Gustavo Petro respondió a quienes criticaron las compras a la venezolana Pdvsa: “Colombia importa hace años gas”

Luego del revuelo que generó la noticia entregada por el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, que dejó a la luz los planes para importar gas desde el 2025, el presidente de la República, Gustavo Petro, usó sus redes sociales para responder a quienes criticaron la medida.

El mandatario aprovechó una publicación de una reconocida periodista, quien afirmó que el país pasó de contar con una reserva de 7.2 millones a acelerar las importaciones de gas, especialmente de Venezuela, con quien existe un contrato vigente para la comercialización del hidrocarburo.

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“Este es el tipo de desinformación que se irradia a la sociedad y que merece ser rebatida. Colombia importa hace años gas y lo hace a precios altísimos. Ese gas importado determina en parte sustancial el alto costo de la energía eléctrica vendida en bolsa. La importación la hace un grupo económico poderoso”, señaló el presidente.

Y es que según comentó la presidenta de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas), Luz Stella Murgas, el país necesita de estas importaciones para poder mantener la seguridad energética en el país, pues los fuertes cambios por la reducción del agua en represas durante el fenómeno de El Niño, requieren de una garantía de hidrocarburos para poner en funcionamiento las plantas del país.

“Colombia desde hace aproximadamente 7 años, por una decisión que se tomó en el 2010 de tener una planta que almacene gas natural licuado importado y se gasifique exclusivamente para el sector eléctrico, está importando gas. Entró en operación en el año 2016 cuando ya se había acabado el fenómeno de El Niño, y por primera vez este es el primer fenómeno El Niño que esa planta cumple con su función vital que es respaldar la generación eléctrica”, comentó Murgas en entrevista con Blu Radio.

En todo caso, la decisión del Gobierno nacional ha generado un sinfín de críticas, pues desde algunos sectores políticos se afirma que comprarle gas a Venezuela, aunque resulta más económico por cercanía e infraestructura, se convertiría en un riesgo ante la inestabilidad del vecino país en sus relaciones con diferentes países.

“Darle oxígeno al criminal dictador Nicolás Maduro comprándole gas es la última canallada de Gustavo Petro con la seguridad energética de Colombia”, señaló el senador Miguel Uribe Turbay.

Sin embargo, para el presidente colombiano resulta de gran beneficio estas alianzas con Venezuela, pues según sus palabras, garantiza la seguridad energética y económica para ambos países, como si se tratara de un trabajo de cooperación, pues desde Colombia se exportaría energía a la nación liderada por Maduro.

“Siempre hay que ver la conexión de gas con Venezuela como un complemento. Habrá gas de Venezuela en Colombia y electricidad de Colombia en Venezuela. En el mundo se comercia antes que nada con los vecinos. Cuando Colombia complete su matriz de energía limpia, la demanda por gas disminuirá sustancialmente”, señaló Petro.

Ecopetrol, la empresa estatal petrolera de Colombia, ha declarado que a partir de 2025 comenzará la importación de gas natural desde Venezuela, específicamente de la estatal Pdvsa, como medida para confrontar una inminente escasez de gas que podría alcanzar un déficit del 17% en la demanda colombiana de combustible.

Esta decisión fue dada a conocer en medio de las críticas por la notable disminución en las ganancias de la petrolera colombiana en el año 2023, donde reportó una caída casi a la mitad de sus utilidades en comparación con periodos anteriores.

Esta maniobra estaría alineada con el plan del Gobierno de Gustavo Petro hacia la transición energética, buscando reducir la dependencia del país de los hidrocarburos. El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, destacó en declaraciones a medios nacionales la importancia de esta medida para garantizar la disponibilidad de gas y la diversificación de las fuentes energéticas.

Un desafío clave en la implementación de este acuerdo es la inspección y aseguramiento de la operatividad de un gasoducto binacional de 224 kilómetros, inactivo desde 2015, para el que ya se están llevando a cabo revisiones técnicas.

Pero la colaboración con Pdvsa no está exenta de obstáculos, especialmente debido a las restricciones internacionales impuestas sobre la petrolera venezolana por parte de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos (Ofac), relacionadas con acusaciones de lavado de activos. Sin embargo, Roa mencionó que se han solicitado excepciones a estas sanciones, y que existen vías legales para la importación de gas natural que eluden estos inconvenientes.