El Día de Todos los Santos también recuerda a los animales: los cementerios de mascotas ganan terreno en España

Así es como funciona un cementerio específico para los animales de la casa, desde sus horarios hasta sus condiciones

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Cementerio. (Adobe Stock)
Cementerio. (Adobe Stock)

En España, donde la tradición de honrar a los difuntos cobra especial relevancia cada uno de noviembre, los cementerios de mascotas han surgido como un fenómeno poco común pero en crecimiento. El cementerio ‘Huellas’, ubicado en Morales del Vino (provincia de Zamora), ha abierto sus puertas este año y, según ha explicado su propietario Fernando Calvo, estos espacios reciben incluso más visitas que los cementerios de personas, especialmente en fechas señaladas como el Día de los Difuntos, según han recogido tanto EFE como La Razón.

La existencia de cementerios dedicados a animales de compañía sigue siendo una rareza en el país. Según ha detallado EFE, la mayoría de las mascotas fallecidas acaban incineradas de forma colectiva en crematorios, aunque existe la opción de la incineración individual para quienes desean conservar las cenizas. Sin embargo, la posibilidad de un enterramiento de animales bajo tierra, con caja fúnebre y lápida, similar al ritual humano, ha comenzado a ganar terreno entre las familias que buscan una despedida más personalizada para sus animales.

Fernando Calvo, propietario y sepulturero de ‘Huellas’, ha relatado que la pregunta “¿dónde van las mascotas al morir?” le llevó a impulsar este proyecto tras constatar la falta de alternativas claras para quienes querían honrar la memoria de sus animales. Los medios consultados han subrayado que en los últimos diez meses, el cementerio ha acogido una veintena de enterramientos, principalmente de perros y gatos, aunque también se han admitido otras especies como pájaros, palomas, cobayas, hámsteres o tortugas.

El caso de ‘Huellas’: apertura, legalización y servicios

Cementerio "Huellas" en Zamora. (Facebook)
Cementerio "Huellas" en Zamora. (Facebook)

El cementerio ‘Huellas’ se ha convertido en el primer camposanto para animales de compañía de la provincia de Zamora. Su apertura ha requerido más de un año de trámites, según ha explicado Calvo a EFE, debido a la falta de procedimientos claros por parte de las administraciones y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que inicialmente no supieron orientar sobre los requisitos. Finalmente, tras cumplir condiciones como la distancia al casco urbano y el vallado obligatorio, el cementerio ha comenzado a funcionar con normalidad.

En cuanto a los servicios, el cementerio ofrece enterramientos en tumbas de un metro y medio de largo por uno de ancho, excavadas a un mínimo de un metro de profundidad, siguiendo criterios similares a los de los cementerios de personas. El precio del enterramiento es de 115 euros, incluyendo sudario y hueco, mientras que la caja parte de 50 euros y la placa conmemorativa de 70 euros, según ha detallado Calvo. Además, los propietarios pueden optar por urna o caja, y el cementerio admite cualquier animal de compañía que pueda acomodarse en las dimensiones de las tumbas. En cuanto a los horarios, ofrece una particularidad que lo distingue: el cementerio permanece abierto en todo momento, permitiendo a las familias acudir a cualquier hora del día o de la noche para recordar a sus animales, sin restricciones.

“Se visitan más que los de personas”

mascotas
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La frecuencia de las visitas a estos cementerios resulta llamativa. Según ha afirmado el propietario: “Se visitan más que los de personas”, una tendencia que atribuye al papel de los niños, quienes suelen motivar a sus familias a acudir regularmente a las tumbas de sus mascotas. No solo se depositan flores, sino que se repiten gestos emotivos y se mantiene vivo el recuerdo de los animales fallecidos, en ocasiones con mayor asiduidad que en los cementerios tradicionales.

El cementerio cuenta con capacidad para más de 700 tumbas, de las cuales solo 21 están ocupadas hasta la fecha. No existe límite de años para el uso de la sepultura, aunque Calvo ha adelantado que en el futuro podría establecerse una cuota simbólica anual para el mantenimiento, siempre que los propietarios lo deseen y mientras haya espacio disponible.

Así, en Morales del Vino, el vínculo entre las personas y sus mascotas encuentra un espacio propio para el recuerdo y la despedida, adaptado a las nuevas sensibilidades de la sociedad española y siempre accesible para quienes deseen rendir homenaje a sus compañeros más fieles.