Alex Soros y Huma Abedin comparten su historia de amor y su boda

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Weddings and Engagements Abedin, Huma Soros, Alexander

Hizo falta que conversaran en una fiesta de 2023 (además de un mensaje sin respuesta, una cadena de mensajes de texto, muchos más mensajes y llamadas telefónicas y el Foro de Doha) para que quedaran en ir a cenar.

El nombre de Huma Mahmood Abedin suele ir conectado a una relación anterior, por lo que algunos podrían sorprenderse al enterarse de que ha pasado largos periodos de su vida sola.

Desde la ruptura de su primer matrimonio en 2016, ha estado soltera casi siempre. E incluso antes del matrimonio, era más el tiempo que pasaba sin pareja, dijo. Su primera conversación con Alexander George Soros, en otoño de 2023, no le dio motivos para pensar que eso fuera a cambiar.

Abedin, de 49 años, y Soros, de 39, sabían uno del otro por reputación mucho antes del 13 de octubre de ese año, cuando la fiesta de cumpleaños de la heredera Nicky Hilton Rothschild los llevó al mismo restaurante en el Meatpacking District de Manhattan.

Soros es hijo de George Soros, multimillonario y filántropo de origen húngaro, y Susan Weber, historiadora del arte de origen estadounidense y fundadora y directora del Bard Graduate Center. Es presidente de Open Society Foundations, un imperio filantrópico fundado por su padre que apoya causas liberales.

Abedin es más conocida por su trabajo en la política, especialmente con Hillary Clinton. Antes de ser vicepresidenta de la campaña presidencial de Clinton en 2016, fue su ayudante y asesora más cercana durante mucho tiempo.

Muchos también la conocen por el fracaso de su matrimonio con Anthony Weiner, un excongresista demócrata cuyos escándalos de sexteo, de gran repercusión pública, le costaron a él su escaño en el Congreso y más.

En la fiesta de 2023, Soros dijo: "Reconocí a Huma, solo de haberla visto a lo largo de los años". Recordaba haberla conocido ya en 2015, en un evento de Clinton, pero nunca habían pasado de intercambiar comentarios amables.

"Sabía que había muchos hermanos Soros", dijo Abedin. (Soros es el penúltimo de los cinco hijos de George Soros; cuatro son varones). "Andábamos por sendas paralelas, pero en realidad nunca conectamos", dijo.

Que lo hicieran aquella noche ahora les parece increíble a ambos. Los dos habían dudado de ir a una fiesta unos cuantos días después del 7 de octubre, cuando el ataque de Hamás contra Israel desató lo que se ha convertido en la actual guerra en Gaza. (Abedin es musulmana; Soros es judío).

"Francamente, no estaba de humor para salir a una celebración", dijo Abedin.

Sin embargo, esa noche los dos tuvieron su primera conversación significativa. "Simplemente me acerqué y dije: 'Hola'", comentó Soros. "Me sentí atraído por ella. Tenía curiosidad por saber si me reconocería".

Si bien aquel año Soros había aparecido mucho en las noticias --unos meses antes, en diciembre de 2022, había sido nombrado presidente del imperio de su padre, de 94 años--, ella no lo reconoció. Pero eso no importó. "A las dos frases conectamos", dijo Abedin. "Y entonces empezamos una conversación bastante profunda y seria, cosa que no suele pasar en estas fiestas de Nueva York. Estaba oscuro, y la DJ estaba justo detrás de nosotros". (La DJ, contó más tarde, era Paris Hilton).

Soros recuerda haberle preguntado a Abedin si ya estaba lista para marcharse cuando su conversación parecía estar decayendo. Pero ella quiso quedarse.

"Dije que me emocionaba el pastel, y luego encontré a otros amigos", dijo. Él tampoco se fue. "Ella se había convertido en mi centro de atención", dijo. Aunque no tanto como para que ella notara que se sentía atraído por ella.

"Alex y yo hemos tenido esta conversación muchas veces", dijo ella. Soros cree que dejó claro su interés en la fiesta; Abedin, no.

"Me pareció atractivo", dijo. "Cuando se acercó a mí, me llamó la atención. Pero no sentí que estuviera coqueteando". Esa impresión ni siquiera cambió cuando volvió a acercarse a ella esa noche y le preguntó si quería que la llevara a casa. Ella tomó un Uber.

"Pero camino a casa, recuerdo que aquella conversación se quedó en mi cabeza", dijo.

