La moneda de 50 céntimos que puede valer hasta 11.000 euros

Lo que multiplica el valor de la moneda no es el material, sino la rareza y el estado de conservación. Se aprecian sobre todo piezas sin apenas desgaste, que no tengan rayaduras visibles, y con brillo original

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Tiene una imagen de la
Tiene una imagen de la Sembradora, y fue fabricada en oro nórdico. (Composición fotográfica/Canva)

Puede que no te ha tocado el Gordo este año, pero cuidado: nunca se sabe por dónde puede llegar la suerte. Muchas veces, sin ni siquiera darnos cuenta, llevamos el tesoro en nuestro bolsillo. También podría ser tu caso, así que fíjate bien en lo que parece una simple moneda de 50 céntimos, porque es posible que pueda valer hasta 11.200 euros.

Se trata de una moneda muy especial que formó parte de la primera generación del euro en Francia, informa Business Insider. Tiene una imagen de la Sembradora, y fue fabricada en oro nórdico. Hoy, el Gobierno francés vuelve a la antigua estética, haciendo que el valor de la moneda aumente, sobre todo entre los coleccionistas.

Son monedas de 10, 20 y 50 céntimos, que, a pesar de circular de forma masiva durante años, ahora valen mucho, sobre todo si están en buen estado de conservación. En algunos portales conocidos como Wallapop y PicClick, se han hecho ventas por unos 1.500 euros, y hasta subastas con pujas por encima de los 11.000 euros.

50 céntimos: una reliquia de otro siglo

La imagen de la moneda más buscada de Francia no apareció con el euro. De hecho, su historia se remonta al siglo XIX. Se trata de una obra del artista Oscar Roty. Roty creó La Sembradora en 1887 para un premio del Ministerio de Agricultura francés.

10 años después, cuando el Ministerio de Finanzas encargó nuevas monedas de 50 céntimos y 2 francos, el artista se inspiró en su previo diseño, pero con una figura más estilizada y un gorro, que simbolizaba el esfuerzo y el renacimiento de la nación francesa.

El edificio permitirá conocer su acervo artístico, archivos, biblioteca histórica y obras de Goya, mezclando cultura, historia económica y tradiciones artesanales con su función financiera.

La versión de la moneda más codiciada es la de 50 céntimos, con el rostro de la Sembradora rodeada por las estrellas de la Unión Europea y las iniciales RF (République Française). En la otra cara, se aprecia la leyenda 50 EURO CENT, la firma del grabador Luc Luycx y un mapa de Europa.

La moneda fue fabricada con aleación de aluminio y latón, el llamado oro nórdico. Su peso es de 7,80 gramos, y mide 24,25 milímetros de diámetro, con un grosor de 2,38 milímetros. Cabe mencionar que el nombre del material de la moneda despista, ya que no se trata de oro de verdad, sino de un metal común de tono dorado.

El verdadero valor de este tesoro

Lo que multiplica el valor de la moneda no es el material, sino la rareza y el estado de conservación. Se aprecian sobre todo piezas sin apenas desgaste, que no tengan rayaduras visibles, y con brillo original. Esas pueden alcanzar cifras astronómicas. Destacan sobre todo las acuñadas durante los primeros años del euro (2000 y 2001), antes de la modernización de la maquinaria.

El valor de los 50 céntimos ha resurgido con la decisión del Gobierno francés de renovar el diseño de las monedas, apostando por una estética más moderna. Eso enseguida ha provocado nostalgia: un valor tanto histórico como sentimental que no se verá reflejado en los símbolos modernos. Otro incentivo para los coleccionistas es el hecho de que la moneda ha sido mayoritariamente retirada o fundida, dejando menos ejemplares de lo que podría parecer.

¿Cómo identificar la Sembradora?

Desde Business Insider, destacan una serie de características a tener en cuenta a la hora de identificar una de las monedas valoradas a más de 11.000 euros. Como siempre, lo más importante es saber fijarse en algunos detalles:

  • El anverso debe mostrar a la mujer sembrando hacia la izquierda, con vestido largo y líneas de movimiento.
  • Las iniciales “RF” aparecen a la derecha de la figura.
  • El reverso incluye el mapa europeo con el número 50 y la inscripción “EURO CENT”.

Las ediciones con menor tirada o defectos de acuñación (marcas duplicadas, letras descentradas, etc.) son las más buscadas, precisamente por su rareza. Un consejo práctico que deja el medio anteriormente mencionado es no limpiar la moneda. Los coleccionistas prefieren las piezas en su estado original, a pesar de que sea visible un desgaste natural. Limpiarlas podría, en realidad, reducir su valor.

¿A qué esperas? Revisa tu cartera, porque podrías tener guardado un tesoro raro de un valor que ni te imaginas. Si lo encuentras, fíjate bien en los ojos de La Sembradora: allí encontrarás un siglo de historia reflejada en el trabajo, la esperanza y la continuidad, del pueblo francés. ¿Quién sabe? Tal vez, al final decidas quedártela.