Lesiones deportivas, posible hipertensión y dos veces COVID: los detalles de la salud del rey Carlos III

El monarca asumió el trono a los 73 años y muchos se preguntan si gozará de la longevidad de su madre, la reina Isabel II. Qué se sabe sobre su historia clínica

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A los 73 años. el flamante monarca acaba de asumir un trabajo que le demandará un gran desgaste físico y mental (Reuters)
A los 73 años. el flamante monarca acaba de asumir un trabajo que le demandará un gran desgaste físico y mental (Reuters)

La salud de los monarcas, presidentes, primeros ministros y funcionarios de los gobiernos suelen ser un tema de Estado. Así, a una semana del fallecimiento de la reina Isabel II, a los 96 años, su hijo Carlos se convirtió en rey, a los 73 años, una edad en la que la mayoría de las personas ya piensa en jubilarse.

Lejos de esto, el flamante monarca de la corona británica, acaba de asumir un trabajo que le demandará un gran desgaste físico y mental y que, con todos los privilegios de los que goza en su vida monárquica, le exigirá un alto grado de compromiso: encuentros oficiales, viajes y reuniones continuas con gobernantes, asesores y ciudadanos.

Si bien está claro que no hay posibilidades biológicas de igualar el récord de 70 años en el trono que alcanzó su madre, ya demostró una elevada resistencia al participar de una semana de ceremonias en el marco de los funerales que se extenderán hasta el lunes.

Tras el fallecimiento de su madre, Carlos III debió hacerse cargo de sus obligaciones de rey y participar de diez días de homenajes  (REUTERS/Molly Darlington/Pool/Foto de archivo)
Tras el fallecimiento de su madre, Carlos III debió hacerse cargo de sus obligaciones de rey y participar de diez días de homenajes (REUTERS/Molly Darlington/Pool/Foto de archivo)

Esta semana, el lunes 12 estuvo en movimiento desde temprano en la mañana: caminó cuesta arriba detrás del ataúd de la reina en la adoquinada Royal Mile en Edimburgo, Escocia, y luego participó e la vigilia junto a su ataúd en la Catedral de St. Giles. En tanto, el martes 13 saludó a las multitudes en Belfast, Irlanda del Norte. Y aún le esperan muchos más eventos por venir en Londres.

El miércoles, el rey Carlos viajó a Gales para recibir otra moción de condolencias en el Parlamento galés y asistir a un servicio en la Catedral de Liandaff, en Cardiff. En tanto ayer jueves, tal como estaba previsto en el detallado protocolo que rige el funeral de Isabel II, el flamante rey descansó de la actividad oficial.

Lo que se sabe de la salud del rey Carlos III

El aspecto edematizado de las manos de Carlos III volvió a llamar la atención durante su reunión con Liz Truss (Reuters)
El aspecto edematizado de las manos de Carlos III volvió a llamar la atención durante su reunión con Liz Truss (Reuters)

La famosa longevidad saludable de sus padres Isabel II y de Felipe, el Duque de Edimburgo, ofrece algunas pistas de lo que le deparan los próximos años en materia de salud al monarca.

Andrew Steele, científico británico y autor del libro “Ageless: La nueva ciencia de envejecer sin envejecer”, observó que “el rey Carlos III, cuya madre llegó a los 96 años y su padre murió el año pasado a los 99 años, puede estar esperando un reinado ´decente´ a pesar de haber comenzado a los 73″.

Si bien el detalle de su historia clínica es un secreto de Estado, varias afecciones que sufrió fueron divulgadas al público.

Tuvo COVID-19 dos veces

El monarca dio positivo por primera vez por coronavirus a fines de marzo de 2020, cuando la enfermedad comenzaba a expandirse por el mundo. Tuvo síntomas leves, y atravesó el cuadro en buen estado de salud, según se informó desde Clarence House en ese momento.

Carlos III tuvo COVID-19 dos veces desde el comienzo de la pandemia (Getty Images)
Carlos III tuvo COVID-19 dos veces desde el comienzo de la pandemia (Getty Images)

Luego, contrajo el virus por segunda vez en febrero de este año. Después del recomendado aislamiento, reanudó sus deberes reales -de príncipe, en ese momento- una semana más tarde.

