas. El país sufre una serie de problemas como la contaminación del aire, la crisis energética y la escasez de agua en el sexto año consecutivo de sequía que afecta a Irán.

Según los especialistas, todas estas crisis prolongadas han creado un “ambiente emocional frágil, marcado por la ansiedad y la frustración”, que ha empujado a la sociedad a una peligrosa fase de “agotamiento colectivo”.

“La gente vive con la idea de que el país podría tener serios problemas. La contaminación afecta al estado de ánimo. Cuando pasan días sin ver el cielo, la gente se pone más irritable y ansiosa”, explica la socióloga Parnia Razipur al diario reformista Etemad.

Como muchos habitantes de Teherán, Nima asegura que la vida cotidiana se ha convertido en una especie de carrera de fondo que deja a la gente “sin fuerzas para mirar al futuro”.

“La gente siente que sus demandas no son atendidas y que sus problemas no tienen solución a corto plazo. Eso alimenta la frustración y la desconfianza”, explica a Etemad Kurosh Mohammadi, presidente de la Asociación Iraní de Sociopatología.

Mohammadi dijo que existe resiliencia entre los iraníes pese a los problemas, “pero eso no significa que ‘aguantarán para siempre’”.

Según un sondeo nacional hecho por la Agencia de Encuestas de Estudiantes Iraníes (ISPA) y divulgado por el diario Rouydad 24, el nivel de insatisfacción con la situación del país alcanza aproximadamente el 92 %.

En este sentido, el académico y analista político Sadegh Zibakalam alertó en una reciente entrevista en las redes sociales que estas tensiones pueden resultar en un estallido social en cualquier momento.

“Esto es una situación de fuego bajo las cenizas”, advirtió. EFECOM

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