Alison Krupnick tenía programada una operación contra el cáncer pero ahora su hospital se prepara para el coronavirus

Los administradores de los hospitales de algunas de las áreas más afectadas, en Seattle y Nueva York, han comenzado a cancelar las cirugías electivas para centrarse en los casos de mayor prioridad

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Alison Krupnick en su casa en Seattle el 14 de marzo de 2020. Krupnick tenía una cirugía programada para extirpar el cáncer de cuello de útero en etapa temprana, pero su cirugía se pospuso indefinidamente, ya que los hospitales en puntos críticos como Seattle y Nueva York posponen cirugías, con la esperanza de conservar recursos a medida que aumenta el brote de coronavirus chino (The New York Times)
Alison Krupnick en su casa en Seattle el 14 de marzo de 2020. Krupnick tenía una cirugía programada para extirpar el cáncer de cuello de útero en etapa temprana, pero su cirugía se pospuso indefinidamente, ya que los hospitales en puntos críticos como Seattle y Nueva York posponen cirugías, con la esperanza de conservar recursos a medida que aumenta el brote de coronavirus chino (The New York Times)

Alison Krupnick se preparaba mentalmente para la intervención quirúrgica a la que se iba a someter a principios de la semana próxima y que podría eliminar su cáncer de cuello uterino en fase temprana. Pero el viernes le llamaron del hospital para informarle que debido a la oleada de pacientes con coronavirus su cirugía quedaba cancelada.

Krupnick sentía como si trajera una bomba de tiempo dentro y no se le dijo para cuándo se reprogramaría la operación.

Soy consciente del bien común y entiendo que todos estamos sufriendo y que hay un mundo de necesidades y una jerarquía de necesidades”, dijo Krupnick. Pero agregó que no podía evitar preocuparse por los riesgos que conlleva la espera.

A medida que los hospitales se enfrentan a una creciente carga de casos de coronavirus y se preparan para la posibilidad de que empeore el brote y abrume el sistema de salud, los administradores de los hospitales de algunas de las áreas más afectadas, en Seattle y Nueva York, han comenzado a cancelar las cirugías electivas para centrarse en los casos de mayor prioridad.

Su objetivo es preservar los recursos —desde las camas de hospital y el equipo de protección hasta el tiempo de las enfermeras y los médicos— a fin de prepararse para lo que podría convertirse en un diluvio de casos de coronavirus.

Reconocemos con base en los datos actuales que es probable que nuestra trayectoria local de COVID-19 sea similar a la del norte de Italia”, decía un correo electrónico que un hospital del área de Seattle envió a sus cirujanos. “Aunque nuestros suministros pueden ser suficientes hoy en día, estamos asignando de manera responsable los recursos que serán necesarios para continuar proporcionando nuestros servicios en un futuro que aún no conocemos”.

Los hospitales están siguiendo las nuevas recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que aconsejan a los hospitales de Seattle, Nueva Rochelle (Nueva York) y Santa Clara (California), donde han surgido los brotes más graves, cancelar los procedimientos electivos. Las directrices dicen que los hospitales de Florida y Massachusetts deberían considerar hacer lo mismo.

El viernes, el Colegio Americano de Cirujanos recomendó que todos los hospitales, sistemas de salud y cirujanos del país evalúen la necesidad de cada procedimiento electivo que hayan programado. “El tiempo es esencial”, se afirma en la guía.

Las cirugías que se han pospuesto hasta ahora incluyen remplazos de cadera y rodilla, reconstrucción de ligamento cruzado anterior y cirugía pediátrica de apnea. “El área gris son los pacientes de cáncer”, dijo Arooj Simmonds, codirector médico ejecutivo de servicios quirúrgicos del Centro Médico Sueco, que opera varios hospitales en el área de Seattle.

Simmonds comentó que los tratamientos de cánceres de crecimiento lento, como el de próstata y el de cuello uterino, tenían más probabilidades de ser retrasados. El viernes, el primer día de aplazamientos generalizados, el Centro Médico Sueco llevó a cabo cerca del 20 por ciento de las cirugías que normalmente realiza, afirmó.

Los médicos de EvergreenHealth, cuyo hospital en Kirkland ha sobrellevado el impacto de la epidemia como ningún otro en los Estados Unidos, cancelaron más de 30 procedimientos planeados nada más para el viernes.

El hospital vio la nueva guía de los CDC el miércoles por la noche, dijo Mark Freeborn, el cirujano en jefe. A la mañana siguiente, a las 6:30 am, se reunió un comité de médicos que realizan intervenciones quirúrgicas. A las 9 a. m. tomaron la decisión de retrasar las cirugías electivas y comenzaron a desarrollar sus protocolos y a notificar a los cirujanos.

El comité, que se había estado reuniendo con regularidad desde que comenzó el brote, dijo que sus decisiones se basaban en la necesidad de proteger los recursos, como el equipo de protección que el personal médico necesita para evitar infectarse. Pero los médicos también querían limitar las necesidades médicas y de apoyo que los pacientes suelen requerir después de una operación, explicó Freeborn.

Algunas personas desarrollan infecciones o tienen reacciones adversas a la anestesia, lo que requiere la atención del tipo de profesionales médicos que están ocupados tratando a pacientes que han dado positivo en las pruebas de infección por el coronavirus.

Una persona mayor que se somete a un remplazo total de cadera quizá necesite recuperarse en un centro de salud especializado, instituciones que se han visto muy afectadas por el coronavirus. “Como se pueden imaginar, en este momento, eso tal vez no sería lo mejor para el paciente”, dijo Freeborn. “Estas decisiones de proceder o, en nuestro caso, de no proceder tienen muchas consecuencias”.

Si, a pesar de todo, los médicos de EvergreenHealth creen que debe realizarse alguna cirugía, pueden solicitar autorización a un panel, el cual tiene como meta tomar la decisión en 30 minutos.

Kim Dammann, de 45 años, tenía una cirugía programada para reparar su tendón de Aquiles el martes en un hospital de Seattle, pero el viernes recibió un correo electrónico que le informaba que se retrasaría.

No es una cirugía voluntaria, pero supongo que no es lo suficientemente crítica para hacerla ahora”, dijo.

Como enfermera de oncología, “lo entiendo”, dijo Dammann. “Necesitamos las camas y necesitamos a los médicos”.

Si no puede operarse, tal vez tenga que usar un yeso durante varios meses para que el tejido conjuntivo no se rompa por completo. Con el pie derecho enyesado, quizá no pueda conducir para ir a trabajar al hospital.

Cassie Sauer, directora ejecutiva de la Asociación de Hospitales del Estado de Washington, dijo que los hospitales no deberían soportar ellos solos la carga de racionar el equipo de protección. Los consultorios dentales y los centros de cirugía ambulatoria también usan equipo que puede ser redistribuido, dijo. “Nos gustaría que esto fuera un estándar de la comunidad”, añadió.

Sauer dijo que los hospitales han intentado pensar en el efecto psicológico de posponer las cirugías. “Si tengo cáncer y no me lo quitan, creo que los impactos de eso en la salud mental podrían ser bastante dramáticos”, dijo.

Krupnick contó que no le habían dicho cuánto tiempo tendría que esperar para que le puedan realizar su operación.

El personal médico dijo que tenía tiempo, tal vez unos meses, antes de que aumentara el riesgo para su salud. Ella espera que tengan razón.

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