A él también. "De verdad hubo química", dijo. La química no era algo que él diera por sentado. "No he tenido muchas relaciones", explicó.

Al día siguiente de la fiesta, Soros comenzó a seguirla en Instagram. Ella no lo siguió de vuelta. Cuando él le envió un mensaje de texto poco después, ella jamás respondió.

"Pensé: 'Bueno, no le gusto'", dijo. Sin embargo, un mes después recibió un mensaje de texto de ella.

Abedin forma parte del consejo de Vital Voices, un grupo sin fines de lucro que trabaja para ayudar a que las mujeres alcancen puestos de liderazgo en todo el mundo. Una amiga de ahí le preguntó si conocía a Soros y si podía ayudar a extenderle una invitación para recibir el premio Voices of Solidarity de la organización, un reconocimiento que se concede anualmente a un aliado destacado.

"Dije: 'Dios mío, acabo de conocer a este tipo'", recordó. Le envió un mensaje de texto a Rothschild para preguntarle cómo podía ponerse en contacto con él. "Entonces dijo: 'Voy a agregarnos a todos a una cadena de mensajes'".

A ella nunca se le ocurrió que Soros pudiera haber estado intentando contactarla después de la fiesta del 13 de octubre. El conflicto de Medio Oriente era tan inquietante que al principio se había mantenido alejada de Instagram.

"Era un momento muy sensible", dijo ella. De por sí no era particularmente hábil con las redes sociales. Comentó que si hubiera visto que Soros la había comenzado a seguir, tal vez no habría sabido cómo seguirlo de vuelta.

Pero resultó que ambos eran atentos con los mensajes de texto. Soros no pudo aceptar la invitación de Vital Voices porque iba a ir al Foro de Doha de ese año, un evento global para líderes en políticas públicas, en Catar. Sin embargo, el foro, al que Abedin también asistiría, sería hasta diciembre. Y mientras tanto sus mensajes de texto se convirtieron en un foro para dos.

"No sé en qué momento empecé a despertarme con ganas de ver un mensaje de Alex", dijo Abedin. "Pero fue muy pronto. Me enviaba poesía. Hablábamos de nuestras vidas y familias".

Unas semanas después, dijo Soros, "me pasé a las llamadas telefónicas".

Abedin nació en Kalamazoo, Míchigan, de padre indio, Syed Zainul Abedin, y madre paquistaní, Saleha Mahmood Abedin. Creció en Yeda, Arabia Saudita. Se licenció en periodismo por la Universidad George Washington y actualmente trabaja como colaboradora de la MSNBC, vicepresidenta de la Cumbre Forbes 30/50 y asesora de Clinton. En 2021 publicó unas memorias, Both/And: A Life in Two Worlds. Tiene un hijo de 13 años, Jordan, con su exmarido.

Soros, que creció en Katonah, estado de Nueva York y en Londres, es licenciado en historia por la Universidad de Nueva York. Obtuvo un doctorado, también en historia, por la Universidad de California en Berkeley.

Aunque ambos vivían en Manhattan, sus agendas les impedían encontrarse en persona. "Recuerdo haberme sentido decepcionada por eso en ese momento", dijo Abedin. "Pero en retrospectiva, es una de las mejores cosas que podrían haber pasado".

Cuando al fin se encontraron cara a cara en el Foro de Doha, ya habían establecido una fuerte conexión mediante llamadas y mensajes de texto a altas horas de la noche. Cuando Soros estaba en Viena previo a un viaje a Ucrania, se enteró de que al padre de Abedin, fallecido en 1993, le había encantado Viena y, cuando ella cumplió 13, años le dio una tarta Sacher, un postre austriaco. Consiguió una, la empacó y se la llevó a Catar. Cuando salieron del foro el 11 de diciembre de 2023, habían hecho planes para reunirse a cenar en Manhattan.

En el coche de camino al aeropuerto, "quedamos con un apretón de manos", dijo Abedin.

El viernes siguiente cenaron en I Sodi, en Greenwich Village, un restaurante italiano favorito de ambos. La noche siguiente, comieron en Torrisi, otro restaurante de la ciudad. "Y el domingo por la noche, yo cociné", dijo Soros. "Eso significa que pedí comida del Nobu".

Dijo que para ese momento ya estaba enamorado. "Definitivamente".

Abedin se reunió con la familia Soros en el Caribe para pasar el Año Nuevo. Por esas fechas, Soros contó a su padre y a sus amigos que estaba prendado de ella.

