David Martínez, el misterioso inversor clave en la OPA de BBVA sobre Sabadell, decide hablar: “Calificativos como traidor o vendido solo reflejan la ceguera”

David Martínez Guzmán, un nombre poco conocido fuera de los círculos económicos internacionales, pero clave en el actual panorama financiero de nuestro país, ha decidido pronunciarse públicamente por primera vez desde el inicio de la OPA hostil lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell. Su figura, tradicionalmente alejada del foco mediático y marcada por una estricta discreción, ha captado la atención por su papel activo y solitario en el consejo del Sabadell, donde ostenta un 3,9% del capital y es el mayor accionista individual.

Nacido en Monterrey, México, hace 68 años, Martínez es licenciado en Ingeniería Mecánica Eléctrica y Filosofía, y cuenta con un MBA por Harvard Business School. Además de su éxito en finanzas, es conocido como uno de los coleccionistas de arte moderno y contemporáneo más relevantes del mundo, con piezas de Picasso o Rothko entre sus adquisiciones.

Instalado entre Nueva York y Londres, dirige la firma Fintech Advisory, fundada en los años ochenta, y cuenta con una fortuna estimada en 4.000 millones de euros. Desde su entrada en el capital de Sabadell en 2013, aprovechando un momento de debilidad bursátil, ha ascendido hasta convertirse en uno de los actores más influyentes, especialmente en fases delicadas para el banco catalán y su gobernanza.

En el contexto actual, el consejo de administración del Sabadell ha rechazado por unanimidad la oferta de BBVA, alegando que la operación infravalora la entidad y no contempla una prima de control. Martínez, sin embargo, se ha desmarcado de esa línea con su voto discrepante, argumentando en declaraciones a El País que “la consolidación en España de Sabadell y BBVA dará lugar a una entidad aún más competitiva, rentable y con mayor potencial de revalorización”.

Así, el empresario insiste en que en la banca “la escala es un factor fundamental”, y pone como ejemplo que una entidad con una cuota del 22% en el mercado presenta ventajas estructurales frente a una con tan solo un 8%.

Además, reconoce el trabajo de la dirección de Sabadell y la ejecución de los objetivos que han fortalecido al banco en los últimos años, pero considera: “Ahora que el banco está justamente valorado, a mi juicio, es el momento adecuado para obtener mayores beneficios a través de la consolidación”.

Martínez reafirma su postura contraria a la mayoría del consejo, calificando de “interpretaciones incorrectas, acusaciones e insinuaciones sin ningún sustento” los argumentos que sugieren motivos ocultos detrás de su decisión. Afirma en El País: “Esto no es una batalla entre los Montescos y los Capuletos”, y subraya que el foco del debate debe estar en el análisis objetivo de la operación y no en otras narrativas.

El inversor mexicano ha respondido de forma tajante a quienes insinúan posibles pactos ocultos con BBVA: “No existe absolutamente ningún acuerdo ni conflicto de interés entre BBVA y yo, ni existe ningún conflicto con Sabadell por manifestar mi decisión de aceptar la oferta”, expone.

Defiende además haber actuado siempre con transparencia y cumplimiento de su deber como consejero: “Estas son acusaciones infundadas, irresponsables y difamatorias que solo buscan confundir el debate buscando desacreditar a otros”.

Por último, Martínez ha dejado claro que no busca guiar la decisión del resto de los accionistas: “Yo ya he tomado mi decisión y he acudido a la oferta porque creo en su potencial sin buscar ser referente de nadie”, ha enfatizado.

Frente a quienes le acusan de oportunismo, responde: “Calificativos como traidor o vendido solo reflejan la ceguera y el sesgo de quienes los usan”. Como consejo final, pide al resto de accionistas que “busquen asesoría profesional independiente en lugar de guiarse por información que es infundada, incorrecta o incierta”, según ha expresado a El País.