Menor de 16 años mató a su papá a puñaladas: estaba defendiendo a su mamá

Un nuevo caso de violencia intrafamiliar sacudió a la ciudad de Barranquilla en la noche del domingo 29 de diciembre, cuando un joven de 16 años terminó con la vida de su padre, Johann Jesús Sarmiento, en un intento por defender a su madre de una agresión física.

Según informaron las autoridades, el incidente ocurrió en el barrio Santamaría, donde la víctima, un peluquero de 38 años, residía junto a su familia. Este hecho ha puesto nuevamente en el foco la problemática de la violencia doméstica en la región.

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De acuerdo con las primeras investigaciones, el adolescente intervino al presenciar cómo su padre atacaba a su madre, un patrón de comportamiento que, según los testimonios de allegados, se repetía cada vez que Sarmiento consumía alcohol.

Durante el altercado, el joven utilizó un arma blanca para herir a su progenitor en múltiples ocasiones. La víctima intentó alejarse del lugar, pero falleció a pocos metros del sitio donde se desarrollaron los hechos.

Por su parte, la Policía Metropolitana de Barranquilla actuó rápidamente tras el incidente, logrando la aprehensión del menor, quien fue puesto a disposición de las autoridades competentes. En medio de este procedimiento, los agentes recopilaron información clave que podría ayudar a esclarecer las circunstancias que llevaron a esta tragedia familiar.

Este patrón de comportamiento habría sido una constante en el hogar, donde las amenazas y el miedo impedían que la mujer denunciara los abusos de manera sostenida. En 2016, la víctima había intentado alertar a las autoridades sobre la situación, pero desistió tras recibir intimidaciones que incluían amenazas de muerte contra ella, sus hijos y sus padres, según reveló la revista Semana.

Por su parte, el brigadier general Edwin Urrego, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, confirmó que el menor fue aprehendido tras el incidente y puesto a disposición de la Policía de Infancia y Adolescencia.

Urrego señaló que la principal hipótesis apunta a un caso de homicidio motivado por violencia intrafamiliar. “Un menor de 16 años, momentos antes, habría asesinado a su progenitor. Al parecer, los hechos se habrían dado al observar un hecho de violencia intrafamiliar, donde su progenitora era violentada”, declaró el oficial.

El caso ha puesto nuevamente en el centro del debate la problemática de la violencia intrafamiliar en Barranquilla y sus devastadoras consecuencias. Según el medio, allegados de la familia describieron a Sarmiento como un hombre que mantenía sometida a su pareja mediante amenazas constantes, lo que generaba un ambiente de temor que dificultaba cualquier intento de denuncia. Este contexto de abuso prolongado habría sido el detonante de la tragedia que ahora enfrenta esta familia.

En respuesta a este y otros casos similares, las autoridades locales han intensificado las medidas para combatir la violencia intrafamiliar en la ciudad. El brigadier general Urrego destacó que se han fortalecido los operativos de las llamadas “patrullas púrpuras”, unidades especializadas en atender este tipo de situaciones. Estas acciones buscan prevenir nuevos episodios de violencia y brindar apoyo a las víctimas que enfrentan este tipo de agresiones en sus hogares.

El homicidio de Johann Jesús Sarmiento se suma a una preocupante estadística de muertes violentas en Barranquilla. Según datos recopilados por Semana, en lo que va del año 2024, más de 487 personas han perdido la vida de manera violenta en la capital del departamento del Atlántico.

Aunque la mayoría de estos crímenes han sido perpetrados con armas de fuego y bajo la modalidad de sicariato, este caso resalta por su trasfondo de violencia doméstica y por involucrar a un menor de edad como autor del hecho.

El caso de esta familia del barrio Santamaría no solo evidencia las consecuencias extremas de la violencia intrafamiliar, sino que también plantea interrogantes sobre las dinámicas de poder y control que perpetúan estos ciclos de abuso.

Las autoridades continúan investigando para esclarecer todos los detalles del incidente, mientras que el menor implicado enfrenta un proceso judicial que determinará su responsabilidad en los hechos.