Protector solar, vitamina C y otros 5 activos antiage que combaten el envejecimiento

Las fórmulas correctas indicadas por un especialista ayudarán a lograr el efecto deseado. Cuáles sumar a la rutina de belleza

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En cosmética, como en la vida, las soluciones mágicas no existen, pero hay una serie de productos que, bien formulados y utilizados con coherencia y constancia, sí ayudarán a lograr el efecto deseado (Getty Images)
En cosmética, como en la vida, las soluciones mágicas no existen, pero hay una serie de productos que, bien formulados y utilizados con coherencia y constancia, sí ayudarán a lograr el efecto deseado (Getty Images)

En busca de reducir arrugas, eliminar manchas o controlar la sequedad o grasitud de la piel, muchas personas recurren a tratamientos o rutinas que prometen hacerlo de la noche a la mañana. Y bien sabido es que las soluciones mágicas en cosmética (como en la vida) no existen.

Más apropiado es saber que es necesario asesorarse con especialistas, e incorporar a la rutina diaria de belleza productos que, bien formulados y utilizados con coherencia y constancia, sí ayudarán a lograr el efecto deseado.

Se llama principios activos a un conjunto de ingredientes clave que demostraron ser fiables y efectivos y que están científicamente probados. Los especialistas recomiendan siete productos que combaten los efectos del paso del tiempo.

1- Protector solar

El principal enemigo de la piel y el mayor causante de daño cutáneo es el fotoenvejecimiento. Y esto tiene una explicación: “Los rayos UVA y UVB favorecen la aparición de las temidas manchas, así como la activación de metaloproteasas que degradan la matriz (fibras de colágeno, elastina y de ácido hialurónico), generando como consecuencia la aparición de las temidas arrugas. Además, los rayos solares favorecen la generación de radicales libres que atacan a diferentes componentes de las células de la piel, destruyendo las fibras de colágeno”, aseguran los especialistas.

“Un exceso de sol sin protección puede tener efectos muy nocivos: las consecuencias más reconocidas a largo plazo son el envejecimiento cutáneo prematuro (manchas y arrugas), aumento del número de lunares, cáncer de piel y variadas alteraciones oculares”. La médica dermatóloga Lilian Demarchi destacó que “cuando se habla de protección no sólo se refiere a la piel y a los protectores solares, sino también al uso de anteojos, de bálsamo labial con factor de protección, sombreros y ropa adecuada”.

Según la especialista, “el daño es acumulativo a lo largo de todo el año, de allí que la clave es cuidarse todos los días e incorporar el uso de protector solar como rutina los 365 días del año”. “Debe ser parte de nuestra rutina diaria -enfatizó-. El uso de protector solar es el mejor antiage que podemos usar, más aún, en época de verano conviene extremar los cuidados y no olvidarse por ejemplo que, además del protector solar, deben usarse sombreros, anteojos, buscar la sombra y respetar los horarios en los que está desaconsejado exponerse al sol”.

Según los especialistas, el protector solar es el mejor antiage, y recomiendan usarlo todo el año (Getty Images)
Según los especialistas, el protector solar es el mejor antiage, y recomiendan usarlo todo el año (Getty Images)

2- Retinol

Es el principio activo más potente en la lucha contra el envejecimiento y no en vano es el más famoso de todos ellos. Merece las bondades que se comparten sobre él: “El retinol o vitamina A es uno de los activos cosméticos más utilizados en la elaboración de cremas porque estimula la proliferación celular y la síntesis de nuevo colágeno, lo que provoca la eliminación de las capas más superficiales, también conocido como estrato córneo, mejorando el estado del poro y de las manchas dérmicas más superficiales. Además, la aplicación prolongada de retinol favorece la disminución de las pequeñas arrugas de la piel, uniformizando la textura superficial de dicha piel”, explican los dermatólogos.

Al ser un activo muy potente, debe prestarse especial atención a su formulación y qué grado de concentración presenta, para evitar posibles irritaciones o reacciones negativas.

