La única hiena en Colombia fue operada con éxito

En un procedimiento médico que destaca por su importancia y singularidad, la única hiena residente en Colombia, alojada en el Bioparque Ukumarí en Pereira, Risaralda, fue sometida a una cirugía debido a una complicación en su sistema reproductivo. Este evento marcó un momento significativo dado que el animal, de avanzada edad, superó con éxito la operación gracias al esfuerzo conjunto de veterinarios y zootecnistas.

La cirugía se realizó ante el diagnóstico de una infección que comprometía no solo el bienestar de la hiena sino también su salud general, afectando potencialmente otros órganos.

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Cristina Buitrago, la directora científica del Bioparque Ukumarí, enfatizó la prontitud con que se actuó para contrarrestar la infección y prevenir complicaciones mayores. Con 17 años, el animal presenta un caso sin precedentes debido a su edad y la naturaleza de su enfermedad, haciendo el éxito de la operación una prioridad para el equipo a cargo, según compartió Lorena Morales, gerente del Bioparque.

Además, la adecuación de la medicación, administrada a través de su alimentación para minimizar el estrés, fue una estrategia clave implementada por la nutricionista veterinaria Juliana Ramírez, asegurando un tratamiento efectivo y una dieta balanceada durante su recuperación.

La gerencia del Bioparque Ukumarí subrayó la satisfacción con el resultado exitoso de la operación, destacando la recuperación del animal que continúa bajo el cuidado y vigilancia constantes de su equipo de cuidadores especializados. Este incidente no solo destaca la importancia de la atención médica especializada para la conservación de especies en cautiverio, sino también el compromiso del parque con la salud y bienestar de sus residentes.

Este caso refleja la dedicación y el esfuerzo del personal del Bioparque Ukumarí para garantizar la calidad de vida de la fauna que reside en sus instalaciones, evidenciando la relevancia del trabajo interdisciplinario en la medicina veterinaria para la conservación de especies exóticas en Colombia.

Durante la Semana Santa de 2024, autoridades ambientales en Colombia intensificarán la lucha contra el tráfico ilegal de especies silvestres. En este periodo, cruciales para la conservación, se pone en alto riesgo a una variedad de fauna y flora debido al aumento en el consumo de carne blanca y productos derivados de animales como tortugas, iguanas, babillas, así como la extracción de palma de táparo y roble. La Secretaría Distrital de Ambiente (SDA), dirigida por Adriana Soto, ha emitido una alerta especial para los viajeros, enfatizando la importancia de no consumir ni comercializar productos derivados de estas especies.

En un esfuerzo por preservar la rica biodiversidad del país, que incluye unas 67.000 especies entre animales, vertebrados, invertebrados, plantas y hongos, se han implementado operativos de control y sensibilización en puntos críticos como terminales de transporte y mercados. Colombia, reconocido por su diversidad de especies, también se enfrenta al lamentable título de ser uno de los países con mayores índices de tráfico ilegal de flora y fauna, un negocio que genera casi 23 billones de dólares a nivel mundial, según informaciones de la Organización de Naciones Unidas.

La problemática no solo reside en el consumo durante fechas específicas, sino también en la perturbación de los ecosistemas debido a la extracción de animales y plantas de su hábitat natural, lo cual afecta su bienestar y pone en peligro su supervivencia.

De acuerdo con datos del Ministerio de Ambiente, en 2021 se incautaron de 18.636 individuos de fauna y 282.147 elementos de flora, mientras que la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional reportó la incautación de 12.404 especímenes en 2022. Este 2023, solo en Bogotá, se incautaron de 4.9 kilogramos de productos derivados de fauna silvestre durante Semana Santa.

Además del impacto directo sobre las especies, se hace un llamado urgente a los ciudadanos para evitar el consumo de estos productos y a denunciar cualquier actividad ilegal relacionada. La legislación colombiana impone severas sanciones a quienes participen en estas actividades, incluyendo multas de hasta 5.000 salarios mínimos mensuales y penas de prisión de entre 48 y 108 meses. Con estas medidas, la Secretaría de Ambiente de Bogotá busca promover una mayor conciencia entre la población para contribuir a la preservación del patrimonio natural del país.