Guardiola, a vengarse del Real Madrid en la Champions: los precedentes que sonrojaron al técnico del Manchester City

El entrenador catalán busca sacarse la espina tras caer ante los blancos con estrépito durante su etapa en el Bayern y agónicamente con el City

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Guardiola durante el partido de vuelta ante el Real Madrid en semifinales de la temporada 21/22 (Reuters/Carl Recine)
Guardiola durante el partido de vuelta ante el Real Madrid en semifinales de la temporada 21/22 (Reuters/Carl Recine)

Cuando Haaland aprovechó el resbalón de Upamecano y fusiló con su pierna izquierda a Sommer, enterró todo atisbo de remontada por parte del Bayern y sentenció la clasificación del City, por tercer año consecutivo, a semifinales de la Champions. Allí espera, otra vez, el Real Madrid, rey de la competición. De nuevo una final anticipada con el Etihad y el Santiago Bernabéu como escenarios de la batalla por alcanzar la gran final. Será la primera vez que el delantero noruego pise el césped del feudo blanco y presencie la mística que rodea al Real Madrid en las grandes noches europeas.

Como a toda persona que se va a enfrentar a lo desconocido, Haaland tendrá dudas y necesitará orientación. Es en ese momento cuando emerge la figura de Guardiola, el mejor consejero posible para el noruego. No sólo porque sea su entrenador, sino porque conoce a la perfección el ambiente del Santiago Bernabéu. Hasta en diez ocasiones, su destino ha tenido parada obligatoria en el recinto madridista. Visitas que han ido de más a menos para Guardiola. Con el Barça, no perdió en ninguna de las siete ocasiones en las que visitó la Castellana: cosechó dos empates y cinco victorias. Fue su mejor etapa como entrenador. Desde su salida de la Ciudad Condal, únicamente ha ganado una vez en la casa blanca.

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Con el Bayern, su mayor varapalo

El técnico catalán aterrizó en Múnich la temporada siguiente del triplete conseguido por Jupp Heynckes. La tarea no era sencilla, debía hacer olvidar al técnico que había ganado Bundesliga, Copa alemana y Champions dos meses antes de su llegada. En lo nacional siguió con dominio heredado, pero falló a la hora de traspasar fronteras. Llegó en tres ocasiones a semifinales y en todas fue eliminado por un equipo español. La primera y más dolorosa fue ante el Real Madrid en una eliminatoria en la que el triunfo blanco sentó las bases de un imperio europeo que estaba por venir.

Sergio Ramos celebra uno de sus goles anotado ante el Bayern de la semifinal de Champions de 2014 (AFP)
Sergio Ramos celebra uno de sus goles anotado ante el Bayern de la semifinal de Champions de 2014 (AFP)

Los hechos sucedieron con la temporada 13/14 entrando en la recta final. Un solitario gol de Benzema en el partido de ida dio mínima ventaja al Madrid para la vuelta en el infierno bávaro. Allí iban a “arder hasta los árboles” según Rummenigge y tuvo razón, el Allianz Arena ardió, aunque no de la forma deseada por el exdirector general del Bayern de Múnich.

Los “atletas” del Real Madrid aplastaron al cuadro alemán tras una primera parte histórica. Sergio Ramos, con dos cabezazos, y Cristiano Ronaldo, tras culminar un gran contragolpe, dejaron la eliminatoria vista para sentencia. En el tramo final, el portugués puso la puntilla con un gol de falta ante el que Neuer hizo la estatua. El 5-0 del global de la eliminatoria reflejó la superioridad blanca y supuso la noche europea más dura de Guardiola.

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Cara y cruz con el Manchester City

Con el desembarco del técnico catalán en Manchester, los directivos cityzens esperaban dar un salto nacional e internacional. Hasta la fecha, Guardiola ha conseguido el primero, pero le ha sido esquivo el segundo. Este curso está a tres partidos de lograr el tan ansiado objetivo, pero al igual que la temporada pasada a estas alturas, el Real Madrid se cruza en su camino. Ante los blancos ha vivido cara y cruz en los dos enfrentamientos con el Manchester City.

El primero hace tres temporadas, en los octavos de final que duraron cinco meses y medio debido al parón por la pandemia. Los de Guardiola se impusieron en el Bernabéu 1-2 y, aún con la norma en vigor del valor doble de los goles visitantes, encarrilaron una eliminatoria que sentenciaron en su estadio tras vencer por idéntico resultado. Aquel año, el Lyon apeó en la siguiente ronda al City.

Guardiola, cabizbajo durante la eliminatoria de la temporada pasada ante el Real Madrid (Reuters/Carl Recine).
Guardiola, cabizbajo durante la eliminatoria de la temporada pasada ante el Real Madrid (Reuters/Carl Recine).

La cruz para el técnico se produjo la campaña pasada en semifinales. Su equipo dispuso de incontables oportunidades para dejar el cruce bien enderezado, pero el 4-3 dejó con vida al Real Madrid, y eso en Champions se paga. La vuelta en el Bernabéu tuvo tintes épicos y dramáticos a raudales. En el ecuador del segundo acto, Mahrez adelantó a su equipo, al que parecía imposible que se le pudiera ir la eliminatoria. Restando tan sólo el tiempo añadido, los blancos necesitaban dos goles para forzar la prórroga. En esas, con el Bernabéu apretando y el City mirando el reloj, Rodrygo se vistió de superhéroe y anotó ambos tantos. Benzema apuntilló a los ingleses en el tiempo extra.

¿Saben qué tuvieron en común las dos eliminaciones de Guardiola ante el Real Madrid? A Carlo Ancelotti. El italiano dirigió al equipo blanco en ambas eliminatorias. El próximo mes de mayo será de infarto. Tan sólo un año después, Guardiola tendrá la oportunidad de cobrarse su venganza y quedarse más cerca de conseguir la Orejona. Y es consciente de qué debe hacer para conseguirlo: “Todos los equipos del mundo tienen la sensación de que para ganar la Champions, hay que ganar al Real Madrid”.