
Barcelona es la ciudad en la que todo comenzó para Pablo Urdangarin, donde nació y forjó sus primeros recuerdos, acompañado de sus padres, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, y sus hermanos. Cuando solo tenía nueve años todos ellos se trasladaron a Washington D.C. para regresar, solo tres años después, a la Ciudad Condal, donde disfrutaron de otros dos años que marcaron al joven. Tanto fue así que poco después de cumplir la mayoría de edad decidió regresar a la ciudad catalana para reencontrarse con sus orígenes y perseguir sus sueños.
Desde entonces vive ahí, centrado en su etapa como jugador de balonmano, deporte en el que sigue los pasos de su progenitor como parte de la plantilla del Granollers, pero también disfrutando de todo lo que tiene que ofrecerle Barcelona, donde está totalmente asentado. Prueba de ello es el último movimiento que ha hecho, pues se ha vuelto a mudar, consolidando su permanencia en la capital catalana al regresar al barrio de su infancia.
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Fue hace unas semanas cuando el joven se trasladó hasta Pedralbes, según afirma Vanitatis, donde vivió durante años con sus padres en un palacete que se hizo muy popular, pues entre sus paredes tuvo lugar el principio del fin de Iñaki Urdangarin. Cercano al hotel en el que se suele alojar su madre cuando visita la ciudad, el AC Marriott Victoria Suites, este piso también estaría cerca del Liceo Francés, donde estudió, y de la casa de su novia, Johanna Zott.

Sobre esta vivienda se conoce que tiene unos 150 metros cuadrados y está dividida en tres dormitorios, dos baños y una gran cocina, además tiene jardín y piscina. De momento, Pablo viviría solo en ella. Hasta esta mudanza Pablo compartía piso con dos amigos y compañeros de equipo, Artur Parera y Roberto Domenech, pero ambos han fichado por otros equipos lejos de Barcelona y se han trasladado a otras ciudades españolas, el primero a Valencia y el segundo a Ibiza.
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Según el citado medio, al quedarse solo en el piso el joven decidió cambiarse a una zona que le fuera más conocida y no descarta compartir el piso con otras personas. Uno de los motivos podría ser el precio, ya que el alquiler de una vivienda de características similares está entre los 2.000 y 2.500 euros mensuales.
Antes de adentrarse en todo lo que supone una mudanza, Pablo Urdangarin ha disfrutado de un verano muy especial. Además de compartir tiempo con su familia, también ha estado con su novia en su casa de Esplugues de Llobregat, un exclusivo barrio barcelonés en el que vive con sus padres, ya que no trabaja al estar estudiando medicina.
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