Revelan la identidad de una víctima de sicariato en Cali: recibió doce disparos

Alrededor de la una de la tarde del miércoles 6 de diciembre, un hombre, que se movilizaba en una camioneta blanca marca Nissan Qashqai de 2022, recibió más de doce disparos que lo dejaron gravemente herido.

La víctima, que fue interceptada a la altura de la carrera 26, habría alcanzado a llegar al hospital Primitivo Iglesias, ubicado en el oriente de Cali, pero, pese a los esfuerzos, el hombre murió por la gravedad de las heridas.

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El ataque sicarial, perpetrado por delincuentes a bordo de una motocicleta marca Pulsar, generó impresión en aquellos que alcanzaron a presenciar el ataque, pero también en las autoridades que investigan, las cuales se preguntan por qué fue asesinado con tanta sevicia.

De acuerdo con lo que pudo establecer El Tiempo, la víctima fue identificada como Víctor Hilario Angulo Ferrín, un militar de 35 años vinculado al Ejército Nacional desde el 21 de febrero de 2006.

El medio citado también conoció que Angulo Ferrín era de Tumaco (Nariño) y se encontraba adscrito al Distrito Militar No. 023 de Pasto.

Adicionalmente, el militar nariñense tenía un inmueble en el barrio Chiminangos y hacía dos meses había comprado la camioneta de alta gama en la que fue asesinado. El vehículo tenía las placas IDQ304, matriculado en Buga.

Las autoridades competentes que se encuentran investigando el caso aseguran que pareciera que a la víctima le hubieran borrado toda su información, por lo que anunciaron que se descarta que los móviles estén relacionados con hurto.

El miércoles 6 de diciembre, un grupo de personas estuvo a punto de sumarse a las cifras de robos en Cali. Sin embargo, varios detalles que no cuadraban en la trampa puesta por los delincuentes, les hizo reaccionar peligrosamente a tiempo.

Los hechos ocurrieron hacia las 9:00 a. m. del miércoles 6 de diciembre, cuando un hombre fue citado en un apartamento del barrio Los Cristales, en el oeste de Cali, para efectuar la compra de un vehículo que venía negociando por más de 15 días.

Una vez en el apartamento, la víctima contó que nada parecía levantar sospecha, debido a que fue recibido por dos mujeres que saludaron muy amablemente al portero del condominio.

Al entrar al inmueble, según el relato de la víctima, su esposa se dirigió al baño, mientras que el afectado se sentó junto a su sobrino, por petición de una de las mujeres:

El hombre se inquietó y se dirigió hacia la puerta de salida del apartamento a esperar a que su esposa que se encontraba en el baño del inmueble; no obstante, fue interceptado por un hombre que ingresó al apartamento y le apuntó con un arma.

La víctima relató que fue ayudado por los vecinos, que también estaban armados, y el vigilante de la unidad residencial, quienes lograron retener a los delincuentes, mientras llegaba la Policía.

Una de las particularidades del caso radica en que los delincuentes tenían en su poder un aparato que bloqueaba la entrada de señal de cualquier operador móvil. Esto fue experimentado por la víctima al momento de entrar al apartamento.

El mayor Andrés Acosta, comandante Distrito 3 Policía Metropolitana Santiago de Cali, dijo que a los delincuentes se les inmovilizó un vehículo que contaba con doble placa; además, entre los capturados se encontraba un exconvicto por los delitos de hurto agravado y porte ilegal de armas.

Por último, al inspeccionar las habitaciones del apartamento donde fueron citados los afectados, encontraron que los delincuentes tenían listas las sogas con las que sus víctimas serían amarradas y amordazadas para cometer el ilícito.