En ese sentido, cabe recordar que el retinol es fotosensibilizante a la luz solar, por lo que se suele prescribir aplicarlo sólo por la noche y siempre con prescripción médica para evitar la aparición de manchas sobre la piel.

3- Vitamina C

Junto a la protección solar y el retinol, es esencial, al menos, sumar un activo antioxidante a la rutina.

“En términos de antioxidantes, el claro ganador es la vitamina C: se trata del más abundante en la piel y su forma más activa y eficaz es la vitamina C pura o ácido L-ascórbico. Podemos encontrarlo en fórmulas cosméticas a diferentes concentraciones, pero la evidencia nos muestra que sería efectiva a partir de un 8% aumentando los beneficios de forma creciente hasta un 20%, concentración a partir de la cual no aumentaría su eficacia, pero sí su capacidad irritante. Por tanto, una concentración óptima sería de un 15%”, desarrolló Ana Villalba, farmacéutica especializada en dermocosmética.

La vitamina C es uno de los elegidos de la dermatóloga Demarchi, “por ser un gran antioxidante y aliado de la piel en esta época del año”.

4- Ácido hialurónico

"El ácido hialurónico trabaja de una manera diferente al resto de los ácidos ya que se trata de una sustancia que contiene la dermis en forma natural y tiene la propiedad de captar agua" (Getty)
"El ácido hialurónico trabaja de una manera diferente al resto de los ácidos ya que se trata de una sustancia que contiene la dermis en forma natural y tiene la propiedad de captar agua" (Getty)

Se trata del activo imprescindible para mantener la piel hidratada y es producido de forma natural por el organismo. Sin embargo, alrededor de los 30 años se recomienda aportar una dosis extra.

Cristina Pascutto es médica dermatóloga y ex presidente de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), y ante la consulta de este medio recalcó que “el ácido hialurónico trabaja de una manera diferente al resto de los ácidos ya que se trata de una sustancia que contiene la dermis en forma natural y tiene la propiedad de captar agua”. “Podemos decir que es una ‘esponja molecular’ que permite mantener y conservar el agua de la piel”, ejemplificó.

Por otro lado, para la especialista, “es un componente importante para todo lo que tiene que ver con el desarrollo celular: participa en la remodelación del tejido conectivo, el mantenimiento de su arquitectura, participa en la formación de vasos sanguíneos, es hidratante para la superficie de la piel”.

5- DMAE

Es tal vez el menos conocido y la sigla responde a su nombre poco práctico para reproducir por quienes no son expertos: dimetyhylaminoetanol.

El DMAE ganó popularidad, principalmente, por su efecto tensor (aunque no se usa para prevenir, sino para tratar la piel una vez que lo necesite), pero además ofrece muchos otros beneficios: “Tiene acción antioxidante, hidratante, importantes propiedades anti-inflamatorias y anti-envejecimiento. Aumenta el tono y la firmeza de la piel, mejora su elasticidad y luminosidad, y ayuda a minimizar las arrugas y líneas de expresión”.

El mejor momento para su aplicación es por la noche, debido a esa regeneración natural que se produce en la piel durante las horas de sueño. Sus beneficios van mejorando durante los seis primeros meses y, como es acumulativo, pueden notarse incluso ocho semanas después de la última aplicación.

"El ácido más conocido dentro de los alfahidroxiácidos es el ácido glicólico, que tiene una molécula pequeña que penetra en mayor profundidad y entonces genera una mayor renovación de la piel" (Getty)
"El ácido más conocido dentro de los alfahidroxiácidos es el ácido glicólico, que tiene una molécula pequeña que penetra en mayor profundidad y entonces genera una mayor renovación de la piel" (Getty)

6- Ácido glicólico (y otros alfa hidroxiácidos)

Se trata de otro de los activos con amplia evidencia científica que los dermatólogos recomiendan para complementar una óptima rutina antiage. Es, junto al ácido láctico, el mayor representante de los alfa hidroxiácidos y el que cuenta con mayor evidencia a sus espaldas.

