Enrique Gómez advierte que Saade sería un “activo” de la inteligencia venezolana

En una columna, Enrique Gómez analizó los vínculos de Saade con Venezuela y alertó sobre sus efectos en la política nacional

Guardar
El excandidato presidencial cuestionó a
El excandidato presidencial cuestionó a Saade. Foto: Colprensa

En la más reciente columna publicada en Revista Semana, el abogado y dirigente político Enrique Gómez planteó un análisis sobre la coyuntura que involucra a Saade, figura cercana al presidente Gustavo Petro.

Según el texto, los antecedentes y relaciones internacionales del exvocero del Gobierno serían el verdadero centro de atención, más allá de los debates coyunturales.

Enrique Gómez | captura de
Enrique Gómez | captura de video vía X

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

Gómez sostiene que el país tiende a enfocarse en aspectos superficiales, dejando de lado los elementos de mayor trascendencia. A su juicio, el caso de Saade no se explica únicamente por los cargos disciplinarios o por las polémicas declaraciones públicas, sino por lo que representa su trayectoria y sus vínculos con personajes del chavismo en Venezuela.

Alfredo Saade, exjefe de Despacho
Alfredo Saade, exjefe de Despacho del Gobierno | crédito Presidencia

En la columna, Gómez recuerda que Saade vivió durante 12 años en territorio venezolano y que en ese tiempo consolidó lazos con Ramón Rodríguez Chacín, quien fue oficial naval y ejerció como ministro del Interior y de Justicia en dos periodos distintos del gobierno de Hugo Chávez. Rodríguez Chacín, según describe, pasó de ser experto en contrainteligencia y contrainsurgencia a convertirse en aliado cercano de estructuras ilegales en Colombia.

Para Gómez, ese antecedente resulta clave para entender el ascenso de Saade dentro del círculo más próximo al presidente Petro. En sus palabras, “lo más probable es que Saade sea un ‘activo’ de la inteligencia venezolana en el centro del Petrismo”.

La columna también señala que Saade ha defendido posturas que coinciden con los intereses del régimen de Nicolás Maduro, lo que alimenta las sospechas sobre su papel dentro del actual Gobierno. Gómez cita como ejemplo las intervenciones públicas en las que el exvocero mencionó la posibilidad de una reelección presidencial o la designación directa de un sucesor por parte de Petro.

Otro episodio destacado por Gómez en Semana fue la participación de Saade en una reunión conjunta entre altos funcionarios de la Cancillería y del Ministerio de Defensa. Según el análisis, Saade lideró el encuentro en nombre del presidente, defendiendo la implementación de un memorando binacional de entendimiento firmado con Venezuela el pasado 17 de julio. Dicho acuerdo fue cuestionado por varios asistentes por considerar que implicaba un grado de “sumisión” de las Fuerzas Armadas colombianas frente a las venezolanas.

Alfredo Saade acompañó a Gustavo
Alfredo Saade acompañó a Gustavo Petro en su campaña presidencial del 2022- crédito @ALFREDOSAADEV/X

De acuerdo con el relato de Gómez, la reunión derivó en un fuerte cruce de posiciones. Mientras Saade respaldaba la cooperación con las fuerzas venezolanas, sectores de la institucionalidad diplomática y militar manifestaron su desacuerdo, calificando el planteamiento de inconveniente. La intensidad de la discusión habría llevado a algunos servicios de inteligencia nacionales a revisar los posibles vínculos de Saade con instancias oficiales de Caracas.

Gómez advierte que el distanciamiento de Saade de ciertos espacios del Gobierno no estaría relacionado con la investigación disciplinaria en la Procuraduría sobre el caso de los pasaportes, sino con el malestar generado tras su defensa del memorando en la reunión con Defensa y Cancillería.

En la columna también se hace referencia a la trivialización que, según Gómez, Saade habría hecho de hechos recientes como el homicidio de Miguel Uribe Turbay. Además, se mencionan sus constantes viajes terrestres hacia Venezuela, lo que refuerza el señalamiento de una cercanía sostenida con ese país.

El autor contextualiza el caso de Saade en un escenario más amplio, donde también aparece Carlos Ramón González, exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia y de la Dirección Nacional de Inteligencia, actualmente prófugo de la justicia y con residencia en Nicaragua. Aunque este personaje ha ocupado parte del debate nacional en los últimos días, Gómez sostiene que lo esencial no es la evasión judicial en sí misma, sino el riesgo de que haya trasladado información estratégica de seguridad nacional a otro país.

En el caso de González, Gómez advierte que Nicaragua, gobernada por Daniel Ortega, ha tenido históricamente un papel adverso en el escenario caribeño, y que la llegada de un exfuncionario con conocimiento de asuntos de inteligencia podría representar un riesgo adicional para Colombia.

No obstante, el eje central de su análisis se mantiene en Saade. El columnista asegura que los verdaderos problemas no se reducen a sus expresiones políticas ni a sus diferencias con otros sectores, sino a los antecedentes internacionales y al tipo de relaciones que lo han vinculado con estructuras de poder en Venezuela.

En la parte final de su escrito, Gómez sostiene que la discusión sobre Saade debe ser abordada en términos de seguridad nacional y no solo como un asunto político coyuntural.

Según sus palabras, las conexiones con figuras del chavismo, su influencia dentro del petrismo y la defensa de acuerdos con el gobierno de Maduro configuran un escenario de implicaciones profundas para el país.