El espíritu navideño empieza a llenar las calles de todo el mundo. Árboles, luces y guirnaldas decoran calles, edificios y hogares de millones de personas con la esperanza de pasar las fiestas rodeados de sus seres queridos. A algunos, esta efusividad les llena más que a otros y, si bien muchos creen que el sentimiento se pasa con la edad, este vecino de la localidad francesa de Bassillac-et-Auberoche, en el departamento de Dordogne, ha demostrado que la ilusión puede mantenerse.
Y por segundo año consecutivo, Laurent Andrieux ha vuelto a esforzarse al máximo para alegrarle la Navidad a sus vecinos. El hombre ha abierto las puertas de su jardín a toda la comunidad de forma gratuita, que ha decorado con kilómetros de guirnaldas y luces. Esta tradición le viene de familia, según ha declarado a medios locales. “Mi padre decoró su jardín durante 25 años, había guirnaldas por todas partes”, recordó Andrieux.
Su padre, por desgracia, ya no tiene las fuerzas para llevar a cabo tal tarea, por lo que Andrieux ha decidido encargarse de la tarea. “Es un homenaje a nuestra pasión, que me ha transmitido”, aseguró al diario Ouest France. Es la cuarta vez que Andrieux se encarga de ese trabajo, que tuvo que dejar en 2023 por un grave problema de salud.
Meses de preparación para iluminar el vecindario
Andrieux se toma muy en serio su misión: empieza en el mes de agosto a instalar todo el decorado. En total, el hombre calcula que ha colgado cerca de tres kilómetros de guirnaldas de luces por todo su jardín. El francés ha colocado, además, un árbol luminoso de ocho metros de altura, un tobogán de hielo del Polo Norte, un bosque nevado, renos brillantes... Incluso un tren encantado, en el que los más pequeños pueden montarse y accionar el vapor de agua. “En total he creado siete escenarios diferentes”, afirmó con orgullo a Ouest France.
Su jardín se ha convertido un año más en la principal atracción turística de la localidad, en especial para los niños, que disfrutan con las decoraciones navideñas. Especialmente, parecen encantados con la cabaña de Papá Noel, donde les espera Andrieux disfrazado para escuchar sus listas de regalos y hacerse fotos con padres e hijos.
El montaje, además, es respetuoso con el medioambiente: todo lo que construye y utiliza está diseñado a partir de materiales reciclados y que reutiliza año tras año. También utiliza paneles solares y luces LED, de menor consumo eléctrico.
“Momentos mágicos” para los vecinos
El espectáculo navideño de luces y colores encandila no solo a los más pequeños, sino también a los padres. Nirina, una visitante que acudió con su hija, expresó su gratitud por la generosidad de Laurent Andrieux, quien permite el acceso gratuito a fin de año. “Es muy generoso de su parte permitir que todos visiten esto,” comentó al medio Ouest France, reflejando el impacto positivo y las emociones que despiertan estas decoraciones en los visitantes. Los niños maravillados y los adultos emocionados se reúnen cada noche en este evento.
Las redes sociales también se han hecho eco de la noticia. En Facebook, muchos vecinos aplauden la iniciativa de Andrieux, donde pasan “momentos máginos” cada diciembre, según ha comentado una usuaria de dicha plataforma.
El jardín de Andrieux ya lo han visitado cerca de 300 personas, que salen encandiladas con el trabajo de este hombre. Su jardín está abierto de forma gratuita todas las noches, desde las 18:00 de la tarde, hasta el próximo 4 de enero para todo aquel que lo quiera visitar.