China dice que autoriza "en plazos razonables" las exportaciones civiles de tierras raras

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Pekín, 5 dic (EFECOM).- El Gobierno chino aseguró que está aprobando "en plazos razonables" las solicitudes de exportación de tierras raras para uso civil, en un intento de enviar confianza a sus socios tras meses de incertidumbre regulatoria.

En una rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Comercio, He Yadong, afirmó este jueves que Pekín "ha aprobado de manera oportuna todas las solicitudes conformes para uso civil", al tiempo que destacó la aplicación de "licencias generales y otras medidas de facilitación" para agilizar el comercio de productos de uso dual, aquellos con posibles aplicaciones civiles y militares.

En abril, la introducción de controles adicionales provocó una fuerte caída de las exportaciones de imanes y obligó a algunas compañías internacionales del sector automotriz a detener líneas de producción por falta de suministros.

Pekín mantiene desde este año un régimen de licencias para determinadas tierras raras, metales y componentes estratégicos, aunque en noviembre anunció la suspensión temporal, por un periodo de doce meses, de algunas de esas restricciones, en el marco de la reciente distensión comercial con Estados Unidos.

Pese a ello, sectores europeos han alertado de que la incertidumbre regulatoria sigue afectando a sus cadenas de suministro.

Una encuesta de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China divulgada este lunes señalaba que un 60 % de las empresas prevé “perturbaciones moderadas o significativas” cuando entren en vigor todas las medidas anunciadas por Pekín, mientras que un 13 % teme parones o ralentizaciones de producción.

Las tierras raras, un grupo de 17 elementos esenciales para fabricar vehículos eléctricos, turbinas eólicas, chips avanzados y equipamiento de defensa, se han convertido en un punto crítico de la competencia tecnológica global.

China, que domina más del 70 % de la producción mundial y cerca del 90 % del procesamiento de tierras raras, justificó estos controles como una forma de "salvaguardar los intereses y la seguridad nacional", lo que ha suscitado inquietud en la UE y EE.UU., que buscan diversificar suministros y reducir dependencias en plena rivalidad comercial y geopolítica. EFECOM