“Madrid se ha abierto a las diferentes visiones e inquietudes de naciones con las que comparte un pasado colonial y el malestar por la inseguridad y la pobreza, lo que pone de manifiesto el acercamiento de las naciones de habla hispana que, con situaciones diferentes, se reconocen”. Con estas palabras, Marcela Díez, gestora y programadora cultural mexicana, subrayó el espíritu de la 43° edición del Festival de Otoño de Madrid, que dirigirá este año. La cita, que se celebrará entre el 6 y el 30 de noviembre, busca consolidarse como un espacio de diálogo artístico y cultural, con especial atención a la escena hispanoamericana y a la captación de público joven.

Durante la presentación del festival, Díez expresó que asumir la dirección supone “un honor que una mexicana sea la encargada de la programación del Festival de Otoño de Madrid, además de una enorme responsabilidad como representante del otro lado del Atlántico y también de este”. La nueva directora, condecorada con la Orden de las Artes y las Letras de Francia en 2021, ha sido la primera directora general de festivales de la Secretaría de Cultura de México, consultora artística de danza y teatro en distintos países y responsable del Festival Internacional Cervantino de México.
El programa de este año exhibirá su carácter internacional con 18 producciones procedentes de 16 países, según detalló Díez. El objetivo es convertir el festival en un espacio para el “diálogo artístico, estético, cultural y generacional”. El diseño de la programación incluye producciones y coproducciones que abordan temas como las desapariciones en México, las agresiones contra las mujeres y la violencia política, junto a revisiones de clásicos de la literatura universal.

Entre las compañías invitadas figuran la colombiana Teatro Petra, que presentará uno de sus montajes históricos, Labio de liebre, y la chilena Teatrocinema con Historia de Amor. Desde Argentina, Lola Arias estrenará la multipremiada Los días afuera, centrada en la vida de mujeres y personas trans tras salir de prisión, mientras que Marina Otero llevará a escena El oficio de morir. Uruguay estará representado por dos textos: Las cosas que perdimos en el fuego, adaptación de seis cuentos de terror social de la escritora argentina Mariana Enríquez a cargo de Leonel Schmidt, y Ofrenda para el monstruo, de la coreógrafa Tamara Cubas.
La programación también reserva espacio para la danza y la música. Destacan espectáculos del coreógrafo griego Christos Papadopoulos y del portugués Marco da Silva Ferreira, quien combate el machismo y el militarismo a través del baile en F*ucking Future. Pensando en el público joven, Díez ha orientado parte de la oferta hacia sus “estéticas y expresiones artísticas”, con propuestas como DUB de la compañía francesa Amala Dianor, la experiencia inmersiva Odiseas —donde el teléfono móvil se convierte en herramienta escénica interactiva— y Macbeth Muet de la canadiense La Fille Du Laitier.
Con información de: EFE
[Fotos: Festival de Otoño de Madrid]
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