La referencia del rey Felipe a los altos precios de la vivienda, a la inteligencia artificial y a la dignidad humana

El jefe del Estado alerta de una “inquietante crisis de confianza” en el discurso de Navidad de este año, en el que no hace mención a la princesa Leonor

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Discurso del rey Felipe en
Discurso del rey Felipe en la Navidad de 2025.

El rey Felipe ha optado por innovar en su tradicional de discurso de Nochebuena. En este 2025 ha aparecido ante la cámara de pie, con traje azul marino, camisa blanca y corbata color terracota con estampado geométrico, y con un mensaje muy claro para los españoles: la convivencia que se ha construido en los últimos 50 años, desde la muerte del dictador Francisco Franco, la Transición y hasta hoy "no es un legado imperecedero". El jefe de Estado ha realizado un llamamiento al entendimiento, pero también ha hablado de la “crisis de confianza”, del desánimo y de la credibilidad de las instituciones en un año que ha estado marcado por la corrupción.

Desde el Salón de Columnas, referente de diversos acontecimientos históricos como la firma el 12 de junio de 1985 del Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas (lo que hoy conocemos Unión Europea), de la que se han cumplido 40 años en este 2025, y junto a la bandera que representa está unión, ha repasado la transformación de España en las últimas cinco décadas, pero también ha hecho referencias a problemas muy reales de los ciudadanos en el día, como son los altos precios de la vivienda, los deshaucios o la incertidumbre laboral en torno a los progresos tecnológicos.

“Vivimos tiempos ciertamente exigentes”, ha reconocido. “Muchos ciudadanos sienten que el aumento del coste de la vida limita sus opciones de progreso; que el acceso a la vivienda es un obstáculo para los proyectos de tantos jóvenes; que la velocidad de los avances tecnológicos genera incertidumbre laboral; o que los fenómenos climáticos son un condicionante cada vez mayor y en ocasiones trágico”, ha enumerado el monarca, reconociendo así, en sus propias palabras, el “hastío, desencanto y desafección”.

Acierta así al hablar del que este año se ha convertido, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en el primer problema de los españoles: la vivienda, un derecho recogido en la Constitución de 1978 a la que tantas veces hace referencia pero que hoy es un activo financiero que sirve para especular y ahogar a los españoles que destinan, bien al alquiler o la hipoteca, la mayor parte de su salario. Recordemos que vivir en pareja se ha convertido en un lujo para los jóvenes, solo el 27% cohabita, y esto hunde la natalidad y amenaza las pensiones.

La dignidad de “los más vulnerables”

En una época en el que los deshaucios y desalojos son una constante entre las noticias del día, Felipe ha hablado de la “dignidad del ser humano”, “sobre todo de los más vulnerables, en el centro de todo discurso y de toda política”, ha apuntado . Sin ir más lejos, en los últimos días se ha expulsado de un antiguo instituto a 400 personas migrantes que se refugiaron allí, un edificio abandonado, al encontrarse en la calle sin alternativa habitacional. Esta es tan solo una historia de las muchas que vemos en prensa y televisión cada día sobre personas que deben abandonar la casa en la que han vivido toda la vida por no poder pagarla. Los precios suben, los salarios no lo hacen al mismo ritmo.

“En democracia, las ideas propias nunca pueden ser dogmas, ni las ajenas, amenazas”

“Recordemos —en esta víspera de Navidad— que, en democracia, las ideas propias nunca pueden ser dogmas, ni las ajenas, amenazas; que avanzar consiste en dar pasos, con acuerdos y renuncias, pero en una misma dirección, no correr a costa de la caída del otro; que España es, ante todo, un proyecto compartido: un modo de reunir —y de realizar— los intereses y aspiraciones individuales en torno a una misma noción del bien común", ha señalado el jefe de Estado.

El guiño a la inteligencia artificial

Felipe no ha mencionado directamente a la inteligencia artificial, pero si le ha hecho un guiño al hablar de “la velocidad de los avances tecnológicos” que, en su opinión, genera “incertidumbre laboral”. La IA ha entrado en nuestras vidas y lo ha hecho para quedarse. El monarca es consciente de ello y ha mostrado comprensión con aquellas personas que saben que su puesto de trabajo puede desaparecer si no se transforma correctamente.

Las nuevas herramientas tecnológicas nos sitúan en una era entre la complejidad y la oportunidad. La economía global enfrenta una inédita incertidumbre estructural y es a esta cuestión a la que se dirige Felipe VI. “Cada tiempo histórico tiene sus propios desafíos. Los caminos fáciles no existen. Los nuestros no lo son ni más ni menos que los de nuestros padres o abuelos. Pero tenemos un gran activo: nuestra capacidad de recorrerlos juntos”, ha señalado.

“Hagámoslo con la memoria de estos 50 años y hagámoslo con confianza. El miedo solo construye barreras y genera ruido, Mensaje de Navidad de Su Majestad el Rey Palacio Real de Madrid, 24 de diciembre de 2025 y las barreras y el ruido impiden comprender la realidad en toda su amplitud”. Con estas palabras ha concluido su discurso en el que no ha hecho mención a la princesa Leonor.