Nevado del Ruiz: continúa la alerta naranja y aumentaron los sismos

La emisión de ceniza ha sido captada gracias al sistema de cámaras que instaló el Servicio Geológico Colombiano en los alrededores del edificio volcánico

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Nevado del Ruiz (25 de mayo del 2023).
Nevado del Ruiz (25 de mayo del 2023).

El Servicio Geológico Colombiano (SGC) emitió el reporte correspondiente al seguimiento que se le realizó al nevado del Ruiz entre el 24 y 25 de mayo. Si bien no hay una evolución que genere preocupación, la entidad recalcó que se evidenció un aumento en el fracturamiento de roca dentro del Ruiz, situación que se determinó gracias a la comparación con los días pasados.

“Desde las 09:00 a.m. de ayer (24 de mayo) hasta la hora de publicación de este boletín, la actividad sísmica asociada a fracturamiento de roca al interior del edificio volcánico aumentó en el número de sismos y en la energía sísmica, respecto al 23 de mayo”, sintetizó la entidad.

Lo anterior generó diversos sismos que fueron registrados por el sistema de alertas del Servicio Geológico Colombiano, en donde logró detallarse que la magnitud máxima fue de 1,2 grados a una distancia de cinco kilómetros aproximadamente del cráter Arenas. De igual forma, estos no tuvieron una profundidad de consideración, siendo cinco kilómetros la medida promedio.

“Los sismos se localizaron en los sectores nororiente y suroccidente del volcán, a una distancia máxima de 5 km a partir del cráter Arenas y a profundidades que oscilaron entre 3 y 6 km. La máxima magnitud registrada fue de 1,2, correspondiente al sismo registrado a las 07:23 p.m., localizado a 4,1 km al nororiente en el cráter Arenas, a una profundidad de 5 km, aproximadamente, respecto a la cima del volcán”.

Por qué se producen los temblores en el nevado del Ruiz

Dichos fenómenos que mantienen en alerta a la población tienen relación con la circulación de material volcánico dentro del nevado del Ruiz. Lo anterior también ha provocado un leve aumento en la cantidad de temblores, sin embargo, los niveles no han sido superiores a los registros de la última semana.

“De otro lado, la actividad sísmica relacionada con el movimiento de fluidos al interior de los conductos volcánicos también aumentó en el número de sismos, sin embargo, esta actividad presentó niveles de energía sísmica similares a los de ayer (23 de mayo). Algunas de las señales sísmicas estuvieron asociadas a emisiones pulsátiles de ceniza confirmadas a través de las cámaras web utilizadas para el monitoreo volcánico”.

Las columnas de gas han sido divididas en dos, pues unas son constantes y otras intermitentes, situación que ha sido percibida gracias a las cámaras instaladas por el Servicio Geológico Colombiano en la zona de influencia del volcán nevado del Ruiz, además, se ha sumado la emisión de vapor de agua y dióxido de azufre desde la copa del cráter.

“En relación a la actividad superficial, la altura máxima de la columna de gases y/o ceniza fue de 1200m medidos desde la cima del volcán. La dirección preferencial de dispersión se mantiene hacia el nororiente. Continúan las variaciones en la desgasificación de dióxido de azufre y la salida de vapor de agua desde el cráter a la atmósfera”, explicó la institución.

Los cambios hacen parte de la inestabilidad del nevado del Ruiz

La ciudadanía suele tranquilizarse cuando el Servicio Geológico revela que tanto sismos como la actividad volcánica en general tuvo una leve disminución, no obstante, la misma entidad expuso que esto hace parte de un proceso oscilatorio que aumenta y baja de manera reiterativa, por lo tanto, se debe mantener en constante vigilancia hasta que se retorne a la alerta amarilla.

“Todos estos indicadores ratifican lo que desde el SGC hemos reiterado: la actividad del volcán Nevado del Ruiz sigue siendo muy inestable. Es posible que los niveles de actividad sísmica, así como los niveles de desgasificación o salida de ceniza disminuyan o sean oscilatorios, en el sentido de aumentar unos días y disminuir otros. Sin embargo, esto no implica que el volcán haya retornado a sus niveles normales de actividad, por lo que se recomienda no acostumbrarse a estos cambios oscilatorios de actividad y pensar que es una actividad normal del volcán”.