Noelia de Mingo, condenada a 33 años en un centro psiquiátrico por los múltiples delitos en un supermercado

La ya conocida criminal y exdoctora Noelia de Mingo, fue condenada a 25 años de cárcel en 2005 después de asesinar dos años antes a tres personas que trabajaban en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, dónde trabajaba como doctora. Después de siete años en libertad, este lunes, Noelia volvió a pisar los juzgados de la Audiencia Provincial de Madrid, tras ser acusada de nuevo por dos delitos de asesinato en grado de tentativa y uno de atentado.

Mientras la acusada se acogió al derecho de conformidad, no declaró ni a favor ni en contra, sino que se mantuvo su silencio durante la sesión. Por contra, el juez decretó 33 años de internamiento de nuevo en un centro psiquiátrico penitenciario. Además, deberá pagar una indemnización con 110.000 euros, 50.000 para cada una de las víctimas. De Mingo también ha sido condenada a una orden de 500 metros de alejamiento y se le prohíbe entrar en la localidad de El Molar, Madrid, durante cinco años más a su salida.

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Después de ser puesta en libertad de nuevo, el pasado septiembre de 2021 desató el pánico en un supermercado de la sierra madrileña, El Molar. En ese establecimiento apuñaló en el abdomen a la cajera y a otra empleada. Esta última, al borde la muerte, pudo salvarse la vida porque se refugió en una farmacia. Ante el revuelo generado, la Policía Local acudió para intentar frenar la situación y reducirla. Durante el forcejeo, la mujer continuaba con el cuchillo en la mano, lo que provocó lesiones en uno de los policías.

Noelia de Mingo no irá a prisión por padecer una enfermedad mental

La acusada de asesinato ya fue diagnosticada con esquizofrenia paranoide, por lo que no irá a prisión, sino a un centro psiquiátrico penitenciario.

Carlos Sardinero, el abogado de una de las víctimas, se ha mostrado “satisfecho”con la sentencia que ha imputado el juez, ya que se ha alcanzado la pena máxima. “Nuestro primer objetivo era que Noelia ingresase en un centro el mayor tiempo posible como medida de seguridad”, añade el letrado. Además, cree que ha costado más de una vida para que se llevara a cabo esta solución, “había muchos flecos. Nosotros queríamos que se calificase como tentativa de asesinato para que fuese un ingreso largo”, ha apuntado el abogado de las víctimas.

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En el momento en el que ocurrió el triple asesinato, Noelia de Mingo ya tenía una floración de su enfermedad mental en la que la percepción y el entendimiento de la realidad “estaban gravemente alterados”, según consideró el Ministerio público. Y, por tanto, le limitaban sus capacidades intelectivas y volitivas, si bien no las abolía.

Los forenses, por su parte, emitieron un informe en el que hablaban de su evolución favorable, por lo que la exdoctora en ese momento interna en el psiquiátrico penitenciario de Alicante, se encontró libre después de que la Justicia le sustituyera el internamiento en centro psiquiátrico por el tratamiento ambulatorio y la custodia familiar.

Desde ese momento, Noelia apenas salía de su casa y convivía solo con su madre, una mujer octogenaria que debía ejercer la custodia familiar para estar pendiente de que su hija no tuviera descompensaciones psiquiátricas en su enfermedad.

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