Barbie Vanessa, mamá Lyan Hortúa, publicó inspirador mensaje tras escándalo en que la vincularon con Los Rastrojos

Angie Bonilla, conocida en redes sociales como Barbie Vanessa, reapareció luego de varios días de silencio, tras el secuestro y posterior liberación de su hijo, Lyan José Hortúa, en Jamundí (Valle del Cauca).

El caso cobró notoriedad, no solo por la violencia del crimen, sino por la polémica surgida en torno a la figura pública de Bonilla y su presunta relación con estructuras criminales.

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Bonilla, reconocida por sus publicaciones en redes sociales donde mostraba una vida de lujos, viajes y ostentación constante, decidió borrar todo su contenido y restringir el acceso a su perfil de Instagram una vez se desató la polémica.

Sin embargo, la mujer decidió publicar un mensaje en el que se limita a decir: “Esfuérzate y sé valiente”, acompañado de la canción Mujer Valiente de Janet Aponte. De inmediato, la publicación generó reacciones entre quienes la siguen, con comentarios de apoyo y aliento.

Hasta el momento, se desconoce el paradero actual de Angie Bonilla, su esposo, su hijo Lyan y otros miembros de su familia, debido a que, al aparente riesgo que corrían en su vivienda, habrían considerado abandonar el país después del secuestro.

Las investigaciones sobre el caso, así como sobre los posibles vínculos con el narcotráfico, continúan abiertas y no se han reportado capturas relacionadas directamente con el secuestro del menor.

En cuanto al padrastro del menor, Joshua Suárez, en las redes sociales de su empresa continúa publicando con normalidad algunos artículos que tiene a la venta.

Cabe recordar que el 11 de mayo de 2025, hombres armados irrumpieron en la vivienda donde Bonilla vivía con su familia y se llevaron a su hijo de 11 años.

El niño estuvo en cautiverio durante 18 días y fue liberado en circunstancias aún bajo investigación. De acuerdo con versiones oficiales, detrás del secuestro habrían estado integrantes de las disidencias de las Farc.

A la par del proceso judicial y el mediático seguimiento al caso, surgieron versiones conocidas por Semana que vinculaban a Angie Bonilla con Diego Rastrojo, un conocido narcotraficante.

Según el medio citado, Bonilla habría actuado como testaferra de Rastrojo, con una deuda que supuestamente ascendería a $37 mil millones. Estos señalamientos dejaron en el centro del debate público la situación de la familia.

Aunque el caso continúa siendo investigado por las autoridades, lo último que se conoció, de manera extraoficial, fue que la familia habría entregado una suma de $300 millones, y no $4.000 millones, a los raptores de Lyan Hortúa, que exigían la millonaria suma para su liberación.

Asimismo, fuentes citadas por medios de comunicación negaron que el secuestro estuviera relacionado con una alianza de la mafia vinculada a José Leonardo Hortúa, alias Mascota, padre biológico del menor, y su historial criminal vinculado con Los Rastrojos. Y menos, como presión para el pago de una deuda que tendría la madre del niño.

En cambio, la evidencia conocida, que incluiría audios, chats y fotografías, señalaría al frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc, bajo el mando de Jairo Moreno,como único responsable intelectual y material del plagio.

Según información de El Tiempo, los secuestradores retuvieron el celular de Angie Vanessa Bonilla, madre de Lyan, y lo usaron para enviar una prueba de supervivencia del menor. Inicialmente, a la familia le exigieron $3.000 millones, cifra que declararon imposible de pagar.

Un audio conocido por el medio citado, en manos de las autoridades, recoge las palabras del padrastro: “Vamos a vender el carro rosado (el BMW de la mamá de Lyan) y por favor devuélvanos la camioneta Sahara para poder venderla. A nosotros nos robaron una joyería hace ocho meses. Debemos el carro y la casa es alquilada”.