La Fiscalía ve “indicios claros” y “bastantes” de un posible delito de revelación de secretos en la conducta de uno de los abogados que ejercen la acusación popular en el caso Begoña Gómez. El Ministerio Público se refiere al letrado Aitor Guisasola, de la asociación Movimiento por la Regeneración Democrática de España, quien publicó en su perfil de la red social X el auto con el que el juez Juan Carlos Peinado alzaba el secreto de las actuaciones.
La Fiscalía de la Comunidad de Madrid, en un escrito remitido al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), pide investigar al abogado a raíz de una querella interpuesta por el periodista Máximo Pradera contra el propio titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, el magistrado Peinado, y el jefe de prensa del TSJM.
El Ministerio Público se inclina, sin embargo, por no investigar a los dos querellados al no apreciar indicios de delito de revelación de secretos. Sin embargo, opina que la querella sí aporta “bastantes” indicios para considerar que la conducta de unos de los letrados de la acusación popular pudiera ser constitutiva de dicho delito.
En su querella, Máximo Pradera exponía que “el auto de 24 de mayo del Juzgado n.º 41 de Madrid” con el que se alzaba el secreto de sumario “es accesible públicamente a través del perfil de la red social X @aitor13023985 que se autodenomina Un Abogado contra la Demagogia y, según informa, corresponde a Aitor Guisasola, letrado personado en la causa en nombre de la asociación Movimiento por la Regeneración Democrática de España como acusación popular, como él mismo ha hecho público”.
El escrito fiscal subraya que “sí se se aportan indicios claro de la comisión del delito previsto en el artículo 466 del Código Penal, pero cuya investigación no está atribuida a este Tribunal Superior de Justicia”. Por lo tanto, tendrá que ser otro tribunal competente el que, en su caso, investigue la conducta del letrado.
En cuanto a la querella contra el juez Juan Carlos Peinado, el escrito señala que atribuye al magistrado la autoría de un delito de revelación de secretos “sin prueba alguna”. Respecto al jefe de prensa del TSJM, que emitió un comunicado informando de la investigación a Begoña Gómez, la Fiscalía esgrime que las notas de prensa “no revelan el contenido de las actuaciones, ni comprometen la investigación, y se limitan a dar cuenta de hitos procesales a fin de facilitar una información neutral y objetiva en un asunto de evidente interés mediático”. Es más, añade que su actuación tampoco encajaría en los tipos penales incluidos en la querella aunque hubiera seguido las instrucciones del magistrado instructor.
El juez Peinado ya le apercibió
No es la primera vez que el abogado de la asociación Movimiento por la Regeneración Democrática de España es amonestado por revelar detalles del procedimiento contra Begoña Gómez en sus redes sociales. En una reciente comparecencia de varios testigos, el propio juez Juan Carlos Peinado le apercibió personalmente con posibles multas.
El propio Aitor Guisasola explicó en un directo emitido desde su hotel en Madrid que Juan Carlos Peinado se había dirigido a él “personalmente” para que “no diga nada de lo que ocurre en la instrucción del procedimiento”. El magistrado advirtió al letrado de que podía estar infringiendo el artículo 301 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que establece que “las diligencias del sumario serán reservadas y no tendrán carácter público hasta que se abra el juicio oral” con algunas excepciones. Estas conductas están castigadas con multas de entre 500 y 10.000 euros.