Un mecánico opina sobre comprar coches eléctricos: “Te recomiendo pensártelo dos veces”

El creador detrás de la cuenta de TikTok ‘Garaje Hermético’ pone el foco en el coste de las baterías fuera de garantía y en la pérdida de valor a largo plazo

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Señalización de un punto de
Señalización de un punto de carga para coches eléctricos (Freepik)

La rentabilidad real del coche eléctrico a largo plazo ha vuelto al centro del debate tras una advertencia difundida en redes sociales por el mecánico Garaje Hermético. En un vídeo publicado en TikTok, el creador analiza el coste que puede implicar mantener un vehículo eléctrico durante una década y señala la batería —su componente más caro— como el principal factor de incertidumbre económica para los usuarios.

“¿Estás pensando en comprar un coche eléctrico? Yo te diría que te lo pienses dos veces”, afirma al inicio del vídeo, donde sostiene que, aunque la industria promueve un ahorro notable frente a los modelos de combustión, todavía existen elementos que el comprador debe valorar con detenimiento antes de decidirse. Su mensaje se apoya en cálculos comparativos y en las garantías habituales que ofrecen los fabricantes, lo que configura un escenario según él más complejo de lo que suele transmitirse en la publicidad.

Ahorro en consumo y mantenimiento, pero con un horizonte limitado

El divulgador comienza reconociendo los argumentos más repetidos por marcas y defensores del coche eléctrico. “Te han contado que vas a ahorrar mucho dinero en gasolina. Cierto”, afirma. Para ilustrarlo, compara el coste energético aproximado de recorrer 100 kilómetros: “En uno eléctrico, vas a gastar 2,70 euros… y en uno de gasolina, 10”. La diferencia, sustancial, coincide con lo que han confirmado diversos estudios sobre eficiencia energética, que sitúan al vehículo eléctrico en una posición claramente ventajosa en este apartado.

También señala que “el mantenimiento de un coche eléctrico es más barato”, algo que atribuye a la menor complejidad mecánica y a la ausencia de elementos sujetos a desgaste continuo, como el embrague o el sistema de escape. No obstante, advierte de que este ahorro opera durante los primeros años y no necesariamente compensa lo que puede ocurrir a partir de cierto punto de la vida útil.

La clave, según su análisis, aparece cuando se proyecta el uso del coche hasta los diez años. “¿Qué pasa cuando hablamos de la vida media de un coche a diez años?”, plantea. A partir de ese horizonte, considera que el comprador debe contemplar un riesgo que no está presente con la misma intensidad en los vehículos de combustión.

El autor del vídeo publicado
El autor del vídeo publicado en la cuenta de TikTok 'Garaje Hermético' (@garaje.hermetico)

Las garantías y el coste de la batería, en el centro de la discusión

El elemento sobre el que pivota su advertencia es la batería. Recuerda que la mayoría de fabricantes ofrecen garantías “a ocho años o ciento cincuenta o ciento sesenta mil kilómetros”. Este periodo representa, según explica, una franja de seguridad para el usuario, pero una vez superado deja al propietario expuesto a un desembolso potencialmente elevado.

“¿Qué pasa a diez años?”, insiste. “Si se estropea la batería fuera de la garantía, es una reparación que te va a costar diez o quince mil euros o más”. La cifra, que varía según modelo y capacidad, convierte la avería en un gasto que puede superar el valor de mercado del vehículo en ese momento. Y aunque reconoce que no todas las baterías fallan súbitamente al alcanzar el límite de garantía, admite que un deterioro moderado sigue siendo problemático: “A lo mejor se me queda un 70%. El coche tiene menos autonomía, pero funciona”.

Esta pérdida de capacidad no inutiliza el vehículo, pero sí lo sitúa en una posición más débil dentro del mercado de segunda mano, donde la autonomía es uno de los elementos más decisivos para los compradores.

La depreciación: un freno para el mercado de ocasión

El mecánico dedica buena parte de su análisis al impacto del estado de la batería en la reventa. “¿Qué va a pasar con el valor de reventa de ese coche? Ponte en el lugar del comprador”, señala. Según su planteamiento, un coche eléctrico con ocho o nueve años y una batería degradada genera desconfianza porque “tienes el riesgo de una factura bomba cuando compres ese coche”.

Esa incertidumbre, asegura, puede reducir notablemente el precio que un comprador estaría dispuesto a pagar por él, afectando tanto a la liquidez del mercado de eléctricos usados como a la percepción de riesgo asumido por el primer propietario. Frente a ese escenario, contrapone la estabilidad del motor de combustión: “Un coche de gasolina, si lo vas a tener diez años, es un tipo de coche más predecible, mantiene su valor mejor y lo vas a vender sin ningún problema”.

9 de cada 10 españoles que tienen intención de comprar coche optará por un eléctrico.

Su reflexión no niega la evolución tecnológica en curso. Reconoce que “van a llegar mejoras nuevas en las baterías y esto va a cambiar”, abriendo la puerta a una mayor durabilidad y a reparaciones menos costosas en el futuro. Sin embargo, subraya que su advertencia se refiere al contexto actual del mercado, donde las garantías siguen marcando el punto crítico en la ecuación económica.

“Hoy en día comprar un eléctrico, si lo vas a retener mucho tiempo, es un riesgo financiero”, concluye en el vídeo, antes de plantear una pregunta abierta al espectador: “¿Te habías planteado esta hipótesis? ¿Lo habías visto así?”. Una invitación a reflexionar que ha generado debate entre conductores, aficionados al motor y potenciales compradores que observan el avance del vehículo eléctrico entre promesas de eficiencia, incentivos públicos y dudas aún no resueltas sobre su comportamiento a largo plazo.