11 alimentos imprescindibles para cuidar tu salud intestinal: mejoran la digestión y controlan la inflamación

Una dieta equilibrada puede ayudar a fortalecer el sistema inmunitaria, regular las emociones y aportar un bienestar duradero

Guardar
Algunos alimentos pueden ayudar a
Algunos alimentos pueden ayudar a cuidar la salud intestinal. (Freepik)

Durante mucho tiempo se pensó que el intestino solo servía para digerir los alimentos. Hoy sabemos que es mucho más, puesto que influye en nuestro estado de ánimo, el sistema inmunitario y hasta en cómo dormimos. En su interior viven billones de bacterias que forman la microbiota intestinal, un ecosistema tan delicado como poderoso.

Cuando este equilibrio se rompe, pueden aparecer problemas digestivos, inflamación e incluso alteraciones en el ánimo. Por suerte, una alimentación adecuada puede ayudar a mantener este universo microbiano en plena forma. Así, existen algunos alimentos que, incluidos en la dieta, ayudan a cuidar la salud intestinal.

La especialista en microbiota y divulgadora científica Andréanne Martin comparte con el periódico canadiense Le journal de Montréal. A continuación, también se recomiendan algunos más.

Arándanos

Llenos de poder antioxidante por su contenido en polifenoles, los arándanos silvestres actúan como combustible para las bacterias beneficiosas del intestino. Diversos estudios han demostrado que su consumo regular ayuda a reducir la inflamación intestinal y favorece la presencia de microorganismos asociados con una mejor digestión.

Aceite de oliva virgen extra

Pilar de la dieta mediterránea, el aceite de oliva virgen extra es una joya para el intestino. Sus ácidos grasos monoinsaturados y polifenoles ayudan a proteger la mucosa intestinal y a mantener bajo control la inflamación. Además, favorece la producción de ácidos grasos de cadena corta, clave para nutrir las células del colon.

Así se cosecha la aceituna en una de las almazaras más antiguas del mundo: un aceite de oliva virgen extra biodinámico y de premio

Yogur natural o kéfir

Auténticas fuentes de probióticos vivos, estos fermentos lácteos, que cada vez alcanzan una mayor relevancia, aportan microorganismos que refuerzan la flora intestinal y mejoran la digestión. El kéfir, además, contiene aún más cepas activas que el yogur, lo que lo convierte en un excelente protector del sistema digestivo.

Kimchi

Este fermentado coreano, elaborado con col, zanahoria, rábano, ajo y jengibre, es muy beneficioso para la salud intestinal. Su proceso de fermentación genera probióticos naturales, bacterias vivas que ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota y a fortalecer las defensas del organismo.

Además, durante la fermentación se producen enzimas y ácidos orgánicos que facilitan la digestión y mejoran la absorción de nutrientes. Consumir kimchi de forma regular no solo aumenta la diversidad bacteriana del intestino, sino que también refuerza la barrera intestinal, reduciendo el riesgo de inflamaciones y molestias digestivas.

Nueces y semillas

Almendras, nueces, chía o lino: todas aportan fibra, ácidos grasos omega-3 y polifenoles que nutren a las bacterias beneficiosas del intestino. Su consumo habitual se asocia con una mayor diversidad microbiana y con una reducción de la inflamación. Además, son perfectas para añadir a yogures, ensaladas o cremas vegetales.

Ajo y cebolla

El ajo es uno de los prebióticos naturales más potentes, gracias a su contenido en inulina, una fibra que alimenta a las bacterias beneficiosas. Además, sus compuestos sulfurados tienen acción antimicrobiana, ayudando a mantener el equilibrio intestinal.

Piezas de ajo y cebolla.
Piezas de ajo y cebolla. (Freepik)

Además, la cebolla también contiene inulina y fructooligosacáridos, que favorecen la proliferación de bifidobacterias. Cruda o cocinada, contribuye a una mejor digestión y refuerza las defensas del intestino.

Lentejas coral

Las lentejas coral, de color anaranjado y cocción rápida, son una excelente fuente de fibra y proteínas vegetales. Ayudan a regular el tránsito intestinal y favorecen la proliferación de bacterias beneficiosas. Además, son más digestivas que otras legumbres, por lo que resultan ideales para quienes tienen un intestino sensible.

Avena integral

Rica en betaglucanos y fibra soluble, la avena actúa como un auténtico alimento prebiótico. Favorece la producción de butirato, un ácido graso que protege las células intestinales y reduce la inflamación. Además, regula el tránsito y ayuda a mantener una microbiota equilibrada.

Chocolate negro

El placer también puede ser saludable. El chocolate negro con un mínimo del 85 % de cacao contiene polifenoles con efecto prebiótico, que estimulan el crecimiento de bacterias “buenas” como las Lactobacillus y las Bifidobacterium. Cuanto más puro, mejor: lo recomendable es evitar los chocolates con azúcares añadidos.