Darío y Almudena viven su enfrentamiento más tenso y las redes sociales dictan sentencia: “Esa agresividad no me ha gustado un pelo”

La pareja se enfrentó a un reencuentro en silencio tras varias semanas separados

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Almudena y Darío en 'La isla de las tentaciones' (MEDIASET ESPAÑA).

La novena edición de La isla de las tentaciones vivió anoche uno de sus episodios más descontrolados hasta la fecha. Lo que debía ser un momento de reencuentro y un ejercicio silencioso en el que dejar fluir los sentimientos terminó convirtiéndose en un estallido de gritos, golpes contra el cristal y un ambiente cargado de agresividad que dejó a Sandra Barneda, en la obligación de intervenir en repetidas ocasiones.

La organización había planteado la dinámica del “espejo” como un momento íntimo entre una de las parejas. La única condición: no articular palabra. A través de gestos, miradas y expresiones, debían intentar transmitirse aquello que no pueden comunicarse desde las villas. Pero Almudena y Darío, tras once años juntos, acabaron protagonizando una escena que desbordó por completo los límites del programa.

Mientras él esperaba frente a la mampara, Almudena llegó al punto de encuentro sin contener la rabia acumulada. En lugar de mantener el silencio exigido, estalló en reproches nada más verle. Sandra Barneda trató de frenarla, pidiéndole que se limitara a comunicarse mediante gestos, pero sus advertencias quedaron en el aire.

Tras ver como su pareja sobrepasaba todos sus límites con una de las solteras, Almudena cogió un coco y lo estampó contra el cristal que la separaba de su pareja. Darío respondió con un puñetazo al espejo, alimentando un clima que la presentadora calificó de “muy serio” y “fuera de control”.

La situación rozó la gravedad cuando un segundo lanzamiento de coco rebotó y golpeó a Barneda, que había intentado interponerse para detener a la concursante. Al ver las consecuencias, Almudena rompió a llorar y pidió perdón una y otra vez. La presentadora, visiblemente afectada, le recordó que su conducta tendría consecuencias dentro del propio formato.

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Almudena en 'La isla de las tentaciones' (MEDIASET ESPAÑA).

Lejos de reconducirse, el último minuto del encuentro se convirtió en un intercambio de gestos agresivos, intentos de aproximación y más incumplimientos de la norma del silencio. Almudena cayó de rodillas en la arena, completamente sobrepasada, mientras Darío oscilaba entre la furia y la incredulidad. Barneda tuvo que separarles, impedir que se acercaran y acompañar a Almudena para evitar que la tensión escalara aún más.

El cierre del programa llegó con la presentadora repitiendo que la pareja había desobedecido todas las instrucciones, lo que abrirá una incógnita sobre las medidas disciplinarias que el formato adoptará en el próximo episodio de este martes.

Las redes sociales estallaron al ver el descontrol vivido en el reencuentro entre Almudena y Darío. Usuarios de X, antes conocido como Twitter, calificaron la escena de “violenta”, “desagradable” y “fuera de lugar”: “Me quedo seca… ¿Cómo le puedes decir esto a la persona con la que llevas 11 años de tu vida?". Además, recriminaban al malagueño su actitud: “Darío: ‘está loca, si es que está loca’. ¿Le eres infiel a tu novia de 11 años que está destrozada y encima la loca es ella?”.

Otros usuarios incluso fueron más allá y definieron el enfrentamiento de Darío como “agresivo”. “¿Cómo vas a mirar así a tu pareja de 11 años colega? Llamarla puta loca y gilipollas con esa agresividad...”, indicaba uno. "Lo de Darío en el espejo ha sido demasiado heavy. Esa agresividad, ese ‘me estás mosqueando’ no me ha gustado un pelo", aportó otro usuario.

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Almudena en 'La isla de las tentaciones' (MEDIASET ESPAÑA).

Una noche de encuentros tensos en todas las villas

Aunque el episodio entre Darío y Almudena eclipsó el resto, en las villas reinaba una dinámica totalmente opuesta: Gilbert y Claudia seguían comportándose como si no tuvieran pareja, y Helena y Rodri habían utilizado el collar del veto sin saber que eso los enfrentaría directamente a las tentaciones de sus respectivas parejas.

La madrileña tuvo la oportunidad de enfrentarse a Olatz, la soltera que mantiene una conexión con su novio Rodri. La conversación se redujo a una única pregunta: si su pareja lamentaba haber iniciado algo con ella. La respuesta —un rotundo “no”— provocó que Helena se negara a seguir hablando.

Rodri también tuvo su propio cara a cara con Barranco, en un intercambio en el que ambos recurrieron a pullas y mensajes hirientes. El tentador aseguró que Helena quería continuar con él fuera del programa y que Rodri terminaría “llorando” al comprobarlo.