"Fue como el momento de 'allá vamos'", dijo. En mayo, asistieron juntos a la Gala del Met en lo que los tabloides denominaron su "debut público". Poco después, Soros fue a Camilla Dietz Bergeron, una joyería de la avenida Madison, y compró un anillo, basando su elección en compras de joyas anteriores para Abedin.

"Conocía su estilo", dijo.

El 4 de junio de 2024, en la casa que ahora comparten en el barrio de NoHo, en Manhattan, él se arrodilló y le entregó un anillo de diamantes de corte esmeralda, flanqueado por un par de baguettes, metido dentro de un recipiente de comida para llevar.

Ambos dijeron que los obstáculos en su relación, aparte de las obligaciones laborales que los empujan en direcciones distintas, habían sido pocos. "Teniendo en cuenta lo complicadas que son nuestras vidas, creo que lo fácil que esta parte ha sido es sorprendente", dijo Abedin sobre la relación.

Soros dijo que se había transformado. "Ella saca de mí un lado mucho más alegre y cariñoso", explicó. "Soy completamente vulnerable con ella, y ella es amable, cálida y no me juzga. Estoy en un punto en el que ella forma parte de mí".

La mañana del 13 de junio, en la finca de George Soros en Southampton, Nueva York, Abedin y Soros firmaron la ketubah en honor a la fe judía de Soros y la nikah en honor a la fe musulmana de Abedin, en una íntima ceremonia interreligiosa. Abedin llevaba un vestido Erdem de inspiración vintage con mangas de encaje.

Al día siguiente, Darren Levine, rabino fundador de la sinagoga Tamid de Nueva York, ofició la ceremonia, en la que también participó Jamal Mahmood, miembro de la junta directiva de Muslims for Progressive Values y celebrante certificado de ciclos de vida, que se llevó a cabo en la finca del novio en Water Mill, Nueva York.

Estuvieron presentes destacados demócratas de primera línea, como Clinton y su marido, el expresidente Bill Clinton; la exvicepresidenta Kamala Harris y su marido, Doug Emhoff; el senador Chuck Schumer y el representante Hakeem Jeffries, líderes de la minoría demócrata de Nueva York; y Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes. Entre los famosos se encontraban Jimmy Fallon, Jennifer Lawrence, Adrien Brody, Sienna Miller, Mariska Hargitay, los Rothschild y Anna Wintour. Según dos personas que estuvieron ahí, hubo una presentación de Boyz II Men.

En lugar de regalos, la pareja pidió a los invitados que apoyaran a VOW for Girls, una organización dedicada a acabar con el matrimonio infantil a nivel mundial.

Para la ceremonia del sábado, Abedin, que ahora es legalmente Huma Abedin Soros, lució un vestido marfil de Givenchy con hombros descubiertos y un fino cinturón diseñado por Sarah Burton. Soros llevaba un esmoquin Dior que, según dijo, no era nuevo, porque sus prendas favoritas suelen ser piezas bien confeccionadas que conserva desde hace años.

En ese sentido, su filosofía de la moda coincide con su actitud sobre la espera para encontrar a la mujer perfecta con quien casarse.

"Lo bueno", dijo, "lleva su tiempo".

En este día

Cuándo 14 de junio de 2025

Dónde La casa de Alex Soros en Water Mill, Nueva York

Padres e hijos "Una de las cosas más hermosas de esta relación con Alex, mi pareja, es ver su relación con mi hijo", comentó Abedin. "Han conectado de la forma más mágica. Me da muchísima alegría".

Muy versado Soros suele leer poemas de amor a Abedin. Un amigo les regaló una colección de poemas de Pablo Neruda; desde entonces se ha convertido en uno de sus favoritos. "El libro ya está todo desgastado", dijo Abedin. La pareja metió un librito de poemas de Neruda en las bolsas de regalo de los invitados.

Discursos con un tema común Soros y sus invitados, incluyendo a Hillary Clinton y Edi Rama, primer ministro de Albania, hicieron brindis en la recepción. Sus palabras giraron en torno al tema de la celebración del amor en tiempos difíciles. Después de la boda, Abedin dijo: "Con tantas dificultades y violencia que hay en el mundo hoy, no era un momento obvio para celebrar una boda. Pero como tantos amigos compartieron en sus brindis, reunirnos para celebrar la alegría y el amor no solo nos pareció correcto, sino necesario".