Por calles y plazas

Lorena Oxenford, vicepresidenta ejecutiva de Mayo Group, reflexiona sobre cómo cambió la publicidad en la vía pública a partir de la pandemia del COVID-19 en Lima

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De paseo por Lima. ¿Ha variado la publicidad? (Andina)
De paseo por Lima. ¿Ha variado la publicidad? (Andina)

Voy a salir a caminar solita…

Desde que puedo, o mejor dicho, desde que se puede, volví a las calles de Lima a mirarla con los mismos ojos, el derecho y el izquierdo, uno de publicista y el otro… también.

¿Brilla poco la ciudad? ¿Las marcas me dicen menos? ¿Se fueron a otro lugar?

Un medio que sufre: la vía pública fue golpeada como pocas en la pandemia, pasó por su peor etapa, ¡qué duda cabe!

¿Qué está pasando hoy con las luces de la ciudad y de la publicidad?

Pues, tengo buenas noticias, la publicidad exterior está, no en igual número, sino en más, sí, más lugares que antes de pandemia. Ha crecido en cantidad y en variedad de propuestas. No de forma exponencial, pero hay una tendencia “vengativa” que crece y que me encanta.

Me cuentan mis amigos especialistas en medios que, ante la crisis de los años del COVID-19, la estrategia más inteligente que pudo tomarse, se tomó: los costos de hacer publicidad OOH (en la vía pública) son ahora inferiores a aquellos previos a marzo del 2020. Esto ha generado una demanda interesante por parte de los anunciantes. Balance ahora, crecimiento mañana.

Recuperarse económicamente y volver a convertirse en la alternativa espectacular, efectiva e irremplazable que siempre fueron, entiendo, es la premisa.

Esta agresiva estrategia viene trazado un camino donde más marcas se animaron a salir a gritar a las calles nuevamente y, algo para destacar, muchos productos que no solíamos ver en la vía pública ahora están presentes.

La oferta es variada, los lugares sorprendentes. El óvalo Gutiérrez en Miraflores, por ejemplo, da para quedarse un ratito parada solo para ver la espectacularidad de esa pantalla curva de 140 metros con contenidos en 3D que está en el techo de una famosa tienda entre Comandante Espinar y Santa Cruz. Uno ya no sabe si quedarse mirándola o entrar al cine.

Y así, vemos revivir (muchas en 3D) las vallas de los malecones, los paraderos, las pantallas digitales, la torres unipolares y pórticos, muchos en nuevos formatos y ubicaciones.

Se enciende la ciudad, vuelve el color que ayuda tanto a contrarrestar el cielo gris de la capital.

Ahora, y en solo unos días, vamos a ver cómo nos sorprende la vía pública en la carretera al sur.

¡No puedo esperar!

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