Los entretelones de la resistencia de las barras de Racing e Independiente para impedir que Boca Juniors sea local en Avellaneda

El Xeneize tenía previsto jugar en el Cilindro el domingo ante Huracán, pero se topó con una particular oposición. Lo mismo ocurrió ante una consulta en el Rojo. En consecuencia, se vería obligado a jugar en la Bombonera, a pesar de que el césped todavía no está 100% recuperado

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El Cilindro de Avellaneda, la sede elegida por Boca para ser local frente a Huracán (REUTERS/Agustin Marcarian)
El Cilindro de Avellaneda, la sede elegida por Boca para ser local frente a Huracán (REUTERS/Agustin Marcarian)

Boca Juniors no será local en Avellaneda. Ni en la cancha de Racing ni en el hogar de Independiente. Y no porque no lo haya intentado, no haya negociado formalmente para concretar la mudanza, mientras pone a punto el césped de la Bombonera...

Después del traslado de la localía a Velez frente a Rosario Central, hecho que dejó afuera a un montón de socios y abonados y provocó reclamos de los simpatizantes, Boca decidió volver a Racing donde hizo de local en el pasado y que tiene su cancha habilitada para 58.000 espectadores, un número similar al de la Bombonera. Parecía que todo iba por carriles normales para que se dispute allí el partido de este domingo desde las 19.15 frente a Huracán, de hecho Jorge Amor Ameal, presidente de la institución, había confirmado el nuevo escenario, pero en el medio se encontró con un imprevisto propio del fútbol argentino.

La barra de Racing avisó que la relación con La Doce estaba totalmente rota y que no veían con buenos ojos que la ciudad y el Cilindro se vistan de azul y amarillo. A partir de ahí hubo contactos con la secretaría de seguridad de Avellaneda para resolver la cuestión. Vale contar que desde la época en que el intendente era Baldomero Álvarez, varios barras de la Acadé tienen puestos municipales. Desde la Municipalidad se hizo un llamado a Independiente, que también tiene varios barras como empleados municipales, para saber si se le prestaba el escenario a Boca, como ocurrió con River cuando reformó su campo de juego a fines de 2020, durante su participación en la Copa Libertadores. Sin embargo, pese a la pública necesidad de dinero en las arcas del Rojo, la respuesta también fue negativa. El argumento: no es lo mismo ceder el estadio para partidos a puertas cerradas, sin público, que en uno a tribunas completas, con las banderas de Boca vistiendo el Libertadores de América - Ricardo Enrique Bochini.

En ese entuerto, la Municipalidad decidió no comprarse un lío y habló con el Aprevide para comunicarle la decisión: en Avellaneda Boca no puede hacer de local. La comunicación fue telefónica y por eso aún la decisión no es oficial. El Aprevide no puede obligar a cambiar eso pero hubo una consulta al Ministerio de Seguridad de la Provincia que dirige Sergio Berni. Y la respuesta de Berni fue terminante: “Si la municipalidad dice no, es no”.

Ante este escenario Ricardo Rosica el secretario general del club está intentando destrabar la situación ya no con la dirigencia del fútbol, sino con la dirigencia política de la provincia de Buenos Aires. ¿Podrá? Por ahora parece una utopía aunque por Brandsen 805 siguen diciendo que el plan A para jugar con Huracán es la cancha de Racing, sin alternativas en el menú. Resta saber si la dirigencia del Xeneize podrá doblarle el brazo al municipio de Avellaneda o tendrán que activar otro plan dentro de la Ciudad de Buenos Aires, o adelantar la reapertura de la Bombonera para este mismo domingo, la opción más posible ante la particular coyuntura.

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