Una madre intenta prenderle fuego a su hija de cuatro meses y alega que la actuación fue fruto de una crisis emocional: “La cabeza se me fue”

La mujer enfrenta 25 años de prisión en Valencia, tras poner en peligro a la pequeña debido a la combinación de alcohol y 21 pastillas de Diazepan que se había tomado

Guardar
Una mujer se enfrenta a
Una mujer se enfrenta a 25 años de cárcel por intentar matar a su bebé de cuatro meses quemándola viva. (Europa Press)

Una mujer enfrenta una solicitud de 25 años de prisión en Valencia por un caso de intento de asesinato tras intentar prender fuego a su hija de solo cuatro meses mientras dormía en la cuna. La acusada, que afirma no haber tenido nunca intención de hacer daño a la pequeña, declaró que su acto fue fruto de una crisis emocional acentuada por la combinación de alcohol y 21 pastillas de Diazepan. Así lo manifestó durante el juicio que se lleva adelante en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia, donde la mujer relató el contexto personal y familiar que precedió al dramático episodio.

Según la acusada, después de tomar varias cervezas y gran cantidad de medicación, ocurrió todo: “La cabeza se me fue, no controlé lo que hice, se me fue de las manos”. La mujer explicó que no pretendía dañar a la bebé, sino buscar una forma de hacerse daño a sí misma y, en palabras textuales, “fastidiar” a su hermano.

“Fue una llamada de atención porque me sentía muy sola”, declaró ante el tribunal, remarcando que todo ocurrió tras una fuerte discusión familiar y en un momento de profunda depresión. El ministerio público sostiene, en cambio, que la intención de la procesada era acabar con la vida de la menor, para lo cual prendió fuego a objetos en la habitación cerrada donde se encontraba la niña.

Desencadenantes del suceso

La historia familiar expuesta en el juicio profundiza en el estado anímico de la acusada. Tras quedarse embarazada por fecundación in vitro, a su madre le detectaron un cáncer, lo que motivó que se quedara a vivir en la casa materna para velar por ella. Durante este tiempo, su pareja, padre de la niña, residía en su propio domicilio y el hermano de la acusada, con quien la relación estaba marcada por múltiples conflictos, comenzó también a vivir allí tras separarse. “Pasé el embarazo sola y, cuando nació la bebé, no tenía ayuda, no dormía, no tenía tiempo para mí y tenía que cuidar también de mi madre”, explicó la mujer al tribunal.

Una niña duerme en una
Una niña duerme en una cuna. (Canva)

La tarde de los hechos, una discusión con su hermano la llevó a consumir entre cuatro y cinco cervezas, además de 21 comprimidos de Diazepan, recetado por dolencias cervicales. Bajo el efecto de estos medicamentos y con síntomas descritos como “una depresión muy fuerte, ansiedad y falta de ganas de vivir”, la mujer encendió una mantita de actividades que había sido un regalo para la pequeña. A pesar de la acusación fiscal de que colocó el objeto bajo la cuna para iniciar el incendio, la procesada sostiene que no lo hizo sobre el capazo donde dormía su hija, de quien actualmente tiene una orden de alejamiento.

Declaraciones en el juicio

Durante la audiencia, la madre aseguró que tras encender el juguete, el fuego se descontroló rápidamente y quedó “bloqueada”. “Me senté un ratito y entró mi hermano. Recuerdo un forcejeo, pero yo de quemar a la chiquilla no me acuerdo de nada, amnesia total”, declaró. Según el relato, su hermano intervino a tiempo, sacando a la bebé de la cuna y evitó que la situación se agravara. La menor solo resultó con una quemadura de primer grado en la mano izquierda y la propia madre indicó que la cuna, que aún conserva, no ardió y permanece en buen estado.

Cuáles son las razones por las que te pueden quitar la custodia de un hijo en España.

La procesada recordó que tomó conciencia de lo sucedido al llegar al hospital, donde despertó inmovilizada y fue diagnosticada con un trastorno psíquico. Desde entonces, ha seguido tratamiento médico durante más de año y medio. Además, ha asistido a la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) y ha recibido el alta.

“Nunca he ido a un psiquiatra porque me sentía fuerte y creía que no lo necesitaba”, señaló, admitiendo que hoy reconoce la necesidad de buscar ayuda profesional en situaciones de crisis. Posteriormente, la mujer abonó al padre de la menor un total de 950 euros en concepto de responsabilidad civil. La Fiscalía mantiene la petición de 25 años de prisión, considerando la gravedad del delito y la existencia de agravante de parentesco, aunque reconoce la influencia de la embriaguez como atenuante.

*Noticia elaborada con información de Europa Press