Sus bondades son casi innumerables: su principal función es la de ayudar a la renovación celular ya que, al ser un exfoliante químico, disuelve las células muertas, la suciedad y el exceso de grasa que se acumulan en la piel. Además, favorece la síntesis de colágeno, lo que aporta firmeza y elasticidad.

Los alfahidroxiácidos son ácidos no fotosensibles que pueden usarse de enero a enero”, apuntó a Infobae la médica dermatóloga Irene Bermejo, quien amplió: “Dentro de la familia de los alfahidroxiácidos se encuentran el ácido glicólico, el ácido láctico, el ácido málico, el ácido mandélico. Todos ellos conforman diferentes moléculas con diferente grado de penetración y posibilidad de irritar la piel”.

En opinión de la especialista, “el ácido más conocido dentro de esta familia es el ácido glicólico, que tiene una molécula pequeña que penetra en mayor profundidad y entonces genera una mayor renovación de la piel”. “También es cierto que si no se usan humectantes y protector solar sobre este ácido puede producir irritación, que nada tiene que ver con el verano sino que tiene que ver con el resecamiento de la piel”, señaló y amplió: “En cambio, ácidos como el láctico o mandélico son de moléculas más grandes, quedan más en superficie, provocan un efecto renovador más suave y ligero pero son menos agresivos a la hora de pensar en una irritación”.

7- Niacinamida

Se trata de un activo que poco a poco va ganando su lugar. “Es la forma activa de la vitamina B3 y tiene pequeño peso molecular, por lo que va a penetrar muy bien en nuestra piel aportándonos múltiples beneficios: mejora la elasticidad y estimula la producción de colágeno disminuyendo las arrugas; protege de la glicación, un proceso que envejece nuestra piel evitando que adquiera un tono amarillento; mejora el acné y el aspecto de los poros por sus propiedades seborreguladoras y antiinflamatorias; consigue reducir también el enrojecimiento e irritación facial, mejora la función barrera evitando la pérdida de agua y también es despigmentante”, detalló Villalba.

Es un estabilizador de la respuesta inmune, especialmente indicado para pieles estresadas e irritadas. Ayuda a mejorar visiblemente la textura y el aspecto de la piel, a refinar y minimizar los poros, a regular la producción de sebo al tiempo que hidrata, a inhibir los mediadores del proceso inflamatorio y a restaurar la integridad de la barrera de la piel”, explicó la química, CEO, y creadora de Lidherma, Patricia Dermer.

Para Villalba, lo ideal es buscar fórmulas cosméticas que la contengan en torno a un 5% para obtener sus máximos beneficios con la menor irritación posible.

Rutinas de cuidado: claves para una piel sana

"La clave de una rutina completa siempre es respetar los pasos clásicos: limpiar, humectar, fotoprotección" (Getty)
"La clave de una rutina completa siempre es respetar los pasos clásicos: limpiar, humectar, fotoprotección" (Getty)

“La rutina de cuidados diarios comienza por la mañana con la limpieza de la piel, seguido de la crema humectante y el protector solar. Recordemos que el protector solar es el mejor anti age, aunque nos quedemos en casa o salgamos poco; lo ideal es incorporarlo los 365 días del año”, subrayó Demarchi.

La especialista continuó que “por la noche es importante limpiar la piel antes de acostarse, ya que ese hábito ayuda a eliminar impurezas y previene que se tapen los poros”. “Con la piel limpia, se aplica la crema antiage en todo el rostro, excepto el área de párpados, para donde se recomienda una crema específica para el contorno de los ojos”.

A la hora de elegir una crema anti age que incorpore ácidos, Demarchi insistió que ésta “debe ser indicada por un dermatólogo, ya que no es lo mismo una persona con piel normal, piel grasa o el que tiene piel sensible o rosácea que no va a tolerar un producto que contenga por ejemplo ácido retinoico”.

“Siempre la indicación es empezar con los ácidos más suaves y a medida que la piel los va tolerando incorporar los más fuertes -aclaró-. También se pueden combinar o alternar potenciando así su efecto. La clave siempre es respetar los pasos clásicos: limpiar, humectar, fotoprotección”.

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