Hinchazón en las manos

En los últimos días, como se dijo, hubo preocupación por el aspecto edematizado de sus manos. Y si bien es un signo característico suyo, del que los medios ya se habían hecho eco en varias oportunidades en el pasado, y él mismo se había referido a sus dedos como “de salchicha”, su nuevo rol renovó las especulaciones acerca de la causa de esta manifestación.

Así es que las manos hinchadas del rey Carlos volvieron a ser noticia en los últimos días cuando se reunió con la primera ministra británica, Liz Truss, el pasado 9 de septiembre.

Si bien varios medios británicos especularon que una de las razones podría deberse a hipertensión arterial, oficialmente no hay información oficial sobre algún diagnóstico, si es que hay alguno, que motive tal edema. No obstante, varios especialistas coincidieron que este síntoma puede deberse a una variedad de problemas.

Varias fueron las especulaciones en torno a las manos hinchadas del rey
Varias fueron las especulaciones en torno a las manos hinchadas del rey

El doctor Jeffrey Linder, jefe de medicina interna de Northwestern Medicine en Chicago, observó que “las enfermedades cardíacas, hepáticas y renales son causas comunes de inflamación, pero generalmente involucran todo el cuerpo”. “Los pies y los tobillos generalmente se ven afectados primero y la hinchazón generalmente tiene que estar bastante avanzada para involucrar las manos”, dijo el especialista en declaraciones mediáticas.

Y agregó: “No he notado una hinchazón obvia en la pierna o el tobillo en las fotos recientes en las que usa una falda escocesa”.

La retención de líquidos también puede provocar hinchazón en las manos y los tobillos, que puede ser más marcada en los adultos mayores que han estado inactivos o sentados, añadió. Algunos medicamentos como los que se indican a las personas con hipertensión pueden empeorar la hinchazón de manos y tobillos.

De sus tiempos de jugador de polo, el rey fue tratado de varias lesiones (AP)
De sus tiempos de jugador de polo, el rey fue tratado de varias lesiones (AP)

De la hinchazón aislada de manos y dedos, la osteoartritis, o la artritis por “desgaste”, a veces puede ser la causa, pero la osteoartritis generalmente se asocia con cambios óseos, precisó el especialista, quien destacó que “los trastornos inflamatorios como la artritis reumatoide, la artritis psoriásica y otras formas de artritis o inflamación en la piel también son posibles causas”.

Lesiones cutáneas

En 2008, al rey le extirparon un crecimiento no canceroso de la cara. El procedimiento fue “menor y de rutina”, según había informado la agencia Associated Press en aquel momento, e involucró una mancha en un lado de su nariz.

A sus dos padres los habían operado de lesiones cutáneas similares no cancerosas -también en la cara- en años anteriores.

Lesiones deportivas

Al igual que a sus dos padres, al rey lo operaron de lesiones cutáneas no cancerosas en la cara en 2008  (Photo by Tim Graham Photo Library via Getty Images)
Al igual que a sus dos padres, al rey lo operaron de lesiones cutáneas no cancerosas en la cara en 2008 (Photo by Tim Graham Photo Library via Getty Images)

De sus tiempos de jugador de polo, el rey fue tratado de varias lesiones. Se fracturó el brazo derecho en dos lugares después de caerse de su caballo durante un partido de polo en 1990.

Luego, en 1998, se fracturó una costilla tras caerse de su caballo mientras cazaba, según la BBC. Y ese mismo año se sometió a una cirugía para reparar el cartílago de la rodilla derecha.

En 2001, el entonces príncipe quedó inconsciente tras caerse de su caballo durante un partido de polo. Y ese mismo año se fracturó un hueso en el hombro cuando se cayó de un caballo durante una cacería de zorros, tal como señaló la BBC.

Hernia

El flamante rey es aficionado al paisajismo y jardinería, lo que le ocasionó problemas de salud al hacer esfuerzos en la zona lumbar
El flamante rey es aficionado al paisajismo y jardinería, lo que le ocasionó problemas de salud al hacer esfuerzos en la zona lumbar

Finalmente en 2003, el por entonces Príncipe de Gales, fue operado de una hernia. Se lesionó colocando setos en los jardines de una de sus propiedades y necesitó una “operación bastante rutinaria”.

Con su fallecimiento, Isabel II se consagró como la monarca más longeva de la historia de la monarquía inglesa. Dotada de una genética privilegiada -su madre, Elizabeth Bowles-Lyon, vivió hasta los 101 años- resta saber si heredó esa cualidad a su descendencia.

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