Alejandro Zuhang, empresario y emprendedor: “Una hora de un trabajador chino son ocho de un trabajador español”

En España y en China se concibe el tiempo de trabajo, la eficiencia, y la relación con la productividad de maneras diferentes

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Alejandro Zuhang, powerlifter, creador de
Alejandro Zuhang, powerlifter, creador de contenido y empresario, en 'Sísifo Pódcast' hablando de las diferencias entre China y España. (Montaje Infobae España con imágenes de Canva y YouTube)

En España y en China se concibe el tiempo de trabajo, la eficiencia, y la relación con la productividad de maneras diferentes. Mientras que en nuestro país predomina un esquema fijo de jornadas de 40 horas semanales, en China la flexibilidad se combina con una presión constante por la eficiencia y un cumplimiento estricto de los objetivos.

Esto es lo que ha explicado Alejandro Zuhang, empresario, creador de contenido y deportista, en una entrevista en Sísifo Pódcast, donde señala que este contraste no solo condiciona la vida cotidiana de millones de empleados, sino que también marca directamente la competitividad y los hábitos dentro de las empresas. “Una hora de un trabajador chino son ocho de un trabajador español”, aseguró.

Educación y disciplina: diferencias entre los dos sistemas

Para Zuhang, la raíz de muchas de estas diferencias se encuentra en el ámbito educativo. Según explicó a Luis Galardi, presentador del pódcast, la preparación académica en China comienza desde edades tempranas y exige a los estudiantes estar adelantados respecto al programa español. “Volví, y en primero de la ESO de aquí se estaban dando temarios de tercero de primaria de China. Por eso sacaban notazas, y yo iba tres cursos por delante”, relató.

La dificultad no se limita a las materias técnicas. También resaltó la complejidad de la asignatura de Lengua en China, con profesores especializados que pueden superar los 50 o 60 años de edad. En comparación, Zuhang señaló que en España el sistema permite una mayor flexibilidad en la preparación del profesorado y en el seguimiento de los contenidos educativos.

Trabajadores en una oficina (Freepik)
Trabajadores en una oficina (Freepik)

“Aquí cualquier asignatura, con que te saques la oposición, puedes dar clases”, sostuvo. En cambio, en China la disciplina se instala como un valor central tanto de manera directa como indirecta: “Desde pequeño te inculcan de que tienes que ser trabajador, porque ahora tienes que terminar los deberes, pues en un futuro tienes que esforzarte a estudiar para encontrar un buen trabajo”.

La política de asistencia escolar también difiere en ambos países. En España faltar uno o dos días a clase rara vez tiene consecuencias importantes, mientras que en China “no podías faltar a clases”, aseguró. El nivel de exigencia obliga a los estudiantes a no perder ningún contenido, ya que el ritmo de las clases y la cantidad de información impartida es notablemente superior, en palabras de Zuhang.

Cultura laboral y modelo productivo: “Allí es diferente. Si terminas, te vas a tu casa”

En lo que respecta al entorno laboral, el empresario describió los contrastes entre China y España. Subrayó la diferencia en la percepción de las horas de trabajo y la productividad. “Un español por ley trabaja 40 horas. Pero en China no hay ley. O sea, en el contrato no pone cuántas horas tienes que trabajar. Puedes trabajar 50 o puedes trabajar 20. El que termina antes se va a su casa y a lo mejor puede coger cinco días de vacaciones”, explicó el emprendedor durante la entrevista.

Según el análisis de Zuhang, la eficiencia marca una diferencia fundamental. “Son muy eficientes. Nunca verás a un chino en el trabajo que se pega su horita de descanso para tomarse una cerveza, o para fumarse cuatro cigarros. No. Un chino es capaz de tirarse, si hace falta, 14 horas seguidas trabajando para terminar todas las tareas que tiene”, describió. El empresario indicó que en China es habitual encontrar oficinas desiertas a partir del jueves, ya que el personal que logra finalizar sus tareas antes del plazo establecido puede abandonar el trabajo y disfrutar más días libres.

Ese modelo contrasta, según el relato de Zuhang, con lo que ocurre en España. Detalló que aquí se mantiene una jornada fija de ocho horas diarias de lunes a viernes, independientemente del nivel de productividad alcanzado en el día. “Hago un poco así por encima, termino unas cuantas cosas. Si no me da tiempo, lo termino mañana. Total, me quedan otras ocho horas. Pero ahí es diferente. Si lo terminas, te vas a tu casa”, comentó en el pódcast.

La gran pérdida de la clase trabajadora: sus salarios rozan el poder adquisitivo de 2019, pero ni se acercan al de hace 15 años.

Salarios, coste de vida y ahorro

La comparación abarcó también el nivel de vida de los trabajadores comunes en ambos países. A juicio de Zuhang, el salario promedio en China resulta insuficiente para cubrir los costes básicos de subsistencia en ciudades como Pekín o Shanghái. “Ahí es imposible que un trabajador normal, un camarero, pueda alquilar un piso, pueda comer, pueda comprar sus comidas al mes y que le sobre dinero. O incluso que le falte. Es más posible que le falte a que le sobre”, afirmó.

En España, continuó el empresario, un trabajador promedio puede llegar a fin de mes con algo de dinero sobrante si gestiona adecuadamente sus gastos: “Aquí el sueldo promedio más o menos es de 1.200-1.300 euros. Al mes, en alquiler, en comida, como mucho, te gastas 1.000”. Las diferencias se acentúan en el acceso a la vivienda, donde el alquiler en grandes ciudades chinas implica que muchos trabajadores compartan piso con varias personas, una práctica extendida, según el entrevistado.

Acerca de la cultura del ahorro, Zuhang puntualizó que no toda la comunidad china mantiene ese hábito. “Esos son los chinos que están en España. Lo que son los chinos que están en China, diría que es lo mismo, piensan lo mismo, tienen prácticamente el mismo estilo de vida que un español”, sostuvo. El sistema laboral que describe otorga cierta flexibilidad al trabajador, aunque también presenta riesgos: “Ahí a lo mejor se te lía un trabajo y puedes trabajar 60 horas semanales, y aquí son 40 fijas”.